Con 17 años, Antonio Bazán debutaba en la Liga Asobal con la camiseta del Helvetia Anaitasuna. Ironías del destino, lo hacía contra el Barça, equipo en el que juega ahora, y en el Palau, donde tiene en el vestuario una taquilla personalizada con su nombre –en concreto pone Toni– entre las de Emil Nielsen y Thiagus Petrus. El pivote de Zizur Mayor, de 28 años, se marchó a finales de la pasada temporada de Pamplona, del equipo que capitaneaba, para continuar con su residencia como médico en el Institut Guttmann de Badalona, en la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación. Este sábado, a las 18.15 horas, el jugador navarro –campeón de la Supercopa Ibérica y que ha debutado incluso en la Champions League– vuelve a casa para jugar ante sus excompañeros y amigos.
¿Cómo está viviendo los días previos a volver a Pamplona?
Esta semana la verdad que con nervios, con muchas ganas de volver a jugar a casa. Desde que salió el calendario de Liga es el partido que tenía señalado, el que más me importaba, por si había posibilidad de jugar en Pamplona. Es cierto que tenemos partido de Champions el jueves y es el que estamos preparando. Luego iremos a por el del sábado. Para mí es una semana emocionante.
¿Ha visualizado ya el momento de saltar a la pista? ¿Cómo espera el recibimiento?
Ni idea, no sé cómo me recibirán. Yo saldré con mucha ilusión. Tendré que estar concentrado para no distraerme. Pero al final son muchos años allí y recuerdos muy chulos. Mis amigos y mi familia van a ir, y será un momento bonito.
¿No se le va a hacer raro jugar en Anaitasuna con una camiseta que no es la verdiblanca?
Sí, se me va a hacer rarísimo. Voy a jugar como rival en una pista en la que he entrenado desde los 17 años, contra mis compañeros y mis amigos. Será raro ir a otro vestuario que no sea el local. Pero se han dado así las cosas y es una experiencia a disfrutar.
¿Cómo ve el choque?
Será un encuentro muy duro, independientemente de cómo esté ahora en la clasificación. Siempre que el Barça va a jugar a Pamplona, Anaita ofrece partidos muy serios. Con la intención de ganar y con ganas de imprimir su carácter. Al margen de cómo esté la clasificación, Anaita va a plantear un partido para ganar.
¿Qué le está pareciendo el Helvetia esta temporada?
He visto bastantes partidos. Están jugando desde la garra, el esfuerzo y todo lo que se le presupone a este equipo. No hay ninguno en el que no hayan competido. La pena es que no se haya traducido en más puntos, pero creo también que al equipo hay que darle un poco de tiempo, porque ha habido bastantes cambios. También se ha producido alguna lesión que al final es importante, porque te impide jugar con todos. Sobre todo, destacaría el trabajo defensivo que está haciendo. Mirando los números, es uno de los conjuntos menos goleados. Eso habla de toda esa energía, entrega y lucha que pone en defensa. Es una de las señas de identidad del equipo y uno de los aspectos por los que nos sentimos orgullosos cuando lo vemos jugar. Independientemente del resultado, el derroche es terrible.
“Anaita está jugando desde la garra, el esfuerzo y todo lo que se le presupone a este equipo. La pena es que no se haya traducido en puntos”
Se incorporó al Barça con la idea inicial de entrenar y, ‘a lo mejor’, disputar algún partido. Pero está jugando bastante, incluso Champions. ¿Qué tal la experiencia?
Sí. Inicialmente era ir, aportar lo que pudiera y mantener yo un poco la forma. Pero al final este equipo tiene muchos partidos en varias competiciones y he podido entrar en las rotaciones, sobre todo en la Liga. En Champions no he tenido casi minutos, al final el nivel es muy alto. Aporto lo que puedo y doy el cien por cien. Es una experiencia increíble. Es un equipo y una forma de jugar distintos. Exige mucho y también me está viniendo bien a mí como jugador para aprender otras cosas.
En la Champions también ha debutado.
Entré en la convocatoria contra el Pick Szeged, pero no jugué, y debuté contra el Kielce. Estuve dos minutos o minuto y medio (se ríe).
Pero ahí quedará para siempre. ¿Cómo es jugar en la máxima competición europea de clubes?
Me hizo mucha ilusión. Era un partido al que fuimos con una baja muy importante como la de Dika Mem, el capitán y mejor jugador del mundo. El pabellón estaba lleno y la presentación fue espectacular. Me hizo mucha ilusión y encima ganamos.
He visto que incluso tiene una taquilla con su nombre en el vestuario en el Palau, entre la de Emil Nielsen y la de Thiagus Petrus.
Cuando lo vi me hizo ilusión. Nunca había tenido una taquilla personalizada en el vestuario (se ríe).
¿Cómo es compartir día a día con los mejores jugadores del mundo?
Yo había jugado contra ellos o había coincidido con alguno en la selección. Llegas ahí e impone un poco respeto, porque sabes lo buenos que son. Pero la acogida fue muy buena. La gente muy maja y tratando de facilitar las cosas. Te hacen sentir muy cómodo. Luego vas a los viajes, la gente busca a Dika Mem o Gonzalo Pérez de Vargas, y te das cuenta realmente de dónde estás y la importancia que tiene a nivel balonmanístico y deportivo.
Juega con el Barça y a la vez se forma como médico. ¿Cómo son sus días? ¿Tienen horas suficientes?
Sí, sí. Inicialmente parecía que iba a ser más complicado para compaginar, pero al final no ha sido así. A las mañanas voy al hospital o voy a entrenar, y luego vuelvo al hospital. Así cumplo con las horas y con la formación. Además, no estoy viajando en muchos partidos de la Champions, así que voy más al hospital. Desde el Institut Guttmann se están portando muy bien, lo están entendiendo. Incluso estuve mes y medio con un médico de Pamplona, el doctor Rivas, y ahora estoy con otro médico, el doctor Benito, que también estudió la carrera allí. Nos juntan a los de Pamplona por aquí (se ríe).
¿La residencia bien?
Sí. Este es un centro especializado en lesión medular y daño cerebral, patologías complicadas. Hay veces que son situaciones difíciles, pero es agradecido ayudar y aprender. Aquí se trata muy bien a los pacientes, es un centro puntero en Europa y hay profesionales muy buenos. Se trata de abordar toda la esfera del paciente, no sólo desde el punto de vista médico, sino también psicológico o social. El otro día hubo unas jornadas de deporte en el Institut Guttmann y estuve probando balonmano en silla de ruedas. Muy chulo, pero difícil. Es un centro muy importante a nivel médico y humano.
“Acabo en diciembre la formación y luego habrá que ver qué plan llevo. Termino la residencia en 2025. Hasta ahí puedo leer, porque no lo sé”
La idea es que su formación termine en diciembre y luego volver. No sé si se mantiene.
Acabo en diciembre y luego habrá que ver qué plan llevo. Yo termino mi residencia en 2025 y a ver. Hasta ahí puedo leer, porque no lo sé.