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Fallece el periodista navarro Joaquín Pérez, imagen de TVE La Rioja en sus primeros años

LOGROÑO. El periodista navarro Joaquín Pérez Fernández, considerado como una de las imágenes y caras del Centro Territorial de TVE en La Rioja en sus inicios, ha fallecido, ha informado la Asociación de la Prensa de La Rioja (APR).

Pérez Fernández falleció el pasado día 30 en Logroño tras una larga enfermedad y será enterrado hoy, día dos, en Pamplona.

La APR ha recordado hoy, en un comunicado, a Joaquin Pérez como "un periodista especial y distinto, que nos llegó al corazón" y que en su última etapa, alejado ya de la profesión, seguía colaborando con la Asociación.

Figura registrado con el número 15 en el Colegio de Periodistas de La Rioja, del que fue "un gran entusiasta y defensor del nuevo organismo colegial"; y, "a pesar de las dificultades de la enfermedad, se mantuvo siempre elegante, educado y tremendamente ingenioso".

Pérez llegó a La Rioja en 1986 y se jubiló en 2009, fecha en la que su compañero de TVE en La Rioja José Antonio Mourenza leyó un texto en el homenaje que le rindió la APR.

Mourenza, en ese texto, indicaba que "Joaquín Pérez era la cara y la imagen de Telerioja" y "las noticias de las dos tenían gafas y bigote, tras los cuales estaba Joaquín, con su voz ronca y su verbo florido, que, cuando se traducía al papel, componía textos con una excelente calidad, una soltura envidiable y una solidez informativa a prueba de serpientes de verano".

"Las gafas le permitían atisbar tras el fárrago de las innumerables ruedas de prensa lo poco o lo mucho de noticia que se escondía entre la palabrería. Y de ese montón de chatarra sabía sintetizar la idea, clara y nítida".

También recordaba que fue protagonista del programa festivo "El camarote de los Marx", donde, "tras el mostacho,. se escondía un Joaquín grouchista, que arrastraba, cual flautista de Hamelín, a una trouppe de peñistas, músicos y niños por el versátil minúsculo estudio de los antiguos locales de Telerioja en la calle Labradores".

"Sentía el periodismo en sus carnes y no podía vivir sin él, hasta que el periodismo pasó de Joaquín, como ha pasado de muchos de nosotros, hastiados de esta pseudo información de nivel cero que nos inunda por todas partes", según Mourenza.