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"Escenas de un matrimonio", la relación de pareja a examen en el Teatro Gayarre

escrita originalmente por ingmar bergman, se representa hoy a las 20.00 horas Los actores Francesc Orella y Mónica López protagonizan esta versión, dirigida por Marta Angelat

"Escenas de un matrimonio", la relación de pareja a examen en el Teatro Gayarre

pamplona. El escenario del Teatro Gayarre de Pamplona se transformará hoy en un particular diván de un psicólogo para acoger la representación de la obra Escenas de un matrimonio. Protagonizada por Francesc Orella y Mónica López protagonizan y dirigida por Marta Angelat, esta versión del clásico de Ingmar Bergman se representará a partir de las 20.00 horas. Todavía quedan entradas a precios que oscilan entre los 8 y los 20 euros.

Marta Angelat dirige en esta ocasión a Fancesc Orella y Mónica López en Escenas de un Matrimonio, una de las obras maestras que ha dejado el gran escritor y director de cine sueco Ingmar Bergman (1918-2007). En este texto, el autor habla sobre los conflictos y las heridas abiertas de las relaciones de pareja, que ni el paso del tiempo ni la distancia consiguen cerrar. Escenas de un matrimonio se adentra en la crisis y las infidelidades del matrimonio en la edad adulta, y para ello, Bergman hace una disección de las relaciones entre Marianne y Johan, una pareja que se separa después de relaciones extramatrimoniales, intenta rehacerse y descubre que, de alguna manera, están destinados a reencontrarse. Escrita por Ingmar Bergman en su plenitud como creador y pensador, esta obra ofrece un análisis despiadado y preciso de la evolución de una relación de pareja. Una reflexión lúcida, cruel, que también es la historia de la evolución de una mujer, de su liberación y de su progresivo autoconocimiento.

Pero, al margen del posible reencuentro, Escenas de un matrimonio es la crónica de un largo adiós amasado tras años de convivencia, de ir encallando en los lentos arrecifes de la rutina hasta que las vías de agua son imposibles de taponar y la embarcación de la vida en común se va irremisiblemente a pique. En 1973, Ingmar Bergman llevó este proceso a una serie televisiva de seis capítulos que luego, tras la oportuna poda, llegó a las pantallas de los cines, y en 1987 adaptó a la escena. "Quien lo probó lo sabe" podría proclamar como Lope el cineasta y también gran hombre de teatro, que probablemente retrató en Johan sus propias debilidades masculinas y dibujó a Marianne con trazos más amables, una mujer vulnerable y fuerte al tiempo, que sabe evolucionar hasta sentirse a gusto consigo misma, sin culpas ni lastres emocionales.

La opinión de la directora Marta Angelat, antes de subir el telón de esta producción, explicó cómo había sido su viaje hacia Bergman y los descubrimientos que ha realizado al trabajar los textos del autor sueco. "Me he acostumbrado a Bergman sin filtros de ningún tipo, sin una previa adoración por sus películas, sin ideas preconcebidas, solamente guiada por el impacto que me produjo la lectura de estas dos obras. Lo he tratado como a un autor teatral y la fuente de inspiración ha sido el texto. En la inmersión profunda que ha representado esta experiencia, he descubierto, además de a un creador intuitivo e inagotable capaz de remover las emociones más ocultas de un pensador lúcido y directo en búsqueda permanente del sentido de la existencia, a un hombre apasionado, contradictorio, vulnerable, devorado por sus propios fantasmas, con una sabiduría de la vida y una sensibilidad que hace que sus palabras lleguen a lo más profundo del alma humana".

Francesc Orella y Mónica López, en un momento de la obra. Foto: cedida