La selección española femenina de balonmano –con las navarras Lysa y Lyndie Tchaptchet en sus filas– debuta hoy ante Paraguay (18.00 horas, Teledeporte) en el Mundial de Países Bajos y Alemania, en el que aspira a dar un paso más en el camino que debe llevarle a volver a pelear por las medallas en el Mundial de España 2029.
Un podio que ahora se antoja muy lejano para las de Ambros Martín, como dejaron claro las derrotas encajadas durante la fase de preparación ante Noruega, la vigente campeona olímpica y continental, por un contundente 41-19; y ante Hungría, bronce en el último Europeo, por 37-28.
“Es una selección muy joven que prácticamente va a jugar su segundo campeonato juntas y, por tanto, necesita más tiempo de maduración, pero creo que en este último año hemos evolucionado considerablemente y queremos demostrar esa evolución en este Mundial”, señaló Ambros.
Una progresión en la que España ya ha dado el paso más importante: encontrar un estilo de juego que la haga reconocible, una filosofía de juego que se puede definir en dos palabras: defender y correr.
“La idea es que, a través de una defensa activa que se anticipe a los rivales, podamos recuperar balones y sacar provecho al contraataque”, explicó Ambros Martín.
Intensidad defensiva que tiene su mejor reflejo en el agresivo 5/1 que permitió a Las Guerreras dar la vuelta a un partido que parecía tener perdido e imponerse por 27-29 ante Serbia –equipo con el que podría volver a enfrentarse en la segunda fase del Mundial– en la única victoria de la fase de preparación.
Pero el equipo español no sólo apuesta por la velocidad con defensas abiertas, sino que en ataque parece haber perdido el miedo al lanzamiento exterior con jóvenes jugadoas como Carmen Arroyo, de 21 años y 180 centímetros, de Ester Somaza, de 21 años también, y, sobre todo, de Danila So Delgado, de 24, la nueva cañonera del equipo español.
“Ahora tenemos jugadoras que pueden lanzar de atrás en el ataque posicional y ésa es una alternativa que quizá antes no teníamos”, destacó Ambros Martín, que no ha dudado en dar el máximo protagonismo a la jugadora del Gloria Bistrita rumano, que promedia más de 5 goles por partidos en la Liga de Campeones.
Rostros de la nueva España a los que el seleccionador ha querido rodear de jugadoras mucho más experimentadas, como la central Alicia Fernández o la extremo Maitane Etxeberria, que no formaron parte del equipo que disputó el pasado año el Europeo de Austria, Hungría y Suiza, en el que Las Guerreras no pudieron pasar de la primera fase.
Experiencia que se une a la ilusión con la que afrontarán su debut en una gran cita internacional la portera Lucía Prades, de 24 años, la extremo izquierdo Lisa Oppedal, de 21, o la lateral derecho Maddi Bengoetxa, de 25.
Mimbres con los que Las Guerreras tratarán de alcanzar unos cuartos de final que se antojan, pese a que ni las jugadoras ni ningún miembro del cuerpo técnico se ponen límites, el techo de un equipo español inmerso en pleno proceso de reconstrucción.
Para ello, las de Ambros Martín deberán superar una ronda inicial en la que España se medirá en la ciudad alemana de Tréveris con las selecciones de Paraguay, Islas Feroe y Montenegro.
Ni el conjunto paraguayo, que cuenta entre sus principales referencias a las jugadoras del Atlético Guardés Jazmín Mendoza y Ariana Portillo o la central del Grafometal La Rioja Fernanda Insfrán, ni Islas Feroe, que debuta en un Mundial, deberían suponer, a priori, un obstáculo insalvable para el conjunto español.
Todo lo contrario que Montenegro, 7º en el último Mundial, y que obligará a las Guerreras a mostrar su mejor versión si quieren derrotar a un rocoso equipo que cuenta en la cañonera Durdina Jaukovic como su máxima estrella.
Un triunfo que se antoja indispensable para acceder a la segunda fase en la que se cruzarán con los tres primeros clasificados del Grupo C, presumiblemente Alemania, Serbia e Islandia, con la obligación de acabar primeras o segunda para jugar los cuartos de final.
“El objetivo es competir con todos los rivales que nos vamos a encontrar por delante, independientemente del nombre o del ranking del rival. Debemos pensar en nosotros”, concluyó el seleccionador español.