Vuelta Ciclista a Pamplona Junior: epicidad en el Caballo Blanco

La 38ª edición de la Vuelta Ciclista a Pamplona Junior concluyó ayer con la cuarta y definitiva etapa de una carrera de primer nivel en el circuito competitivo estatal. Una etapa que arrancaba con todo por decidirse, con el alicantino Héctor Álvarez, dominante en Mutilva, a la cabeza. No obstante, el navarro Iker Gómez, con el dorsal 175 a la espalda y del equipo Quesos Albéniz, no iba a ponérselo nada fácil. Gómez ya consiguió hacerse con la etapa reina de esta Vuelta, la tercera, que tuvo su punto de salida y meta en la localidad de Undiano. Ambos corredores llegaban a la etapa de ayer con el mismo tiempo en la clasificación general individual, y el recorrido de 118,3 kilómetros iniciado en el Ayuntamiento de Pamplona y concluido en el Caballo Blanco de la capital navarra sería la última estocada en la pugna por hacerse con el maillot verde, que acredita como campeón de la Vuelta a Navarra 2024.

El recorrido de esta cuarta etapa, decisiva para la consecución de la 37ª edición de la Vuelta Ciclista a Pamplona, consistió de dos puertos de montaña de segunda y tercera categoría por el Alto de Orendáin en dos ocasiones. Los corredores llegarían al primero de ellos tras 25,38 kilómetros de carrera, a solo 12 kilómetros de la única meta volante puntuable de la cuarta etapa, situada en Mendigorría. Finalmente, Lucas Olvera, corredor con el dorsal número 88 y perteneciente al Team Torrent - Puerto Tadesan - Nuria, se hizo con la la general de metas volantes tras conseguir 5 puntos, los mismos que el ciclista con el 3 a la espalda y del equipo Iruki, Mattin Basurto. Asimismo, la etapa también tuvo un único sprint especial llegando a su kilómetro 63, a la altura del muro de Artajona.Esta mención individual se la acabó llevando Beñat Iñarra, corredor número 75, del plantel ULMA.

La etapa se resolvió con la victoria del ciclista Adur Arrizabalaga, del equipo AMPO, que además de esta etapa consiguió coronarse en la tabla general por equipo. 33 segundos bastarían a Héctor Álvarez e Iker Gómez para llegar a la línea de meta del Caballo Blanco tras Arrizabalaga, en un final de infarto al sprint donde Álvarez llegó primero pese a lograr el mismo tiempo que su principal perseguidor. Sin embargo, fue este factor el que acabó marcando diferencias y que hizo al benidormense campeón. Once horas, ocho minutos y 19 segundos tardaron ambos contendientes en completar los cuatro trazados.

La salida, con marcha neutralizada, tuvo lugar a las 17.00 horas desde el consistorio municipal de Pamplona, que serviría de antesala de la verdadera relanzada en la PA30 en dirección Arazuri tras 5,13 kilómetros. Iker Vélez, del equipo Bathco y con el dorsal 170 sobre su maillot, fue el primer escapado al filo del kilómetro 27, a 15 segundos del primer grupo perseguidor. Pasado el kilómetro 33, el corredor 170 ya fue absorbido por una cabeza de carrera de 30 unidades y cuya ventaja respecto al pelotón era de más de un minuto. Iker Gómez y Héctor Álvarez, conscientes de la situación de los escapados tras 87 kilómetros de carrera pasado por segunda vez el Alto de Orendáin, puerto de tercera categoría, se han visto en la necesidad de acelerar el ritmo y salir a los ataques con objeto de contrarrestar una diferencia que se abría hasta más de dos minutos. Ambos cumplieron con su cometido y cuajaron un gran final de etapa, llegando a la línea de meta en segunda y tercera posición respectivamente.

La estrategia de los equipos ha sido una de las claves para conseguir la victoria en una carrera azotada por el viento y las adversidades climáticas, además del escaso tiempo de descanso entre etapas, que también jugó una mala pasada a los líderes de la general producto de la fatiga acumulada.