El listón sube... pero no da vértigo
Euskaltel se presentó con dos grandes objetivos: el podio del Tour con Samuel Sánchez y el triunfo de la Vuelta en su regreso a Euskadi con Igor Antón, que también buscará brillar en el Giro.
"2010 fue un año redondo, en el que todo nos salió según lo planificábamos; a veces incluso mejor, y logramos buenos resultados -17 victorias-. No es fácil que se repita, sobre todo si nos fijamos en las victorias, pero la suerte hay que buscarla y vamos a seguir la misma línea de trabajo". Igor González de Galdeano, a quien pertenecen estas palabras, afronta su segunda campaña como manager general de Euskaltel-Euskadi, y lo hace, inevitablemente, con una mirada de reojo en el retrovisor, en Arantzazu, adonde acudió el equipo el pasado miércoles y en donde nació todo allá por 1994. Un año después, el gasteiztarra llegó como ciclista a la Fundación Euskadi. "Este equipo no se puede comparar con aquel, aunque mantenga la filosofía de correr con ciclistas de casa y de proyecto de país. Los objetivos han cambiado. Entonces, la Fundación trataba de asentarse, de crecer, y ahora estamos en el WorldTour, entre los mejores equipos del mundo y la exigencia es máxima".
Como lo es su ambición, escenificada ayer en el Teatro Principal de San Sebastián. Con 23 ciclistas y con el menor presupuesto de las formaciones con licencia ProTour -no llega a los 7 millones de euros-, Euskaltel-Euskadi pedalea ya por su decimoctava campaña en el pelotón, en la que volverá al Giro de Italia tras dos años de ausencia y perseguirá dos hitos nunca alcanzados: el podio del Tour de Francia con Samuel Sánchez -en París, porque una posible descalificación de Contador no permitiría saborear como merece el ascenso al cajón del asturiano en la pasada edición- y la victoria de la Vuelta a España con Igor Antón, esa que es más que probable que no llegara al zurrón naranja al tropezar camino de Peña Cabarga.
"Preparados" para la pelea "Sinceramente, creo que son dos objetivos a nuestro alcance, otra cosa es que los consigamos. Igor y Samuel han demostrado que tienen calidad para luchar por ellos, pero es que además veo al equipo preparado para arroparles", agrega Galdeano. ¿Y el Giro, la gran cuenta pendiente del equipo en su historia? "Antón solo lo ha corrido una vez, y no podemos pensar en el podio. Pero sí en buscar un triunfo de etapa", reflexiona Galdeano, que en Italia tendrá ciclistas como Nieve o Izagirre.
Estos "tres retos" elevan el listón naranja a sus cotas más altas. Pero esa altura no da vértigo, pero tanto el alavés como Miguel Madariaga, jubilado del equipo pero siempre unido a él, piden mesura: "No podemos olvidarnos de quiénes somos. No somos más que nadie, pero, en determinados momentos, sí podemos pelear de tú a tú con los mejores, y con nuestras armas". Y los poderes naranjas son la "unión" entre los corredores, las "ideas claras" en los roles de cada uno, y "la ilusión", ese valor intangible pero vital que concede el ser un equipo de casa y un proyecto de país. Una vuelta a aquellos orígenes que ya aparecían impregnados en aquella foto bautismal de Arantzazu en 1994.
Quizá por ello, Euskaltel-Euskadi firmó en 2010 la que probablemente sea su mejor campaña de la historia, por encima incluso de aquel inolvidable 2003 que desencadenó en un sonoro batacazo solo doce meses después. Diecisiete triunfos firmó la escuadra vasca en 2010 y, lo que es más importante, lo hizo con ocho ciclistas diferentes: Samuel Sánchez (5), Igor Antón (4), Koldo Fernández de Larrea (2), Gorka Izagirre (2), Pablo Urtasun (1), Beñat Intxausti (1), Rubén Pérez (1) y Mikel Nieve (1).
pocos cambios en la plantilla Todos ellos continúan en la plantilla, salvo Intxausti (al Movistar), una de las tres bajas respecto al pasado año junto a Aitor Galdos (al Caja Rural) y Sergio de Lis (cuelga). Las tres ausencias han generado otras tantas altas: Pierre Cazaux, el tercer ciclista de Iparralde tras Thierry Elissalde y Sicard, que llega de la Française des Jeux; más los jóvenes Ion Izagirre y Mikel Landa, dos perlas que proceden del Orbea y que también abren las puertas para soñar que el pasado año traspasaron Gorka Izagirre, Jonathan Castroviejo y el propio Sicard, por donde pasa no ya el futuro de Euskaltel-Euskadi, sino también el de gran parte del ciclismo euskaldun.
Para ello, la formación más antigua del pelotón -sin modificar su estructura- debe garantizarse su continuidad. En el año en el que las instituciones -Gobierno Vasco- traerán a Euskadi la Vuelta a España, la formación debe seguir sentando las bases de su continuidad, de momento garantizada para una campaña más. Todo pasará por otro ejercicio "tranquilo. Solo pido eso, un año sin sobresaltos. Lo demás, el trabajo y la ilusión, ya lo pondremos nosotros", desea Madariaga.
Consciente de la filosofía del equipo, el de Lemoiz, despojado de grandes responsabilidades en Euskaltel-Euskadi, se centrará en sembrar el vivero. "El conjunto profesional ha crecido y ahora lo que tenemos que hacer crecer es la base para poder abastecer al primer equipo", que en las dos últimas campañas ha incorporado del Orbea a unos corredores que justifican toda inversión a la espera de su explosión. Que esta llegue en el equipo de casa.