ROMA. Según expresó en un comunicado la organización de la exhibición, 'Ángeles del medievo ascolano' pretende ser la primera etapa de un proyecto trienal de muestras que tendrán como objetivo poner en valor la presencia de los ángeles en la tradición artística de la región, en el periodo que va desde la Edad Media hasta el siglo XX.

Las obras de arte, que se expondrán al público en la Sala de la Victoria de la Pinacoteca Municipal de Ascoli Piceno, serán de distintos ámbitos artísticos, que van desde pinturas y esculturas hasta piezas de orfebrería y miniaturas.

El relicario de la Santa Espina, uno de los grandes atractivos de la muestra, fue donado en 1290 por el rey Felipe I de Navarra y IV de Francia a su confesor, el padre ascolano Francesco de Sarlis, a cambio de una reliquia de San Dominico (un diente).

Felipe I, apodado 'el Hermoso', fue uno de los miembros de la dinastía francesa de los Capetos, una de las tres casas reales galas que durante dos siglos reinaron en Navarra, después la muerte sin hijos en 1234 del monarca Sancho VII.

El relicario de madera, realizado en la segunda mitad del siglo XIII, contiene, según la tradición, una de las espinas de la corona que Jesús de Nazaret llevó clavada en la cabeza durante su martirio antes de la crucifixión.

La historia de esta espina contenida se valida, según los expertos, a través de un pergamino del siglo XVI, copia de otro más antiguo, que se conserva dentro del propio relicario.

La singular creación se encuentra habitualmente en la iglesia de San Pedro Mártir, uno de los monumentos románicos más representativos de Ascoli Piceno, que ha cedido temporalmente la pieza con motivo de la exposición.

Otras destacadas obras nunca antes expuestas son un pergamino del archivo del monasterio local de Sant'Angelo Magno, que representa la victoria de uno de los arcángeles sobre un dragón, así como un antifonario (libro litúrgico musical) proveniente del mismo monasterio, decorado con miniaturas del siglo XIV.