'Fullero', personal Concierto de Mario Díaz
Fecha: jueves, 21 de julio. Lugar: terraza del Caballo Blanco, Iruñea. Intérpretes: Mario Díaz, a la guitarra acústica y a la voz, acompañado por Enric Peinado, a la guitarra eléctrica y a los coros, Luisma Villegas, al bajo y a los coros, y José Manuel Benítez, a la batería y a los coros. Incidencias: concierto enmarcado en el ciclo organizado por el Mesón del Caballo Blanco. Presentación de Gloria bendita, primer CD del artista. 1 Hora de duración, bises aparte. Muy buena asistencia.
Una vez dejados atrás los Sanfermines, el mesón del Caballo Blanco retomó su actividad musical el pasado jueves, no pudiendo reencontrase mejor con los seguidores de su programación veraniega que apostando por la personal y fullera concepción de los aires flamencos de Mario Díaz: cordobés con un interesante bagaje artístico a sus espaldas (pese a que al gran público no le diga gran cosa su nombre) que entró en cartel a última hora, sustituyendo a Blueskank.
Con recién estrenada carrera en solitario tras su paso por Los Aslándticos (banda con la que grabó un disco), el que fuera vocalista y compositor de los citados destapó su particular tarro de las esencias llamando al gentío a disfrutar del momento haciendo lo propio desde ya, de manos de la canción titulada así precisamente, Disfruta del momento, una de las incluidas en Gloria bendita: composición que, cantada con una voz que demostró acoplarse como anillo al dedo a su particular hecho musical, se reveló de corte totalmente positivo en lo que a su lírica hizo referencia, llena de buenas y vitalistas vibraciones. De indisimulable proximidad su letra a los postulados del carpe diem, toda una declaración de intenciones y una más que perfecta tarjeta de presentación de Díaz en sociedad. Bueno, aunque cantados a distintos ritmos -eso sí, siempre calientes (he aquí lo único que fue cambiando de un tema a otro, los policromáticos ropajes estilísticos que lucieron, a caballo siempre entre el reggae y la rumba)-, como todos los temas ofrecidos, extraídos del ya nombrado álbum debut del artista o recuperados del disco que llegó a grabar con Los Aslándticos, como Escarbando un túnel o El traidor, de los primeros en sonar: unos temas que, brillantes reflejos de la fusión de músicas y ritmos por él denominada fullería, denotando sonidos realmente sugerentes en todo momento, próximos a la forma de entender el mestizaje de referentes como Kiko Veneno, impregnados de ambient o rumba-muffin -hablando de lo que estamos hablando-, o incluso delatando tintes de rock progresivo andaluz, se dejaron escuchar con agrado, conformando un repertorio con chispa. De lo más desenfadado el mismo, con burbujitas y refrescante efervescencia musicada.
Como respuesta a un mundo que, fuera de toda duda, sigue estando fatal de los nervios (tal y como proclamó el propio Mario desde el título de su primera grabación al frente de Los Aslándticos), el de Córdoba trajo sus aflamencados y personales aires del Sur al Norte, logrando, si no calentar totalmente el ambiente, sí, templar la tarde noche de Iruñea con sus canciones. Como si de poner contrapunto al pamplonés viento del Norte se tratara, caldearla con su mensaje musicado de corte positivo, más que necesario a la vista de la actual realidad. Frente al pesimismo y al escepticismo general, presentándose sus canciones, si no como soluciones para los problemas que en nuestro mundo son, sí, al menos, como temporales vías de escape frente a los temporales de malas vibraciones que desde unos u otros frentes nos azotan: tal y como lo entendieron quienes se dieron cita en el Caballo Blanco, algo de por sí ya de agradecer.
Más en Cultura
-
El grupo de origen navarro Doctor Faustus canta al genocidio palestino y el holocausto judío en su nuevo tema
-
En marcha La Residencia Navarra 2025 con seis proyectos de ficción y documental
-
Zinema Beach vuelve a Baluarte con cine familiar y ambiente de playa
-
Los jóvenes nacidos en 2007 pueden solicitar desde hoy el Bono Cultural Joven 2025