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Ismael Martínez Biurrun retrata una sociedad al borde del abismo

El navarro acaba de publicar la novela 'Un minuto antes de la oscuridad' La historia se plantea si debemos ser activos o pasivos ante lo que nos rodea

Ismael Martínez Biurrun retrata una sociedad al borde del abismo

pamplona - No es una novela de tesis, pero tampoco un relato de pura evasión. En Un minuto antes de la oscuridad, Ismael Martínez Biurrun (Pamplona, 1972) pinta una sociedad al borde del abismo encarnada en una Madrid asolada por clanes de bárbaros que matan a los adultos y raptan a los niños y por unas instituciones autoritarias que abandonan a los ciudadanos a su suerte.

Tras El escondite de Grisha (2011), el autor navarro regresa con una historia que, si bien vuelve a usar herramientas de la ciencia ficción, se acomoda mejor en un fantástico peculiar, ya que se aleja de los tópicos del género para dejarse influir por narradores como Cortázar o Borges, recurriendo a la imagen del hombre ante el espejo. Precisamente, la historia surgió de una pesadilla. "Una noche soñé que me despertaba y descubría a un doble de mí mismo que me decía que siguiera durmiendo tranquilo, que él se encargaba de todo". Una imagen "inquietante" de la que escritor tiró para crear esta "ficción distópica" de una ciudad futura, aunque se podría decir que pasada, porque los móviles apenas funcionan e Internet desapareció hace años. En este escenario tratan de sobrevivir los protagonistas, una pareja joven formada por Ciro y Sole, y su hijo, Pau. Los tres habitan una urbanización que un día fue rica y concurrida y de cuya prosperidad hoy apenas quedan rescoldos. Un barrio en el que los pocos vecinos que quedan se debaten entre resignarse y asumir que no le importan a las autoridades, ocupadas solo en quienes viven dentro del casco urbano, o seguir reivindicando sus derechos como ciudadanos. Símbolo de esta situación es la recogida de basuras, que ya no se realiza, lo que les obliga a quemar sus residuos cada noche en bidones metálicos.

Pero al margen de este espacio, Ciro se mueve también por otros lugares o "círculos de pertenencia". Algunos -su casa y su distrito- son cercanos, y allí intenta sobre todo proteger a su familia a pesar de los profundos problemas que sufre el matrimonio; otros se encuentran a media distancia, caso de la universidad, en la que sigue impartiendo clases de Historia en aulas vacías y donde se ve envuelto en una trama de asesinatos con implicaciones en las altas esferas políticas, y también está el círculo más lejano, que tiene que ver con la situación general de la sociedad, el contexto en el que todo sucede.

el clon Desde el principio, Ciro vive inmerso en numerosos conflictos intentando conjugar sus distintos roles, pareja, padre, profesor, ciudadano... Pero mantener el equilibro es muy difícil y "se produce una ruptura en su interior", no en vano, la novela "plantea qué difícil es mantener los principios éticos e incluso políticos cuando tienes ese desequilibrio emocional", apunta el autor. Para representar esa fractura, Martínez Biurrun crea la figura del doble sintético, Yonan, un hombre casi idéntico a él creado solo para defender a su familia ante el peligro creciente de los hawaianos, "hordas de bárbaros que asesinan impunemente y se llevan a los niños". La irrupción del clon en la narración supone un punto de inflexión para el autor y para los lectores. Ciro es el dueño de Yonan y puede deshacerse de él cuando quiera empleando una serie de palabras sucesivas, la consigna, pero, a medida que el relato avanza, "se van desarrollando simpatías y antipatías hacia uno y hacia otro", y "acabas planteándote quién es más humano y más aceptable de los dos", hasta el punto de que el lector "duda sobre quién quiere que muera". El novelista confiesa haberlo pasado mal ante esta disyuntiva. "Tenía claro cuál era la situación y hacia dónde iban los acontecimientos, pero manejaba varias opciones para el desenlace. Sabía que uno de los dos personajes iba a ser sacrificado, pero no cuál, y yo mismo fui experimentando cómo evolucionaban mis propias afinidades; la verdad es que al final me quedé bastante removido", cuenta.

Los distintos dilemas a los que se va enfrentando el personaje son el eje sobre el que pivotan las tramas. Y hay uno que los resume todos: "¿debemos ser activos o pasivos con lo que sucede a nuestro alrededor?" En el fondo, esta historia extrema es una metáfora que Martínez Biurrun ha generado para hablar de lo sucede en la sociedad actual. "Creo en la idea de elegir a personas para que gobiernen con cabeza y honradez, y cuando eso funciona todo va bien, pero cuando no, la deriva puede ser terrible", afirma el escritor, para quien la alerta se produce cuando, debido a los abusos, la corrupción y la desatención, la gente empieza a dejar de creer, "porque, entonces, ¿cuál es la alternativa, las hordas de bárbaros?"

Título

Un minuto antes de la oscuridad.

Autor

I. Martínez Biurrun.

Editorial

Fantacsy.

Páginas

320.

Precio

16,90 euros.