EL arranque de El conquistador del fin del mundo abrió demasiados frentes. Para empezar, la competencia entre capitanes más parece una manera de cubrirse ante los caprichos de Juanito y Korta y la posibilidad de que se vayan en uno de sus prontos que otra cosa. Se irá viendo, pero lo que sigue chocando de este programa es la facilidad con la que los concursantes se cagan en Dios o en cualquier cosa a todas horas. A juzgar por el lenguaje de Julian Iantzi no parece que lo de los tacos venga obligado por el manual de estilo del concurso, pero todo podría ser. Y para juramentos, los que debieron echar en el informativo de TVE. La presentadora de ojazos espectaculares Raquel Martínez hablaba del fallo de Premio Nadal con una foto al fondo del tenista. Alguien ilustró el tema de los finalistas al certamen más conocido la literatura castellana con una foto de Rafa, me cago en diez, el portentoso jugador de tenis. Aunque para cagadas la del Cuéntame que echaron como de prueba o para sacar disco con viejos temas de los ochenta. Un capítulo infame que fue uno más del lobby musical en TVE. Y para saber esto no hay más que ver que la cabecera de la serie la canta ya Miguel Bosé. Los Alcántara cenando y Merche -que por cierto cada década aparece más joven- con pelo cobrizo que al día siguiente es tan rubio como otras veces. Gazapo o treta para la nueva temporada. Ya veremos.
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