Juan José Ollo está convencido de que es el paso del tiempo el que "ha realzado y dado valor" a las fotografías de Pamplona y su extrarradio que tomó hace 25 años, y que ahora ha recuperado para compartirlas con los ciudadanos que tengan curiosidad por recordar o descubrir cómo era entonces el entorno urbano de la ciudad y su periferia. Unas estampas que son testimonio social de una cotidianeidad que ha evolucionado a pasos agigantados, que ya no existe tal y como la captó en su día el fotógrafo pamplonés.

Las imágenes, en blanco y negro, pueden contemplarse en la exposición Miniaturas, que acoge hasta el próximo 25 de mayo la Galería Contraluz de la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra (AFCN). "Esta exposición surge de la revisión de negativos a los que en su día no di mucha importancia y hoy me llaman la atención", explica Juan José Ollo, quien a raíz del tiempo que le han brindado los ERE de su fábrica -Dana Automoción- ha vuelto a los negativos de estas fotografías que ahora nos muestra. "Mirándolos al trasluz, he descubierto cosas que en su día, cuando tomé estas imágenes, no vi. No puedes apreciar los cambios cuando no los ha habido", dice Ollo, quien mirando su obra concluye que no fotografía las cosas en su actualidad, "sino casi en su decadencia". "La fotografía me interesa para saber cómo eran las cosas", añade. En todas las imágenes que alberga Contraluz aparece la presencia humana. "Muchos gitanillos, que estaban siempre en la calle y se ofrecían a que les hicieras fotos... Ahora no pasa, y ni si te ocurra fotografiar a un niño...", reflexiona el autor de estas imágenes de un tiempo pasado que es reciente, aunque parece mucho antiguo. "Mucha gente me lo dice, que parecen fotografías de una Pamplona muy anterior a los años 90. Será por el blanco y negro, que hace que lo que fotografías hoy parezca tomado ayer", explica. También por la evidencia de que los cambios sociales y arquitectónicos, urbanos, han sido acelerados y han transformado en las últimas décadas radicalmente la ciudad, sus costumbres y sus leyes. "Ahora no ves niños vendedores en San Fermín, no estaría permitido, claro, y entonces los había", dice Juan José Ollo en referencia a unas imágenes de un vendedor menor de edad con su acreditación de trabajo en la Plaza de Toros, y de otros niños vendiendo claveles en plena calle en fiestas.

Mujeres y hombres gitanos posando "con orgullo" y traspasando con la fuerza de su mirada al espectador; una anciana atando cardos en la Magdalena, un niño sosteniendo una oca en su regazo en el Camino viejo de Artica, un recogedor de cartón, un niño pescador en el Camino de los Enamorados, la estampa de una vaquería que había en Marcelo Celayeta, o del puente de las Oblatas en construcción, son algunos de los motivos que inspiraron en su día al fotógrafo y que hoy nos hablan de una periferia de Pamplona muy diferente a la que ya nos hemos acostumbrado. "Los extrarradios eran antes algo asilvestrados. Esa mezcla de lo que el hombre toca y la naturaleza pone de su parte hacía de ellos espacios únicos. Hoy todo está tocado sobre todo por la mano del hombre, con los mismos espacios de hormigón que se suceden, las mismas farolas... entiendo que son lugares más cómodos, pero pierden, dejan de ser espacios naturales", opina Juan José Ollo. Por eso mismo, reconoce que la Pamplona de hoy no le inspira. Y menos todavía el centro: "Me aburre. Todo está ordenado, no te sorprende. La periferia, en cambio, se parece más a un pequeño pueblo, allí hay más cordialidad y espontaneidad; y antes, encontrabas ahí más singularidades".

El funeral de Sabicas

"Aún huelo el incienso al mirar la fotografía"

No es casualidad que la gran mayoría de las treinta fotografías que ahora expone fueran tomadas en los extrarradios de la ciudad, los barrios de la Rochapea y San Jorge, especialmente, donde recuerda que "los lugares estaban bastante abandonados y la gente vivía con el temor de cuándo iban a derribar sus casas". Aunque alguna imagen hay del centro, y entre ellas una muy especial que inmortaliza un momento del funeral del maestro de la guitarra Sabicas, en el año 1990, con la comitiva fúnebre saliendo de la iglesia de San Cernin y, al lado de los porteadores del féretro, una mujer en bata, que acabaría de bajar de su casa para no perderse el evento. "Fui buscando aquel momento, que fue un hito entonces, y también atraído por el interés que siempre ha despertado en mí la cultura gitana. Es una imagen rotunda, y cuando la veo todavía huelo el incienso. Siempre he recordado ese momento como si fuese ayer. Solo hice cuatro fotografías porque me dejé envolver por la atmósfera y el momento y fui un espectador más", relata Juan José Ollo.

También del centro de Pamplona muestra una imagen de la carpa de circo instalada en los Sanfermines de 1991 en la Vuelta del Castillo, en la que la curiosidad de unos niños que levantan en ese instante la lona para ver a los elefantes, con el sol filtrándose y desdibujando los cuerpos de los pequeños, y más cerca del espectador el domador herido, con el brazo en cabestrillo, confieren un encanto atemporal a la estampa; y otra de un fraile contemplando una obra expuesta en la Ciudadela de Pamplona, "en el mismo gesto que todos hacemos en cualquier exposición, el mismo gesto con el que será ahora contemplado el fraile en esta sala", dice el autor.

Sus imágenes, que mira con cierto dolor porque "son de lugares que ya no existen, que nos los han cambiado otros, y eso duele", son Miniaturas porque las considera "fotos sencillas. En su momento me parecieron historias, o comienzos de historias, insignificantes, y no les di importancia. Hoy las veo como poemas bellísimos. Es el paso del tiempo el que las realza". Y cita una frase de Cartier- Bresson que comparte: "No hay nada que sorprenda más que un hecho reconocible claramente expuesto".

Lugar. Galería Contraluz de la AFCN (Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra), ubicada en calle Río Urrobi, nº 3 (barrio de la Milagrosa).

Fecha y horarios. Hasta el 25 de mayo, de lunes a viernes en horario de 18.00 a 21.00 horas.

El autor. Juan José Ollo (Pamplona, 1956) ha expuesto de forma individual en la sala de Zapatería (Informe provisional, 1995), en Fotogalería Iruña (Apuntes sobre un paisaje, 2000), en la AFCN (La memoria de la memoria, 2006) y en la Universidad de Navarra (Paisajes de la periferia, 2007). Ademas, ha participado en varias colectivas en Barañáin y en la Ciudadela de Pamplona.

fasfdas

la falta de interés, un mal de nuestro tiempo

Juan José Ollo lamenta el poco interés que percibe por parte del público por las exposiciones que se programan, y constata la escasa oferta en cuanto a fotografía en Pamplona. "Pero la falta de interés no es cosa de esta ciudad, pasa en cualquier sitio. Nos creemos que ya lo hemos visto todo, que todo lo tenemos en Internet, pero ver la imagen en un soporte y en una sala no es lo mismo... Nos hemos acomodado demasiado", dice.

ahora, color

En la actualidad, Ollo se ha pasado al color, y a la fotografía digital; sigue inmortalizando aquello que llama su atención en sus paseos, poniendo su mirada más que nunca "en lo habitual, lo ordinario; ahí está lo extraordinario", opina.