Hay casas en las que la tapa del inodoro está siempre bajada y otras en las que algún miembro de la familia olvida siempre bajarla. Pues bien, ahora después de conocer un estudio de la Universidad de Colorado se puede certificar que no es aconsejable dejarla subida. Es más, que conviene bajarla siempre antes de tirar de la cadena (o de accionar la cisterna, que pocas cadenas quedan ya).

Ya había quienes aconsejaban hacerlo, pero ahora se ha evidenciado más al utilizar unas luces láser que muestran lo que sucede al accionar la descarga de agua. Se ha publicado en la revista Scientific Reports y el vídeo con las luces láser no deja lugar a dudas. “La gente sabe que los baños emiten aerosoles, pero no había podido verlos”, asegura John Crimaldi, uno de los científicos que participó en el proyecto de la universidad estadounidense.

En el vídeo, los investigadores muestran cómo pequeñas gotas de agua, que a simple vista son invisibles, salen disparadas rápidamente al tirar de la cadena. Y si el inodoro no tiene la tapa puesta, estas partículas pueden alcanzar una altura de 1,5 metros y una velocidad cercana a los 2 metros por segundo. "Si es algo que no puedes ver es fácil fingir que no existe. Pero cuando veas estos vídeos nunca más volverás a pensar en descargar el inodoro de la misma manera. Esperábamos que estas partículas de aerosol simplemente flotaran, pero salieron como un cohete. El objetivo del inodoro es eliminar de manera efectiva los desechos de la taza, pero también hace lo contrario: rocía una gran cantidad de contenido hacia arriba", afirma Crimaldi.

Este científico y sus compañeros de experimento dejan claro que ellos no son epidemiólogos, pero aun así es fácil pensar que los aerosoles que expulsa el inodoro puedan transmitir enfermedades infecciosas como el coronavirus o la gripe, así como bacterias como la del E.coli o la salmonela. "Al descargar el agua, los inodoros expanden patógenos presentes en las heces”.