Los mapas de carreteras pasaron a mejor vida con la llegada de los navegadores a los coches, ya fueran aparatos externos, integrados en la pantalla del vehículo o en el propio teléfono móvil. Y hay que reconocer que han facilitado mucha la vida a los conductores al no tener que pensar ni rastrear carreteras para encontrar el camino más rápido entre dos puntos, al recalcular la ruta cuando hay obras, atascos o cuando nos equivocamos y nos saltamos una salida y al guiarnos en todo momento con indicaciones visuales o sonoras.

El navegador más popular hoy en día es Google Maps, y la voz de quien realiza las indicaciones ya se ha convertido en familiar para muchos conductores. Una voz neutra grabada por una persona real con la intención de no distraer y no generar rechazo entre los usuarios.

¿Qué le pasa a la voz de Google?

De ahí que haya sorprendido lo que ha compartido un usuario de X (antes conocido como Twitter): Jeffrey Dahmer ha subido un vídeo en el que alguien dentro de un coche graba lo que dice la voz del navegador al circular por una calle de la localidad gaditana de Conil de la Frontera. “La voz de Google al pronunciar la calle Fuente Gallo”, escribe en la publicación.

“Dentro de 200 metros en la rotonda continúa recto para seguir por Fuente Gallooooo”, se escucha, con la voz haciendo un gallo en la palabra ‘Gallo’, lo que provoca las carcajadas de los usuarios del coche.

Responde la 'dueña' de la voz

Ante la popularidad que ha adquirido el vídeo, que acumula un millón de visualizaciones, la responsable de poner voz al navegador de Google, Nikki García, ha respondido con otra grabación en la que trata de arrojar luz sobre lo sucedido. “Yo nunca he grabado nombres de calles, ¿vale? Eso está construido, está pegado. Entonces yo no tengo culpa de cómo pronuncia. Nadie que graba un sintetizador tiene culpa de cómo pronuncia ciertas cosas", afirma.

Y explica cómo ese sonido ha llegado a los navegadores. “Lo que sí hice, por ejemplo, era cantar, grabé varias canciones, y había una en la que me pedían que soltara un gallito. ‘Si me lo pides te suelto hasta un gallooooo”, canta, haciendo precisamente “un gallito por la gracia. Y de repente hubo un bug, o a lo mejor lo hicieron aposta, no lo sé, y a todas las calles de España que tenían la palabra ‘gallo’, que hay varias, les pusieron la palabra ‘gallo’ de la canción”.