“Ojalá que la victoria en la Vuelta a Palencia me haga estar el año que viene en un equipo profesional”
Víctor Etxeberria (Estella, 22), que formó parte del conjunto Continental Euskadi, se proclamó campeón de la prestigiosa Vuelta a Palencia el pasado lunes con Caja Rural
pamplona - En la general de la Vuelta a Palencia vencieron los navarros Koldo Gil (1999) y David Villa (2000), que después tuvieron exitosas trayectorias en profesionales. El vencedor en 2014, el leonés Miguel Ángel Benito, es en 2015 profesional con el Caja Rural.
Consiguió ganar la general de la Vuelta a Palencia ganando la primera etapa. ¿Cómo le fue la carrera?
-Bueno, la primera etapa me metí en una fuga en el kilómetro diez, más o menos. Una fuga un poco grande, de 13 corredores, en la que yo pensaba que no teníamos mucho futuro y al final poco a poco se fueron dando las circunstancias perfectas, esprinté en cuanto vi la montaña y la gané. Yo pensaba que el pelotón había reducido mucho la distancia y estábamos prácticamente cazados. Pero me dijeron que en la parte antes de la montaña conseguí meter tiempo al pelotón. Fue en ese momento cuando decidí apostar, a pesar de estar a 90 kilómetros del pelotón, y eché el resto, salió bien, llegué y me puse líder.
¿Cómo consiguieron mantener esa ventaja durante las etapas restantes?
-Durante el resto de las etapas nos dedicamos exclusivamente a mantener el liderato, que no fue nada fácil. Yo ya sabía que la mayoría de la gente me iba a atacar y el equipo estuvo de diez conmigo, apoyándome en todo momento. Gracias a ellos, supe controlar muchas situaciones. También hay que decir que el día más duro de toda la vuelta, en San Gregorio, yo me encontraba muy bien de piernas y pude responder. Al final, tenía un minuto y once segundos, que es una ventaja relativamente amplia, con la que se podía jugar y gestionar con cierta comodidad.
¿Qué sensaciones le deja el haber conseguido ganar una vuelta tan importante para el ciclismo amateur?
-La verdad es que es una satisfacción increíble, porque llevo todo el año nadando hacia delante. No conseguía rematarlo, no conseguía ganar y bueno, ha llegado un triunfo que puede ser mucho más de lo que me esperaba.
¿Cómo fue el haber estado el año pasado en un equipo continental, semiprofesional y este año volver a amateur?
-Finalmente, el año pasado tuve la suerte de que contasen conmigo en un equipo continental. Al final, quieras que no, te da mucha experiencia, el equipo desapareció y decidí este año volver a amateur para poder volver a calificarme, ya que todavía soy muy joven como para plantearme dejar la bici.
Supongo que será su objetivo pero, ¿se plantea el volver la próxima temporada a un equipo profesional?
-Hombre, como bien has dicho, es por lo que se lucha y por lo que lucha el resto del pelotón. Es el objetivo de todos los corredores, por lo menos de la mayoría de los que corren en amateur. Y, bueno, ojalá que la victoria en la Vuelta a Palencia me haga estar el año que viene en un equipo profesional. Yo lo estoy haciendo de la mejor manera posible, intentando demostrar que valgo para ser ciclista. Ya el resto no depende de mí, yo me tengo que centrar en dar lo mejor de mí.
Muchos ciclistas, que son en la actualidad profesionales, ganaron la Vuelta a Palencia en su época amateur. ¿Espera tener la misma proyección?
-Está claro que tanto Bidasoa como Vuelta a Palencia son las dos vueltas más prestigiosas del calendario sub-23. Son las dos vueltas que todo el mundo prepara. Entonces, al final, ganar ahí demuestra la calidad. Es un triunfo muy especial para mí, y más sabiendo que muchos de los profesionales actuales han pasado por esta Vuelta dejando su nombre marcado.
Estamos en la recta final de la temporada. ¿Le queda alguna prueba importante?
-Queda un mes de temporada, ya estamos a finales. Yo creo que correré la Vuelta a Valencia y luego quizá Galicia y alguna más. No sé muy bien lo que haremos. Algunas carreras por Navarra seguro que también.
¿En qué momento sabrá usted cuál va a ser su futuro para la próxima temporada?
-Eso es algo muy difícil de saber a estas alturas de la temporada, ya que hay muchos factores de por medio. Está claro que lo ideal sería saberlo ya, porque estamos en una incertidumbre constante y es una situación muy incómoda. Pero bueno, yo el año que fiche por el Euskadi (Continental) no lo supe hasta entrado casi enero.
¿Qué ha sido lo más difícil para usted durante los años que lleva compitiendo como ciclista?
-He tenido momentos muy difíciles. Cuando estuve en segundo año tuve un momento bastante difícil, preparé muy bien Bidasoa, llegaba estupendamente y me puse enfermo. Al final ves que todo el trabajo y el sacrificio que has hecho no obtiene la recompensa que debería por un factor ajeno a ti. Este año antes de Bidasoa también me puse enfermo y lo pase muy mal porque llegaba también muy bien. Había hecho unas carreras muy buenas antes de Bidasoa, que era uno de los objetivos del año, y es un cierto punto de impotencia. Son cosas que no controlas y el que el factor suerte este a tu favor siempre cuenta.
Terminó un grado superior y empezó una carrera que acabó dejando. ¿Se ha visto mejor este año que se ha dedicado al 100% al ciclismo?
-Hombre, este año sí que he andando mejor que los dos anteriores de amateur. Yo creo que los estudios y el ciclismo se pueden compaginar, el mayor problema son los horarios de competición. Yo, por ejemplo, estando en el Euskadi tenía que correr entre semana y tenía que perder muchas clases. En aficionado, sin embargo, se corre el fin de semana, habitualmente. Yo como no sabía qué iba a ser de mi futuro y ya teniendo un grado superior, decidí hacer un año de carrera y dejarlo con posibilidad de retomarlo en otro momento.
Algo más personal. ¿Quién es el que le acompaña y le sigue en todas las carreras?
-Hay mucha gente que esta detrás de mí. Esta mi familia, que siempre me ha estado apoyando, vienen a todas las carreras, son los que me aguantan en casa cuando se pasa mal y cuando las cosas salen bien también son los primeros que lo disfrutan. También esta mi preparador físico, que siempre está encima dándome muchos ánimos. Tampoco me puedo olvidar de los directores, que se preocupan mucho, y la gente del equipo, que son los que están arropándote en todo momento. A ellos son a los que les agradezco todo.