"La complicidad, la identificación y las referencias comunes hacen que sienta propias las letras de mi padre"
Padre e hijo, poeta y cantautor, constructores ambos de canciones comunes, Rodolfo e Ismael protagonizaron ayer un nuevo encuentro en Diálogos de Medianoche en Civican. Antes de la cita, ambos se enfrentaron a una sesión de preguntas, casi reconvertida en psicoterapia familiar
pamplona. "Hola Papá, quiero ser cantante", le diría un día Ismael. ¿Cómo le sentó? ¿Qué sintió?
Rodolfo: Bueno, no fue exactamente así porque él empezó cantando antes de entrar en la facultad; era algo que nos lo tomábamos como cosas de chavales, que cantaban y hacía música con poemas. Pero el día que llegó diciendo que iba a grabar un disco, también prometió que iba a acabar la carrera de Físicas. Nosotros sabíamos que era imposible que mantuviera las dos, sobre todo si le salía bien la de cantar. Y efectivamente fue imposible.
Cambiemos las tornas, un día Rodolfo tuvo que explicarle a su hijo Ismael que era poeta...
Ismael: Tampoco fue así, mi padre creo que ha escrito versos siempre; y el primer libro que editó, Especial para cócteles, ya me pilló crecidito. En mi casa siempre hubo inquietudes literarias, él era periodista, también había escrito un libro relacionado con el Periodismo... Con lo cual era bastante natural descubrir la poesía porque había libros de poemas en casa; y los mismo sucedió con la canción de autor, que yo descubrí gracias a los discos que había en casa. Digamos que fue bastante natural, yo sabía que escribía versos antes de que los editara.
¿Qué es un cantautor para un poeta?
Rodolfo: Es el mejor vehículo que puede soñar un poeta para que lo que escribe sea conocido. En este sentido creo que Ismael es un buen ejemplo, como desde luego lo fue Paco Ibáñez, el hombre que mejor ha sabido coger poesía de otros y hacerla canción. Como fue el primer Ismael, que también cogía poesía.
¿La poesía necesita a la música para ser popular?
Rodolfo: Yo creo que sí, porque la fuerza que tenido la música no la ha tenido la poesía por sí sola. A lo mejor en el pasado sí la tuvo; es decir, Machado no necesitó que viniera después Serrat e hiciera esas maravillosas versiones de su poemas. Machado ya era popular en su tiempo; lo que hay que agradecerle a Serrat es que hizo popular a Machado en una generación de gente que no conocía su poesía.
Cuando Ismael edita un tema como "Papá cuéntame otra vez", ¿el citado padre qué siente?
Rodolfo: Pues en aquel momento yo sentí que me habían dado una puñalada por la espalda, porque la letra, aunque llena de ironía y de humor, es muy crítica con nuestra generación. Pero yo me sentí muy orgulloso de esa canción; siempre estuve satisfecho de ella, ya que además la habían hecho entre dos de mis hijos.
Ismael: Este tema es una bronca generacional pero que no está exenta del reconocimiento que merece la gente que se jugó el tipo. Mi hermano Daniel y yo compusimos esa canción en un momento en el que todo el mundo, de esa generación, se jactaba de haber estado en mayo del 68, o militado de alguna u otra forma en la lucha antifranquista. Que de ser ciertas toda esas historias, yo no la hubiera cantado. Era una canción cargada de ironía pero también con reconocimiento; además, no todo el mundo supo entender la ironía.
¿Qué es un poeta para un cantautor?
Ismael: Escribir poemas no es lo mismo que escribir canciones. Un cantautor no es poeta, porque nosotros tenemos otros elementos detrás de los cuales parapetamos los versos. Nosotros tenemos armonías y melodías, que son herramientas con las que no cuenta un poeta. El poema debe tener un ritmo y una musicalidad sin contar ni con la armonía ni con la melodía, lo que hace mucho más difícil escribir un poema que una canción, ya que el poema debe subsistir solo. El poema es la palabra en sí misma en estado químicamente puro, la canción de autor no tanto. La música es un lenguaje muy inmediato, pero cuidado, de la misma manera que no es fácil escribir un poema, también es un reto importante poner música a un poema. ¿Qué es un poeta para un cantautor? Alguien a quien envidiamos por su capacidad de hacer música sin armonía ni melodía.
¿Vivimos una época en la que proliferan los "poetas de contenedor", esos que se hacen llamar poetas solo por escribir algunos versos en una canción o en un papel?
Rodolfo: Yo creo que ha habido un momento, que no sé si es ahora o perenne, en el que la gente se cree que escribir poesías es cortar las líneas por la mitad. Yo siempre he estado en contra de esta poesía, de hecho no creo que sea poesía, será prosa o cualquier otra cosa. La poesía tiene sus reglas y hay que respetarlas, tiene su musicalidad, tiene su ritmo y cada palabra tiene que ir en su sitio justo y significar algo; yo no concibo la poesía de otra manera. Es verdad que mucha gente se llama poeta porque hace cosas que le parecen que dicen mucho, dando forma a ese contenedor. Pero la poesía no es eso y no puede ser eso.
Ismael: Eso pasa en la poesía y en otras muchas cosas. Ahora hay una literatura pretendidamente moderna que es totalmente superficial. Y esto también va en contra de lo que es la poesía, que requiere una lectura profunda y sentida, ademas de un hábito. Y de la misma manera, hay gente que se dice novelista y para mí no lo es. Pero bueno, el tipo que escribe versos o poesía marca una intención que dice algo positivo.
Cuando unís vuestras fuerzas en una canción, ¿qué prima, la autoridad del padre sobre el hijo o la del artista sobre el colaborador?
Ismael: Es que no hay una colaboración dirigida, es una convergencia de comentarios. Nos encontramos bien porque yo encuentro en un poema suyo una canción o bien porque él encuentra en un poema suyo una canción que yo puedo musicar. No hay autoridad ninguna porque el proceso no es intencionado ni obligatorio, es casual y una consecuencia natural.
Rodolfo: Hay canciones que él ha hecho porque yo le he dado una letra diciéndole esto es una canción; es decir, yo he escrito letras con la intención de que fueran canción. En otras ocasiones, él ha leído un poema y ha decidió musicarlo. Son procesos distintos y no premeditados.
Ismael no es un grupo de pop en el sentido que la letra de sus canciones es una parte muy importante, ¿qué le lleva a dejar en manos de otros la parte más importante de alguna de sus composiciones?
Ismael: Es verdad que suelo ser superceloso de estas cosas, pero en el caso de mi padre y de mi hermano, no sucede. Supongo que la complicidad es grande, se da una identificación, las referencias comunes y, en muchos casos, las canciones surgen de conversaciones que hemos tenido antes. La razón es muy sencilla, las canciones de mi padre y de mi hermano las siento como propias.
¿Cómo vive el padre la fama del hijo?
Rodolfo: Ismael es un famoso que no es tal. En Buenos Aires si hemos tenido algún problema, te paran por la calle o te dan el coñazo. Pero aquí, si estás echando unas cañas, el que se acerca lo hace respetuosamente para saludar con afecto; no es en plan Belén Esteban.
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