Nadie duda de que, a día de hoy, el Barça es intratable en la Liga Asobal. Sólo el Bidasoa, segundo en la tabla, ha sido capaz de rascarle un punto al indiscutible líder y fue en la jornada 1. Un empate que supo a victoria a los irundarras. Ahora, ese equipo o constelación de estrellas aterriza en Pamplona, donde les espera este sábado (19.00 horas) un Helvetia Anaitasuna que es muy consciente de que ganar es casi una utopía, pero no por ello dejará de competir, de intentarlo y de tratar de brindar a su afición el mejor partido posible.

Los de Quique Domínguez, que exhiben su gran fortaleza en casa –han sumado siete de los últimos ocho puntos en juego–, llegan a la cita tras perder precisamente en Irun la semana pasada y con el equipo mermado por las ausencias de jugadores como Marco Moreno, Ernesto Goñi o Nicolás Bonanno, esta especialmente significativa en defensa. Pese a ello y a la entidad del rival, el técnico del Helvetia tiene muy claro que su equipo saldrá “a pelear” el choque y “a tratar de hacer el partido más digno que seamos capaces, con arreglo a nuestro juego. Después, el marcador dirá lo que diga. A la hora de jugar contra el Barça, lo planteamos igual. Y las intenciones y los objetivos son los mismos”. 

Quique Domínguez lo tiene claro: “Plantear un partido con ritmo alto al Barcelona a lo mejor es suicidarse, pero va a ser así”.

Ante la pléyade de nombres “con capacidad y calidad” como Dika Mem, Blaz Janc, Luis Frade, Richardson, Thiagus Petrus –que regresa a la convocatoria tras recuperarse de una lesión– o Pérez de Vargas y Emil Nielsen, “la mejor portería del planeta”, el Helvetia optará por “Kaki (Iñaki Martínez), Pablo Itoiz, Aitor Albizu, Redondo, Aitor García, Álvaro Gastón, Josu Arzoz o a Xavi González” –es decir, la mayoría navarros y canteranos–, “y lo vamos a hacer con mucho orgullo y ojalá con muchas posibilidades de hacerles frente”, apunta el preparador gallego.