EL 4 de abril, ovillado, doliente y roto tras una espeluznante caída en el descenso de Olaeta, el futuro de Jonas Vingegaard, campeón del Tour en los pasados curso, se fundió a negro. En el accidente que marcó una dramática Itzulia, donde cayeron muchos, el danés se fracturó la clavícula derecha, varias costillas y padeció un neumotórax, la lesión que más preocupaba al equipo médico.

Atendido de urgencia en el Hospital de Txagorritxu, Vingegaard ingresó en la UCI. Doce días después, el 16 de abril abandonó el centro sanitario gasteiztarra con el brazo derecho en cabestrillo.

Vingegaard, en el momento de abandonar el hospital tras la caída en la Itzulia. Visma

A partir de ese momento, la prioridad del rey de los últimos Tours fue recuperarse para tratar de alistarse el 29 de junio en Florencia a la Grande Boucle.

Aquella imagen fue la primera postal. Desde el posado frente al hospital, en el que agradeció la atención recibida durante su estancia, las postales de Vingegaard se han ido sucediendo a modo de testimonio de su reconstrucción camino del Tour.

Hubo un tiempo en que las postales eran la forma de mantener contacto con los destinatarios con apenas unas frases en el reverso y una imagen del lugar, preferiblemente una vista estupenda, que situaban al emisario. 

Desde el 7 de mayo sobre la bici

Ese es el método empleado por el Visma para situar a Vingegaard. Rodeado de cierto secretismo, sin una información fehaciente de los progresos del danés, las elucubraciones rellenaron los huecos sobre del estado real del ciclista hasta que su equipo anunció su regreso a los entrenamientos el pasado 7 de mayo.

“Quiero intentar estar en la salida del Tour, no sé en qué estado, pero quiero estar allí”, dijo entonces el danés. Eran sus primeras salidas en bici. Después viajó a Mallorca, donde se le vio rodar el 20 de mayo, hasta que se instaló en el cuartel general del Visma en Tignes, Francia.

A casi 2.000 metros de altitud, con las montañas aún frías, abrazadas por la nieve, el danés descuenta las horas para ser de la partida el próximo día 29 en Florencia, donde el Tour izará su bandera amarilla, que caerá el 21 de julio en Niza, final de la carrera francesa debido a que París acogerá los Juegos Olímpicos pocas fechas después. Vingegaard no acudirá a la cita olímpica con Dinamarca. 

Benoot, Tratnik, Vingegaard, Laporte, Jorgenson y Van Aert, en la concentración. Visma

Quiere la tercera corona

Su presencia en el Tour, el deseo único del danés desde que saliera del hospital, es un incógnita que él y su equipo pretenden desvelar durante los próximos días. Apremia el calendario, pero da la impresión de que Vingegaard solo se presentará en Florencia si tiene opciones de conquistar por tercera vez la corona.

En ese proceso, concentrado el Visma en los Alpes franceses, uno de los preparadores del Visma recordó que la participación de Vingegaard está al 50%.

El 30 de mayo, el danés posaba con una sonrisa en Tignes al lado del coche de equipo. Las fechas de las fotos publicadas por el equipo constituyen, prácticamente, el único relato válido. Las imágenes son el testimonio de la puesta a punto del danés para el Tour de Francia. 

Apenas una semana más tarde, Vingegaard fue retratado nuevamente en la concentración. En esta ocasión, acompañado por Van Aert y Christophe Laporte, dos de los fijos para la carrera francesa.

Van Aert, Vingegaard y Laporte. Visma

Tachados Van Baarle y Kruijswijk, que se dañaron en el Dauphiné, Matteo Jorgenson, segundo en la prueba francesa, es otro de los afiles que estarán en el Tour.

El norteamericano podría ser la baza del Visma siempre que Vingegaard no esté en condiciones óptimas para retarse al Tour, que en su cuarta etapa exigirá al máximo la ascensión al Galibier. Sepp Kuss, el mejor gregario de montaña del danés, es otro de los ciclistas con plaza asignada en el Visma para acudir a la cita francesa. 

Buenas sensaciones

El sábado, Jorgenson publicó una fotografía de equipo en la que posaban sonrientes junto a Vingegaard, Benoot, Van Aert, Tratnik, Laporte y el propio ciclista norteamericano. Mientras transcurre la concentración en altura, Tim Heemskerk, uno de los preparadores de la formación neerlandesa, apuntó que “su nivel es suficientemente bueno para estar aquí y eso es positivo. Esta semana y la siguiente son esenciales”.

“Lo que también es importante es que tiene una sensación de vaya, estoy cada vez mejor y mejor preparado”. Si bien no es un sí al Tour, parece una buena señal. fechadas el 30 de mayo, 6 de junio y 16 de junio, se acumulan las postales de Vingegaard. Desde Tignes con amor.