Madrid. Antonio Esteva vive su segunda temporada al frente de las retransmisiones de fútbol de Primera División. Se define como un apasionado del deporte rey al que le gustan tanto un "partido de infantiles como uno de profesionales".
Segunda temporada en solitario al frente de las retransmisiones de fútbol sabatinas...
Lo bueno es que llevo desde el inicio de la cadena, ésta es la quinta temporada. Haciendo la liga, la temporada pasada fue la primera y la experiencia fue muy gratificante. Para los que somos muy futboleros es algo único y, además, la primera temporada fue apasionante. Fue un duelo Madrid-Barça, casi 100 puntos cada uno, se decidió en las últimas jornadas. Es lo que quisiera cualquier espectador y cualquier profesional que se dedique a esto.
¿Cuál es la clave?
Considero que esto es un trabajo de equipo. Intentamos hacerlo lo mejor posible e intentar ofrecer el mejor partido. Ahí está la clave de por qué interesa tanto el fútbol en La Sexta, porque lo tratamos con mucho cariño, como si fuéramos los novios del primer día y no un matrimonio que lleva demasiados años juntos y ya no se soportan. Confío en que lleguemos al final de la trayectoria, dentro de muchos años, queriéndonos tanto el fútbol y La Sexta.
¿Se ha producido algún cambio respecto al año pasado?
Estamos manteniendo la base, las claves de la temporada pasada. Nos gustaría que haya un tercer o un cuarto aspirante, que no sea sólo un duelo Madrid-Barça. Estamos hablando de los dos mejores equipos del mundo. Estamos viendo partidos del resto de equipos que están poniendo las cosas difíciles desde el primer partido. En cuanto a régimen interno, nos vamos a centrar, al igual que la temporada pasada, en cuidar el fútbol desde dentro. Todos los detalles, todos los ángulos, todas las imágenes para que, cuando termine la retransmisión después de tres horas, el espectador, se vaya a la cama sabiéndolo todo y viendo las imágenes más espectaculares.
¿Se han terminado ya las comparaciones con Andrés Montes?
Eso forma parte de nuestra profesión. Siempre tienes competencia al otro lado o competencia interna. Los gustos van con la persona. Soy una persona que aprende de todo el mundo, me gusta aprender. Por ejemplo, con Andrés si algo me quedó claro fue que hay que saber vender bien el pollino, el tranvía, como decía él. Cada persona te puede aportar algo positivo en tu vida o en tu carrera. Me quedo con eso. La Sexta, además, tiene su propio estilo. Por lo tanto, ahí andamos cada fin de semana. Pasárnoslo bien, divertirnos y disfrutar con algo tan bonito como es el fútbol, que bastantes sinsabores tiene ya la vida como para que esas tres o cuatro horas estemos cabizbajos, con poca energía, con pocas ganas. Me gustan la pasión y la intensidad.
¿Cómo se prepara una retransmisión de un partido de fútbol?
Es un trabajo diario. No es llegar el mismo día y ponerte a contar lo que ves. Básicamente es transmitir lo que estás viendo pero tienes la humilde misión de contárselo al espectador, trasladar lo que está pasando en el campo. Pero para contar una historia tienes que saber de dónde vienes, hacia dónde vas, qué es lo que está pasando en todo momento en el entorno de los equipos, manejar la información. No te puedo decir el número de horas de partidos que me veo al día o que escucho en la radio o leo, pero es lo que tienes que hacer.
¿En qué se basan para elegir un partido u otro?
Estamos dentro de la Liga de Fútbol Profesional, hay otros operadores pero en abierto sólo emite La Sexta. Digamos que el reparto televisivo es un poco más complejo de lo que la gente puede pensar. Es cierto que hay una serie de cupos que hay que dar equis partidos del Real Madrid, del Barcelona, del resto de equipos. En función de la jornada, vas jugando aunque eso ya depende del personal de parrilla y programación o incluso de la LFP que nos dicen qué partido nos corresponde cada semana. Siempre hay muchas historias del resto de equipos que hay que contar, no sólo del Madrid o Barça vive el aficionado.
En alguna ocasión le han acusado de no ser imparcial. ¿Cómo recibe las críticas?
Lo llevo bien. Un contador de historias tiene que ser honesto. La objetividad no existe en el periodismo. Es imposible. Desde el punto de vista de que tu estás adquiriendo una noticia, la estás manipulando, como quien lo ve y lo percibe eres tú, no es otra persona, no puedes tener el mismo ángulo que la persona que está en su casa. Me considero un narrador honesto. Intento contar lo que pasa. Si cuentas lo que pasa, no tienes ningún problema. Estamos mal acostumbrados. Parece que el narrador tiene que contarte cómo va tu equipo, pero ¿qué pasa con el otro que también tiene sus seguidores? Tienes que intentar equilibrar y contar lo que está pasando de un equipo y de otro. Es imposible contentar a todo el mundo.
¿Hay algún partido que le gustaría narrar?
Me quedan muchos retos por cumplir y espero hacerlo algún día, si me dejan. Tienes que tener mucha ilusión por hacer esto. A mí, me ilusiona desde un partido de infantiles hasta la final de la Copa de Europa. Estoy satisfecho con cualquier tipo de partidos, cuando veo que la pelotita se pone a rodar, me apasiona. Hay que reconocer que la liga que tenemos es la mejor del mundo y es un privilegio contarla.
¿El más especial?
El partido más duro y emotivo, porque estábamos todos con el shock, fue cuando fuimos a Valencia y hacía unas horas que habíamos perdido a Andrés Montes. Son momentos en los que tienes que intentar sobreponerte a lo que pasa porque realmente eres profesional pero ante todo eres persona. No soy de piedra. Y creo que al final conseguimos hacerle el mejor tributo posible.