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La tele: favor o algo más oscuro

La tele: favor o algo más oscuro

El mundo de la tele se está moviendo en muchas direcciones y pocos intuyen hacia dónde va en realidad. Lo cierto es que aquí la televisión partía de un único canal y ahora la oferta se multiplica y multiplica. Paralelamente algo falla, porque en los últimos cinco años los canales públicos han visto reducidos sus presupuestos en más de una 35%. Un dato sin parangón que además nos deja muy lejos de la media europea según este estudio para la Forta en el que participa la Universidad de Navarra que indica que, a pesar de ser canales muy eficientes, su coste es de 38,9 euros por habitante muy lejos de los 66,9 euros que es la media europea. Es decir, maltratamos la televisión pública para luego dejar casi todo el pastel publicitario a las cadenas privadas. Y en este sentido también nos lo teníamos que hacer mirar porque resulta que la última ampliación de la TDT supuso la puesta en marcha de cinco canales privados hace ocho meses que hoy apenas suman un 2% de la audiencia. Y lo peor es comprobar a qué tipo de televisión se le dio la licencia. Cadenas como Ten, DKiss o BeMad que emiten programas realizados en USA que tienen un doblaje infame que nos habla todo el rato de historias y habitantes norteamericanos como si aquí eso tuviera algún significado. El resultado es que apenas obtienen un 0,4%. Pero luego está también Atreseries con un 0,8% pero en el que podemos ver programas como Física y Química (2008) o a Jessica Fletcher de Se ha escrito un crimen. Eso por no hablar del canal Real Madrid HD, toda una afrenta el que un club de fútbol obtenga una concesión nacional para luego alcanzar un 0,2% de audiencia. Hay quien cuestiona la tele pública por el coste que supone para los contribuyentes pero hay otra cuestión para valorar que es saber qué nos aportan las televisiones privadas que ocupan y utilizan para sus fines comerciales y propagandísticos el limitado espectro audivisual que tenemos. Estamos llenos de telefavores.