Hace un tiempo llegó a nuestros dispositivos móviles la aplicación Primeran, con la que podemos disfrutar de contenidos audiovisuales en euskera, en una herramienta que viene a hacerse un hueco entre las plataformas de streaming. Su serie original, Itxaso -un drama de personajes con un marcado componente thriller rodado en euskera y producido por EITB y K 2000 (The Mediapro Studio)-, nos invita además a redescubrir nuestros territorios a través del surf y el mar, y acaba de dar el salto a Netflix. De esta nueva serie, y de su trayectoria de vida, nos habla uno de los protagonistas de este formato, el actor Jon Mendia, que aquí da vida a Peio.

Desde pequeño su pasión ha estado ligada al cine y la interpretación. Ya desde niño, ¿se imaginaba estar a ese lado de la pantalla?

-No, ni mucho menos. Yo era feliz teniendo el teatro como hobby. Lo que pasa es que te das cuenta de que es una forma de vida también, y es una lección de vida. Sobre todo la gente que se dedica a la interpretación tiene la virtud de que haya podido elegir. Con sus penas, porque es un oficio muy difícil, pero todo el mundo lo ha elegido. Estás ahí por voluntad propia, o eso quiero pensar. Entonces eso es mucho ganado. La gente que tiene pasión por su trabajo tiene mucho ganado. Creo que puede rendir mejor. Es dejar la puerta abierta y ver qué cosas vienen. 

Bueno, le ha venido Presunto culpable, Embarazados, Asesinato en la universidad, Altsasu... ¿Esperaba que llegaran todos estos proyectos? 

-Bueno, esperar no lo esperaba, la verdad. Son cosas que para mí eran un logro y un disfrute personal. Es verdad que en Itxaso el personaje de Peio está muy presente entre los ciudadanos de ese pueblo, Donibane, pero yo he sido feliz desde el primer minuto hasta el último. Cada rodaje es un regalo.

¿La experiencia de Itxaso cómo le llegó? Porque ha estado muy bien acompañado. 

-Sobre todo eso es lo fundamental. Para que un proyecto funcione seguramente lo más importante sea el equipo humano. Entonces, empezando desde el principio, estaba rodando una publicidad de Paramount Comedy en Madrid, y mi representante -Juan Carlos Navarro- me dijo que había salido una serie vasca en euskera. Me consiguió la prueba, la hicimos y salió el personaje. Y en cuanto a la compañía, yo lo voy a decir hasta la saciedad. Me he rodeado de gente que para mí han sido referentes, y se han juntado con un talento joven que ha manejado muy bien la situación. Son grandes profesionales y eso siempre ayuda a un equipo. Y luego el capitán, que ha sido Jon Plazaola, que ha sido una suerte. Porque una cosa es que te cojan en un trabajo y otra tener suerte. Me he vuelto a enamorar de la interpretación. Estoy muy feliz.

Y además ha sido volver de Madrid a casa. ¿Cómo ha sido ese regreso?

-Sobre todo eso es un premio. Son muchos premios, porque Itxaso es poder rodar en euskera, volver a casa, estar con tu gente y rodar con estos compañeros. Itxaso es un regalo. Para mí a día de hoy ha sido el proyecto de mi vida, el que más feliz me ha hecho.

Además, han abierto el catálogo de Primeran, la plataforma que ha venido a hacerse un hueco en el mundo del streaming. 

-Indudablemente, nosotros tenemos nuestro espacio en el mundo, y es el euskera. Tenemos las herramientas y grandes profesionales tanto delante como detrás de las cámaras, tenemos ese dominio bilingüe... Pero Primeran yo creo que es fundamental, y una apuesta por lo nuestro creo que es muy importante. Tener ese sentimiento de identidad nos hace fuertes, y hay historias muy bonitas que se pueden contar en euskera. 

Itxaso no es solo una producción rodada en euskera y con localizaciones que nos recuerdan a casa. También cuenta con importantes reflexiones.

-Itxaso marca muy bien lo que es un pueblo. Dibuja muy bien las relaciones humanas entre vecinos, y esas líneas rojas que se pueden o no traspasar. Todo se mueve en torno a la relación de Jon Plazaola y Nerea Mazo, pero luego se ven muchas relaciones entre diversos personajes, mucha luz en unos, oscuridad en otros. Pero diría que es una comunidad de cualquier pueblo de Euskadi en la que esas escenas viven, aunque lo llevamos un poco a la ficción.Es una serie de la que se puede aprender mucho en comportamientos humanos. 

¿Hay alguna anécdota del rodaje que se lleve consigo?

-Yo he tenido malas experiencias, y me ha venido algún fantasma en esta serie y por eso te digo la importancia de tener un buen capitán, es fundamental. Cuando estás cómodo en un hábitat se nota. Anécdotas te puedo decir que todos los días nos reíamos más de dos horas, y hemos traspasado la profesionalidad. Hemos sido amigos. Este rodaje va ligado a la bondad, a la sonrisa, al compañerismo... 

La presentación de la serie tuvo lugar además en el Zinemaldia. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Parece irreal, pero no lo es porque estás ahí. Pero no te puedes hacer una idea. Parece que estás haciendo un rodaje. Yo creo que tenemos la fortuna de que aquí se hagan festivales de esa índole, y al tener un proyecto vasco poder ser partícipes y darle ese espacio. El Zinemaldi es Champions League. Fue bestial. 

Tras esta serie, ¿cree que la costa vizcaina se va a convertir en lugar de peregrinaje?

-Yo me he criado en Deusto, y de la costa vizcaina se conocía ya Sopela. Pero hemos rodado en Muskiz. La playa que sale tanto es Muskiz y es un rincón precioso. Indudablemente cuando sale algo en una serie la gente quiere ir, pero en versión vasca posiblemente hay gente que pregunte dónde es esa playa y se vaya a pasar el día. Han sido Plentzia, Sopela, Larrabasterra y Muskiz los sitios más costeros en los que hemos trabajado.