Con dos prórrogas, 14 lanzamientos desde los 7 metros, muchos nervios y dos equipos que acabaron interpretando una oda al balonmano. Así fue el desenlace de la final del Mundial juvenil de Egipto disputada este domingo en el Cairo Stadium Hall 1, en la que Alemania se proclamó campeona tras vencer por 40-41 a la selección española de Nacho Moyano, técnico de Anaitasuna, que acabó colgándose la medalla de plata tras un excepcional campeonato.
El combinado germano se acabó llevando el título –cuyo vigente campeón era España, logrado en 2023 en Croacia–, pero este pudo decantarse por cualquiera de los dos países. Porque ninguno aflojó. Los dos supieron reponerse en los momentos de debilidad y engancharse cuando hacía falta a un partido extremadamente igualado.
El tiempo reglamentario concluyó con empate a 27 tras un duelo en el que los Hispanos juveniles desplegaron durante la primera parte una defensa de ensueño, magia en la portería con David Faílde y una eficacia ofensiva sustentada en Quim Rocas, Oriol San Felipe y Aldo Pagliotta. Con estos mimbres, y después de haber dispuesto de rentas de cuatro goles, la ventaja era de dos al descanso (16-14).
En el segundo tiempo Alemania reaccionó aprovechando su fortaleza defensiva y la falta de acierto de cara a la portería de España. Las paradas de Faílde fueron claves para que el choque terminase 27-27.
El cetro mundial se iba a decidir en el tiempo extra. Hubo una primera prórroga, de diez minutos, que acabó 31-31. Y una segunda, idéntica en tiempo, que concluyó empate a 36. Los lanzamientos desde los 7 metros se convirtieron en el juez de la final, con España sin un tirador potencial como Marcos Fis después de ver la exclusión. Tras los cinco estipulados, donde los dos conjuntos igualaron, llegó la muerte súbita. Hugo Vila marcó para España, Kleinsteuber para Alemania, Collado erró ante el portero y Jan Grüner dio el gol del título a los germanos.
Con todo, los Hispanos de Moyano se alzaron con una plata de muchos quilates tras un gran torneo en el que Dinamarca se colgó el bronce tras superar a Suecia en la final de consolación (31-33).