Los Wachowski buscan redimirse en la televisión
los hermanos Wachowski trasladan su explorado discurso trascendente a la televisión con Sense8, una producción de 12 capítulos que podría redimir a los creadores de The Matrix de sus últimos fiascos taquilleros y que cuenta con Miguel Ángel Silvestre en el reparto. Sense8 combina ideas místicas, espirituales y sobrenaturales para dar forma a un thriller que cuestiona los parámetros actuales de relación de los seres humanos y plantea situaciones imposibles que invitan a pensar en Perdidos pero con la promesa de que todos los misterios serán esclarecidos. “Queríamos hacer una historia que contara que estamos mejor juntos que separados”, aseguró J. Michael Straczynski -responsable creativo de Sense8 junto con Andy y Lana Wachowski- “y no dejara cabos sueltos para no engañar a la audiencia”.
La serie vio la luz el viernes en Netflix, que la calificó como uno de sus “contenidos originales más ambiciosos”, con un relato que hipotéticamente abarca cinco temporadas de las que solo está aprobada la primera a la espera de comprobar si el mensaje de los Wachowski conecta con el público. “Tenemos el borrador de la segunda muy detallado y sabemos dónde irán la tercera, cuarta y quinta”, confirmó Straczynski. Un detalle que es relevante para los espectadores que vean el incomprensible primer capítulo escrito con la idea de generar “confusión”. Los minutos iniciales muestran a Daryl Hannah en un angustioso estado de trance en una iglesia abandonada y acompañada por Naveen Andrews (Sayid en Perdidos), cuyo intrigante personaje susurra a la mujer, de nombre Ángel, antes de que irrumpan allí para darles caza. “La primera escena marca el tono de la temporada”, comentó Andrews, y “establece las leyes del universo en el que viven”, añadió Hannah. Sense8, sin embargo, no se centra en ellos. El peso de la acción pasa a ocho personajes repartidos por el mundo, que no se conocen entre ellos pero que están conectados a nivel mental por su extraño vínculo con Ángel. “Ellos (Hannah y Andrews) son los padres de los ocho, metafóricamente”, indicó la actriz. Entre los personajes hay un galán mexicano que “no ha salido del armario” al que encarna Silvestre y cuya historia sucede en Ciudad de México, una de las nueve urbes en las que se filmó. El rodaje duró más de ocho meses entre San Francisco, Chicago, Londres, Reikiavik, Seúl, Bombay y la capital mexicana, un desafío de cuatro continentes que implicó el traslado de todo el equipo a cada una de esas zonas.
En Sense8 se sincronizan las vivencias de un personaje con las de otro a miles de kilómetros, algo que el espectador ve ya entrelazado pero que, en términos de filmación, ocurrió con meses de diferencia. “Una escena de lucha empieza con un golpe en Nairobi que termina en Corea”, indicó Straczynski. Para que la trama tuviera coherencia no solo tenían que grabar bien las tomas, tenían que asegurarse de respetar las zonas horarias. Straczynski señaló que Sense8 fue posible porque se iba a distribuir en Netflix, donde todos los episodios se publican al mismo tiempo, lo que permite gestionar el ritmo con el que avanza la trama de una forma diferente a cómo hubiera sido la serie de ser emitida en un canal convencional.
Perdidos (2004) se despidió en 2010 con un cierre más emocional que explicativo, lo que dejó a muchos seguidores insatisfechos tras seis temporadas de intrigas. Sense8 irrumpe con las ideas más claras y ofrece a los Wachowski horas suficientes para abordar con profundidad temas filosóficos que ya tocaron sin suerte en El destino de Júpiter y El atlas de las nubes, que apenas recaudaron en la taquilla de EEUU un 25% de su elevado coste de producción.