Después de la multitudinaria protesta pacífica del pasado viernes por la noche, miles de marcilleses y marcillesas se han echado este domingo por la tarde de nuevo a la calle para “defender un pueblo seguro” y para decir “¡basta!” a los últimos actos violentos que se están viviendo en el municipio en torno al centro de menores.
Con silbidos y palmas, la ciudadanía ha exigido a viva voz el cierre del COA (Centro de Observación y Acogida) de menores. Y es que, aunque el Ejecutivo ha empezado a descongestionar este recurso, que sigue sobredimensionado, el hartazgo de vecinos y vecinas hace que esta decisión no les satisfaga.
Con salida desde la plaza de España, y con mucha presencia policial, tras llegar a los aledaños del centro situado en el antiguo convento, han leído un comunicado en el que han asegurado que “nos encontramos aquí no por odio, ni por rechazo, sino por dignidad, seguridad y justicia”. “Estamos aquí porque está pasando lo que todo el mundo sabía que iba a pasar; porque se ha llegado a una situación insostenible en nuestro pueblo”.
Un pueblo "generoso, solidario y humano"
Marcilla "es un pueblo que, durante años, ha demostrado generosidad, solidaridad y humanidad. Hemos acogido en nuestro municipio a menores extranjeros no acompañados, pero sentimos que se ha abusado de nuestra generosidad y por eso decimos alto y claro: ¡basta ya! Exigimos al Gobierno de Navarra que se deje de estudios, que se deje de intenciones y que actúe ya y ponga fin a este sin sentido. De no ser así, será el único responsable de lo que pueda pasar. Lo que en un inicio fue una muestra de solidaridad se ha convertido en una situación desbordada; robos, vandalismo, acoso, peleas, destrozos y miedo. Miedo a salir a la calle. Miedo a que nuestras hijas vuelvan solas a casa. Miedo a que cualquier noche se convierta en un infierno de ruidos, gritos o sirenas policiales. Marcilla ya no es un pueblo tranquilo".
De acuerdo con la ciudadanía, “el Ejecutivo ha creado un sistema en que los menores extranjeros no acompañados se sienten impunes y campan a sus anchas por nuestras calles; robando, acosando y destrozando la convivencia de nuestro pueblo. Tenemos derecho a vivir en paz. Tenemos derecho a que nuestros hijos e hijas puedan salir por la calle sin miedo a que los acosen, y tenemos derecho a que nuestros mayores puedan ir por ahí sin miedo a que les roben”.
Y, para terminar, han alegado que “no es xenofobia exigir seguridad. No es racismo pedir convivencia. No es intolerancia exigir que se respeten nuestras calles, nuestras casas, nuestras vidas; que respeten a nuestros hijos e hijas o a nuestros mayores”.
"Este pueblo ha dado más de lo que le corresponde. Y lo ha hecho con el corazón. Pero también decimos alto y claro: ¡basta ya! Exigimos al Gobierno de Navarra que cierre el COA de Marcilla y que lo cierre ya. ¿Qué más tiene que pasar para que se tomen decisiones? ¿A qué tenemos que esperar? Marcilla merece vivir en paz. Merece caminar sin miedo. Merece soluciones, no excusas. Hoy nos levantamos como pueblo; unidos, firmes y sin odio, pero con toda la fuerza que nos da saber que tenemos razón", han apuntado.
Comunicado unánime
La corporación de Marcilla al completo (PSN, UPN y Contigo Zurekin) también se ha pronunciado y, de forma unánime, ha mandado un comunicado en el que condena “de manera enérgica los altercados provocados durante estas últimas noches. Marcilla, con sus 3.000 habitantes, no puede asumir la presencia de cerca de un centenar de menores no acompañados en el COA; la situación es insostenible. Desde la apertura del COA, se han venido produciendo incidentes que han alterado la convivencia, siendo estos más habituales y más graves en el último tiempo. Exigimos al Gobierno foral el cierre inmediato del centro, y mientras esto no se haga efectivo, exigimos los recursos y la seguridad necesaria para el buen funcionamiento del mismo y la seguridad de todos los vecinos y vecinas. Entendemos y nos adherimos a la frustración de la población, a su derecho a la protesta y a la reivindicación, apelando al civismo que siempre ha caracterizado a nuestro pueblo".
Basta de generalizar
Por su parte, la comunidad islámica de Marcilla también ha expresado su preocupación y, además, ha condenado “cualquier acto de violencia, vandalismo o alteración del orden público, venga de quien venga” y, al mismo tiempo, “rechazamos categóricamente la estigmatización de un colectivo entero”. "Generalizar alimenta el odio y promover el miedo hacia jóvenes migrantes es injusto y peligroso. La comunidad islámica aboga por la convivencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de las normas que rigen la sociedad. Somos parte activa de Marcilla y de Navarra, contribuimos cada día al bienestar común, y creemos que los problemas se deben abordar desde el diálogo, la justicia y la responsabilidad compartida", ha indicado la comunidad.
Apoyo municipal
Asimismo, municipios como Cadreita, Peralta, Funes, Azagra o Villafranca también han trasladado su “solidaridad y apoyo” a través de sus Ayuntamientos. En todos los casos han mostrado su repulsa ante los hechos acontecidos.