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Crónica de un incendio anunciado Concierto de Sidonie

Fecha: jueves, 18 de Febrero. Lugar: sala Tótem, Atarrabia. Intérpretes: Sidonie, formación integrada en directo por Marc, a las guitarras y a las voces; Jesús, al bajo, al sitar y a las voces; Axel, a la batería; Vicent, a la segunda guitarra, y Valdo, al sintetizador y a los teclados. Incidencias: concierto de presentación de El Incendio, organizado por Europa FM. Hora y ¾ de duración, bises incluidos. Lleno, invitaciones agotadas. Público joven y participativo.

Tal y como estaba previsto, un espectacular incendio se desató el jueves 18 en la Tótem, haciéndose dueño y señor de la situación y cautivando con su fuerza a todos los que allí se dieron cita: a un público que, en esta ocasión, respondió de forma inmejorable a la propuesta organizada por Europa FM, emisora patrocinadora del concierto.

Con todas las condiciones favorables para ello, en clave de indie rock ciertamente happy, festivo y psicodélico por momentos, mostrando los músicos (esta noche, pirómanos) ciertas reminiscencias de maneras propias de bandas como Pereza a la hora de proceder sobre las tablas (no estamos hablando de similitudes musicales, para nada, sino refiriéndonos a aspectos relacionados con su presencia escénica), la chispa que desató el incendio llegó bajo los contagiosos sones de Nuestro baile del viernes, tema de su anterior CD, Costa azul, al que siguieron Bohéme, de Fascinado, y La sombra, primero de los nuevos en sonar. Bajo un espectáculo de luces perfectamente empastado con el crepitar de los temas, entre un auténtico universo de colores, acto seguido sonaron los igualmente de estreno Sin querer y Viva el loco que inventó el amor, con la eléctrica de Vicent azuzando el fuego con las chispas extraídas de la misma, haciéndolo a continuación Giraluna, tema que deparó uno de los fotogramas más curiosos de la velada: el del público, a petición de Marc, ¡sentado! en el suelo (bueno, más bien los de la primera mitad de sala), con éste cantando entre ellos y, buscando claramente más conexión y complicidad, preguntando a quienes se levantaban a ver quién les había dado permiso para ello. ¿Más fotogramas a destacar? Los protagonizados por Axel asimismo, quien, ataviado de camarero -gran pajarita encarnada incluida-, demostró ser un consumado, si se nos permite, performancer, no dudando en recurrir a todo en su afán de provocar nuevos focos o de tratar de avivar las llamas: a salir al escenario con una bandeja de chupitos para el resto (lo que hizo a propósito de la interpretación de una habanera, tal y como debe ser costumbre en Cataluña), a hacerlo, pandereta en mano, para arengar a cantar a las primeras filas, a subirse a la banqueta de su batería para dibujar entre sombras su silueta bajo los hindúes ritmos de Sidonie goes to Varanasi (ofrecida por Jesús al sitar, verdadero hecho diferencial del setlist) o, en la canción que cerró el bis, rubricada incluso por tres columnas de verdaderas chispas de fuego, a marcarse todo un número de coreografía y percusión de lo más experimental. Bueno, y puestos a destacar, hagámoslo también con los momentos deparados por temas como Nueva York, Fascinado (uno de los banderines de enganche de Sidonie) o El incendio, al contrario de lo que suele ser normal en estos casos, penúltimo en sonar.

Sidonie llenó de luz y color la Tótem con su particular incendio sonoro, mostrándose el mismo inapagable, de momento. Auspiciado sobre un pop & rock realmente dandy y cautivador, dejando entrever que sigue expandiéndose de modo incontrolable por todo escenario a su alcance. Bueno, y llegados a este punto, no podemos menos que reconocer también el esfuerzo que sigue haciendo Europa FM patrocinando conciertos como éste, de nivel, más allá de recurrir a pachangas publicitarias o saldos para ver si hay vida al otro lado de los receptores. Para acercarse a sus oyentes. Tanto éstos como las gentes de la radio y la banda, muy bien: al rojo la noche del jueves.