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La ‘fuga-bidón’ de O’Connor

La ‘fuga-bidón’ de O’ConnorUNIPUBLIC/LA VUELTA

Dicen los entendidos en la cosa ciclista que la expresión fuga-bidón proviene de aquella lejanísima época (albores del siglo XX) en la que se permitía a los gregarios escaparse del pelotón para buscar (en bares, fuentes y demás) bebida y comida para sus jefes de fila. Y cómo, al filtrarse en una de esas escapadas, algún ciclista no solo ganaba la etapa sino que metía una minutada a las grandes figuras y acababa ganando en la general o, al menos, subiendo al podio.

Desde entonces se le llama así a toda fuga consentida en la que pasa algo parecido. Ha habido muchas, pero quizás las tres más importantes, por saldarse con triunfo final, fueron la de Walkowiak en el Tour 1956; la de Pereiro en el Tour 2006 (acabó segundo pero descalificaron por dopaje al vencedor Floyd Landis); y la de Giovanetti en la Vuelta 1990. Y a nadie le extrañaría que a esa lista se una Ben O’Connor gracias a la inexplicable apatía del pelotón en la etapa de este jueves. Menudo regalo.