Tras varios años recorriendo el mundillo hiphopero sevillano de la mano de Tote King, Juanma y Dj Randy con el grupo La vieja escuela, Juan Ignacio Guerrero empezó a labrarse su propio camino bajo el seudónimo de Juaninacka. Siete años después, el sevillano va por su tercer trabajo en solitario, es uno de los raperos más reconocidos y, entre disco y disco, ha colaborado con lo más destacado del mundillo, desde La Mala a SFDK. Mañana por la noche presenta en Tótem (22.00 horas, 8 euros,10 en taquilla)
su tercer LP, 41100 Rock, en el que deja de lado sus letras más reflexivas, afila la lengua y presenta una colección de temas más agresiva y directa. Los navarros de ZTK Rap serán los encargados de caldear el ambiente.
-Con los retrasos en la salida de '41100 Rock' mantuvo en vilo a sus seguidores durante casi un año. ¿Cómo lo recibieron finalmente?
-Costó que saliese, se retrasó demasiado, pero ha merecido la pena, la recepción está siendo positiva. Es imposible que un trabajo le guste a todo el mundo, pero en líneas generales estamos contentos. Después de recorrer todo el sur con muy buena acogida, ahora toca el norte. La pasada semana el temporal frustró nuestro primer asalto, y esta semana, en Bilbao y Pamplona, vamos a por el segundo.
-El cambio en las letras en este último trabajo ha sido notable, ¿ha habido también detractores?
-Hemos dejado un poco de lado las letras más reflexivas y hemos tratado de ser más directos. Hemos afilado la lengua y hemos ido al grano. Había quien comentaba que en nuestro último trabajo había que comerse mucho la cabeza para entender las letras y, en esta ocasión, hemos tratado de ser claros. El mensaje ha llegado a un público al que antes no llegábamos, aunque también ha habido quiénes nos han criticado por este nuevo tono. Quizá de lo que se trate sea de buscar un equilibrio.
-¿Se puede decir que este tono es una vuelta a los orígenes?
-Sin duda, el rollo que llevaba en mis inicios era similar al de este disco. En mis comienzos mis letras eran más claras, con el tiempo evolucioné hacia un mensaje más filosófico y ahora he vuelto a mis orígenes: letras agresivas y directas.
- Revisando su currículum, destaca especialmente el amplio apartado de colaboraciones, desde Nach hasta La Mala pasando por Tote King. ¿Ve a alguien un punto por encima?
-Siempre que he colaborado con alguien lo he hecho totalmente convencido, porque son artistas que me gustan. La Mala, SFDK, Violadores del Verso o Nach, por citar algunos, son grupos que están a un nivel muy alto. No creo que haya nadie que despunte especialmente, yo destacaría el gran nivel de toda esa línea de grupos.
-Hace unos años parecía que había una especie de 'boom' del hip hop español, ¿cómo está ahora el panorama?
-Ahora parece que ha bajado un poco, pero en la misma línea que toda la industria musical. Además, a la crisis del sector se ha unido últimamente la mala coyuntura global y parece que el tortazo está siendo doble. Los aficionados a la música tienen menos dinero, compran aún menos discos y acuden a menos conciertos. Sin embargo, creo que aún hay mucho movimiento y los conciertos están llenos de gente joven.
-'Sevilla city', el documental en el que participó en torno al movimiento rapero en la capital andaluza, dibujaba un panorama muy dinámico. ¿Ve muchas diferencias con otras ciudades?
-Cada vez menos, el hip hop se ha expandido y se ha generalizado. En todas las ciudades hay ya bastante movimiento y hasta en el pueblo más alejado hay aficionados al hip hop; ya ni siquiera es un fenómeno tan urbano. En Sevilla hay movimiento, pero no más que en otras ciudades.
-¿Y en Pamplona?
-Desconozco cómo está el tema por Pamplona, por lo que me han dicho hay bastante movimiento, al igual que en Vitoria o Bilbao. Los conciertos están funcionando en todos lados, no creo que Pamplona vaya a ser la excepción.