El cartel que ha puesto la Universidad de Granada ante lo que pasa con los padres de alumnos

Es absolutamente normal que en una universidad haya carteles colgados en los que se informa de normas, de fechas de exámenes, de una próxima conferencia, de ofertas de prácticas y un largo etcétera de cosas. Aunque hoy en día se comunica casi todo a través del correo electrónico, de redes sociales o de las web oficiales, las notas colocadas en un tablón de anuncios siguen siendo un modo sencillo y muy visual de avisar de algo.

Cartel en Granada

Uno de esos carteles se ha vuelto viral en las redes sociales. Ha aparecido en la Universidad de Granada y lo ha subido a X Daniel Arias Aranda, catedrático de Organización de empresas de ese centro educativo. “Cuando en la universidad es necesario poner este cartel es que algo está fallando. Querido alumno: Soluciona tus propios problemas y no mandes a papá y mamá. Recuerda, la mayoría de edad en España es a los 18", ha escrito.

En el post, lógicamente, aparece una foto del cartel, que está colgado con cuatro chinchetas en un corcho y tiene impresos los logotipos de la Universidad de Granada y de la Facultad de Ciencias de la Educación. Y escrito a ordenador se puede leer lo siguiente: “El Vicedecanato de Prácticas NO ATIENDE A PADRES (así, en mayúsculas). Todo el alumnado matriculado en Prácticas es mayor de edad”.

Un mensaje corto pero muy contundente, que da a entender que han tenido que lidiar con padres de alumnos que probablemente sus hijos enviaban para quejarse por alguna cuestión de las prácticas que estaban realizando.

División de opiniones

El mensaje se ha hecho mucho más viral al ser publicado posteriormente en otras cuentas y en menos de 24 horas se acercaba al millón de visualizaciones en la red social antes conocida como Twitter, en la que, como siempre, hay una división entre los tuiteros que están a favor del cartel y los que se oponen.

Entre los primeros, alguno ha vivido situaciones parecidas. “Nada me sorprende desde que una amiga que trabaja en recursos humanos en una empresa me dijo que vinieron unos padres a hablar con ella porque su hijo tenía alguna queja sobre el desarrollo del puesto de trabajo. El hijo en cuestión tenía 34 años. Están criando retrasados mentales...”, dice una tuitera.

“En esa misma universidad he visto a padres y madres farmacéuticos, con farmacias, usando su influencia en los departamentos de Farmacia porque su hijo no aprueba ni una asignatura”, explica otra.

Entre quienes están en contra, una tuitera imagina una posible conversación: “No atendemos a padres”, diría la universidad. “Es mi abogado y viene por lo de la explotación laboral en las prácticas”, respondería el alumno.