Budweiser es la marca de cerveza oficial del Mundial de Qatar, con un patrocinio acordado con la FIFA que alcanza los 73 millones de euros. Pero la marca alemana de origen checo se llevó un varapalo al decidir las autoridades qataríes prohibir el consumo de alcohol en los estadios de fútbol y en sus inmediaciones a sólo dos días del comienzo de la competición.

La FIFA tuvo que aceptar la medida tomada por Qatar y eso no gustó a Budweiser, que publicó un escueto tuit que decía “Bien, esto es incómodo” y que lo borró poco después. La cervecera rápidamente asumió que no podía luchar contra las estrictas normas qataríes y tomó una decisión sobre las decenas de miles de cervezas que había desplazado a Qatar para abastecer a los aficionados.

El tuit que Budweiser publicó (y después borró) ante la prohibición de las autoridades qataríes de vender alcohol.

El tuit que Budweiser publicó (y después borró) ante la prohibición de las autoridades qataríes de vender alcohol. Twitter (@Budweiser)

Al no poder venderlas al público, Budweiser ha decidido que entregará todas al equipo que se haga con la Copa del Mundo. “El equipo que gane se llevará las Buds. ¿Quién las conseguirá?”, publicó la cervecera en su cuenta de Twitter, adjuntando una foto en la que salen miles de bebidas empaquetadas, lo que hace ver la magnitud del premio extra que se llevará el vencedor. Habría que ver qué sucede en el hipotético caso de que ganara, por ejemplo, Arabia Saudí...

Eso sí, como casi todo en este Mundial con dinero se pueden cambiar las normas. Quien acuda a los lujosos palcos de los estadios podrá consumir no sólo cerveza, sino también champán, los mejores vinos y todo tipo de licores. Evidentemente no estarán al alcance de cualquiera. Uno de esos palcos cuesta a partir de 22.000 euros por un único partido.