En la isla serena, en Mallorca, el amanecer del ciclismo en Europa con la Challenge, se espera la locura. El caos. La estampida. El campeonato de España, una carrera con entidad propia, descorcha un escenario en el que todo es posible. “Es una carrera muy especial. Se corre a palo limpio. Es un poco como cuando compites en aficionados o en juveniles”, coinciden Omar Fraile, campeón de ruta el pasado año en La Nucía, y Ion Izagirre, oro en contrarreloj.

Ambos pelearan por el laurel de la carrera de línea, que se disputa el domingo sobre un recorrido de 186 kilómetros entre Cala Millor y Palma. En la desembocadura, el pelotón dará cuatro vueltas al circuito de Palma para encarar en cuatro ocasiones la subida al Coll de San Creu, el punto caliente de una prueba fogosa. Una cita que acumula un desnivel de 2.500 metros.

“Es un tipo de carrera que me gusta especialmente porque es muy buena para los cazadores. Es divertida y dura a la vez”, destaca el de Santurtzi, que señala al de Ormaiztegi, campeón de ruta en 2014, como uno de sus rivales. “Ion está bien. Creo que también el Movistar irá a por todas y tiene como baza principal a Alex Aranburu. Luego está Adrià con el Kern Pharma. En mi caso me apoyaré en Carlos Rodríguez y Castroviejo para intentar revalidar el título”.

Izagirre también sitúa entre los dorsales a seguir al vizcaino. “Le va esa clase de circuito. A mí también se me adapta bien. Además hay que contar con Alex Aranburu, que puede ser el principal candidato. De todos modos, se trata de una competición en el que se abre el abanico de posibles ganadores por el descontrol”.

CAOS Y DESCONTROL

La dificultad de embridar un pelotón donde lo mismo se vertebran equipos con 15 corredores con otros con apenas tres o cuatro representantes y distinto potencial, disemina el sentido común. Lejos de los preceptos clásicos, se complica el orden y la lógica. Funciona con sus propias reglas el estatal, ajeno al patrón que define otras competiciones. “Es un tipo de prueba muy difícil de controlar simplemente por la diferencia que hay entre los equipos. Eso la hace especial. Obliga a estar muy atento”, describe Izagirre.

Además, existe un factor de considerable incidencia. “En una carrera loca son muchos los que piensan que pueden ganar. En una carrera normal ya se sabe quiénes son los favoritos y es muy difícil sorprender”, subraya Fraile. El actual campeón estatal de ruta considera no obstante que la dureza tiende a “separar el grano de la paja. Será una carrera de eliminación”. La propia idiosincrasia de la prueba, el hecho de correr de modo desordenado y caótico, tiende a endurecer la carrera.

MUCHO DESGASTE

Rememora Fraile la conquista del título del pasado año. El de Santurtzi lanzó a Aranburu, pero el de Ezkio, agotado, no pudo esprintar como sabe y se impuso el vizcaino. “Es un tipo de carrera que se hace muy dura y el que llega un poquito más entero tiene muchas posibilidades”. “Es una competición con mucho desgaste porque no hay respiro”, agrega Izagirre.

La clave es estar con opciones en el circuito final. La gente ya suele estar más tocada”, analiza el vizcaino. “Mi idea es aguantar la última subida y después tratar de jugármela. La recta de llegada es muy larga y da tiempo a recuperar incluso si has tenido que unirte en el descenso”, diserta Fraile. “Una vez estemos en el circuito hay que estar muy atento. Si te despiste se va la carrera”, expone el de Ormaiztegi.

ESTATAL DE COTRARRELOJ

Antes, Ion Izagirre tratará de retener el título de crono en la prueba que se disputa este viernes sobre un recorrido de 38, 5 kilómetros. “La primera parte del recorrido es exigente. El viento entra desde la izquierda, de costado y un poco en contra. Después hay un tramo de unos 15 kilómetros donde se ira rápido, con el viento favorable. Se va por una carretera ancha. El tramo final se encara en dirección contraria tras un giro en el que te encuentras el viento de cara y se hará duro”, detalla el guipuzcoano, que busca su tercera corona en la especialidad tras las de 2016 y 2021.

Físicamente llego bien tras el Tour de Suiza, donde fui de menos a más”, apunta Izagirre, que deberá medirse a Aranburu, Carlos Rodríguez o Juan Ayuso, que también se perfilan como opositores al triunfo. Xabier Mikel Azparren será la baza del Euskaltel-Euskadi e Igor Arrieta (Kern Pharma), campeón el pasado año en categoría sub’23, también buscará la victoria.