Ibai Meoki, central de 34 años y uno de los pilares del Helvetia Anaitasuna, pondrá fin a su carrera deportiva al finalizar la temporada tras casi 25 años en las pistas. Una decisión que anunció ayer acompañado de los suyos, de su equipo, de su familia y de sus amigos, quienes quisieron arropar a un jugador insustituible por su inteligencia a la hora de jugar y por la magia que despliega con su versatilidad y calidad.

Meoki ha dicho hasta aquí hemos llegado. A partir del próximo curso, este ingeniero seguirá los partidos desde la grada, donde coincidirá con otro de los emblemas del club que también dejará las pistas, Carlos Chocarro. Ambos son dos de las bajas confirmadas ya para la siguiente campaña junto a Arthur Pereira y Joao Pinto.

Gracias” fue la palabra que más repitió el central de Doneztebe en el anuncio de su despedida. Gracias a los clubes por los que ha pasado, empezando por el de su pueblo, el Erreka, “por el compromiso y el trabajo de toda esa gente que se vuelca en ayudar a todos”. De manera muy especial se quiso acordar de “Iban, Dani, Txomin y Carmelo”, sus entrenadores en una entidad de la que también salió su gran amigo y jugador Niko Mindegia. “Es una gozada que de un pueblo tan pequeño hayamos podido llegar a profesionales Niko y yo. Habla muy bien del Erreka y de cómo se hacen las cosas allí”, dijo.

Ibai Meoki, escuchando a su entrenador, Quique Domínguez. IÑAKI PORTO

Las gracias también fueron para Anaitasuna, su actual casa. Por darle, ante todo, “la posibilidad y la oportunidad de retirarme cuando quiero y cuando he decidido. Es un lujo”.

Gracias también a personas determinantes en su trayectoria como Javi Gracia, “el que llevó a este chaval que nunca había salido de Doneztebe a un Campeonato de España, algo que para mí fue increíble”. Gracia acompañó a Meoki ayer en Anaitasuna, al igual que el que fuera su técnico tanto en el San Antonio como en Anaitasuna, Iñaki Aniz, “tan trabajador como gran persona”. “De todos los entrenadores he aprendido muchísimo y les estaré eternamente agradecido por todo lo que han trabajado conmigo y lo que me han ayudado a mejorar”.

El jugador de Doneztebe, que recordó también su etapa en Alemania, no pudo evitar emocionarse en varios momentos durante su comparencia. Aunque lo intentase disimular bebiendo agua. Su actual entrenador, Quique Domínguez, también fue objeto de sus palabras. “Eres especial. En el año que me planteaba la retirada llegaste y más vale que decidí quedarme. Has hecho que en estos últimos años haya disfrutado como un enano del balonmano. Creo que he vuelto a dar un gran nivel y lo único que puedo hacer es agradecerte la confianza que has depositado en mí”, le dijo al técnico, también presente.

Mintxo Ibarrola le dio la ‘bienvenida’ al club de los veteranos. IÑAKI PORTO

Las “gracias” no cesaron. Meoki no se quería dejar a nadie, aunque se disculpó con anterioridad si era así. Valoró el esfuerzo de sus “queridos fisios” –Eli Arrechea, Josetxo Retegi y Pablo Inchauspe”, por su disponibilidad y trabajo. Y por supuesto se acordó de sus compañeros. “Soy un privilegiado. Dejo el balonmano teniendo verdaderos amigos, gente que ha estado en momentos buenos conmigo y también me ha ayudado en momentos muy difíciles. En especial Miguel (Goñi), Chocarro, Álvaro (Gastón), Chengue (Cristian Martínez), Capón, Etxebe (Xabier Etxeberria), Antonio (Bazán), mi médico personal, o Julen López”.

Meoki recordó a un pilar básico fuera del balonmano como “mi cuadrilla” y, por supuesto, a su familia, ayer junto a él. Ahí estuvieron su esposa, Edurne Gil; su madre, Esther Etxebeste; su hermana Saioa y su sobrina Kaia; sus tíos Resu y Pedro; y su primo Kepa. 

“Amatxo, muchas gracias por apoyarme siempre, por animarme a seguir adelante y demostrarme que siempre, ante cualquier situación, tú estarás detrás”, dijo muy emocionado. “Saioa, eres la persona que más me ha ayudado, sufrido y acompañado”, fueron las palabras para su hermana. “Y Edurne, no tengo ninguna duda de que si no llega a ser por ti, mis últimos años no hubiesen sido posibles ni por asomo”, le expresó a su mujer. También tuvo un recuerdo para su cuñado, Fernando Gurich.

Su familia, compañeros y amigos le arroparon en su comparecencia. IÑAKI PORTO

Ibai Meoki dirá adiós a las pistas tras una carrera que empezó con 10 años en su pueblo. De ahí dio el salto al TID San Antonio, filial del Portland, de la 1ª Nacional. Jugó cedido en Anaitasuna, en División de Honor B, para regresar luego al San Antonio. Ya en Asobal, volvió al Helvetia para jugar hasta 2015, año en el que hizo las maletas rumbo a Alemania, donde estuvo en el HG Saarlouis primero y más tarde en el Eisenach, ambos de la 2ª División. En 2018 retornó a Anaitasuna y hasta ahora.

La presidenta del club, Mertxe López, agradeció su trabajo y le dejó claro que “esta puerta estará abierta siempre para ti”. El director deportivo, Carlos García, confió en que en un futuro pueda seguir vinculado a la entidad, algo que Meoki no descartó. Y su entrenador, Quique Domínguez, destacó su “liderazgo callado y prudente”, su “extraordinario rendimiento” y su “honestidad y generosidad”.

Está claro que a Ibai Meoki se le echará de menos en la pista como jugador. Queda la huella, eso sí, de una extraordinaria persona.

El protagonista

Lugar y fecha de nacimiento. Doneztebe, 28/12/1988.

Trayectoria. Meoki comenzó a jugar al balonmano con 10 años en el Erreka, el club de su pueblo, donde estuvo hasta los 17 años, en juvenil. Más tarde se mudó a Pamplona para jugar en el TID San Antonio, filial del Portland San Antonio, en la 1ª División Nacional. Dos años y medio después se marchó cedido a Anaitasuna, que competía en la División de Honor B por entonces. Tras una temporada y media regresó al San Antonio, al primer equipo esta vez. Ya en Asobal se enfundó de nuevo la camiseta de Anaitasuna en 2012 y hasta 2015, cuando puso rumbo a Alemania. Allí jugó en el Saarlouis primero y más tarde en el Eisenach, ambos de la 2ª División. En la temporada 2018-2019 regresó a Anaitasuna, donde ahora se retirará.