Navarra ¿Tierra de turismo cultural?
La Comunidad Foral trata de atraer visitantes ofreciendo a lo largo de toda su geografía festivales y programas que recorren los lugares más emblemáticos
El verano está para conocer sitios, viajar y disfrutar de aquellos rincones que hacen bella y única cada comunidad. Navarra goza de gran cantidad de monumentos, museos o pueblos históricos que se pueden visitar durante estos meses. A lo largo de la temporada estival se organizan programas y festivales para atraer a los turistas pero sin olvidar a los navarros.
Sin duda, una de las propuestas veraniegas en Pamplona son los festivales musicales. Estos eventos arrancaron en junio con el Tres Sesenta Festival. Estas jornadas de música indie que se celebraron entre el 5 y el 7 de junio, en su tercera edición congregaron a más de 14.778 personas en el escenario colocado en el recinto amurallado de la Ciudadela.
Y parece que no hay mejor forma para cerrar un verano lleno de actividades culturales que con otro festival importante. La Fundación Baluarte tienen preparado para esta última semana de agosto, unas sesiones para todos los amantes del flamenco. Se trata de Flamenco on fire, una serie de espectáculos de música y danza flamenca que llenarán de arte la Ciudadela y el Auditorio Baluarte en homenaje al guitarrista y maestro navarro Sabicas. Este festival en su primera edición cuenta en su programa con artistas flamencos de renombre como Soleá Morente y los Evangelistas, Tomasito, Estrella Morente, Sara Baras o José Mercé, entre otros.
Su director, Miguel Morán, asegura que la idea de organizar este tipo de eventos relacionados con el arte flamenco viene “por un lado, de la afición que nosotros mismos tenemos y a partir de la cual consideramos la idea de hacer algo en torno al flamenco; por otro lado, otro punto importante es el hecho de que en el norte prácticamente no hay ningún festival dedicado al flamenco; y, por último, la figura del guitarrista navarro Sabicas”.
turismo interno y externo Aunque este tipo de citas o jornadas musicales es lo que más atrae a los visitantes y al público local, no es lo único que durante el verano se oferta en la Comunidad Foral. El Gobierno de Navarra ha desarrollado un programa de diversas actividades culturales a lo largo de toda la geografía navarra: Cultur 2014. Ofrece una programación variada en la que se han ido realizando diversas actividades en el mes de agosto. Yolanda Osés, jefa de sección de Difusión Artística, asegura que gracias a este programa “se fomenta la visita de pueblos y rincones con encanto, monumentos artísticos, históricos o naturales que salpican la geografía foral” y que los turistas recorren en “dos o tres días”.
Como estrategia para darlo a conocer, el Gobierno combina “un día de ocio mediante degustaciones de productos naturales, visitas a museos, lugares patrimoniales, unas veces guiadas y otras teatralizadas, paseos o actividades deportivas. Todo esto tiene lugar en la misma localidad donde se celebra el concierto”, cuenta Osés, quien apunta que para ello hacen uso de “las oficinas de turismo de Navarra, la web, las redes sociales, los anuncios publicitarios en los medios locales y las agendas culturales de dichos medios”.
Otro festival, digno de mención son las jornadas de teatro clásico que se celebran en Olite durante el mes de agosto y que este año han estado marcadas por una serie de proyecciones, vídeomapping, previas que se realizaban en la fachada del Parador de Olite. Este año hubo lleno en la mayoría de las funciones que se celebraron en el escenario principal, La Cava, con capacidad para 392 butacas. La cifra de asistentes a este festival alcanzó los 3.815 espectadores, importante descenso respecto al año anterior que se dieron cita 5.172 personas.
Turismo museístico A parte de estos programas y festivales que se crean para atraer a los turistas durante la temporada estival, los museos que hay en Navarra quedan eclipsados por los tres más conocidos. Empezando por el Museo de Navarra donde se da un repaso al arte e historia de la comunidad Foral desde la Prehistoria hasta nuestros días. Coronando la cuesta anexa a la calle Santo Domingo, el edificio del Museo de Navarra exhibe orgulloso su cometido: hacer presente el pasado.
Siguiendo por el Museo Jorge Oteiza, situado en la localidad de Alzuza en el que se encuentran algunas de las esculturas más destacadas del que fue considerado uno de los creadores del siglo XX. Por último cabe hacer una visita al Museo Carlista de Estella, en el que se recogen algunos aspectos relacionados con uno de los episodios más importantes del siglo XIX, las guerras Carlistas. Cuadros, uniformes, monedas, fotografías, documentos y material de gran valor histórico permitirán al visitante conocer la trayectoria del Carlismo desde su nacimiento hasta 1939.
Turismo Monumental Hay quien prefiere recorrer la geografía navarra visitando los edificios y monumentos más emblemáticos. Destacan la Catedral Sta. María de estilo gótico situada en el casco Antiguo. Otro lugar importante es el Ayuntamiento barroco, esa plaza desde la que se da inicio a las fiestas de San Fermín. Continuando con los Sanfermines, los encierros tienen un punto de referencia que es el monumento al encierro, de estilo contemporáneo, en la avenida Roncesvalles. Aquí puede verse un momento en el que se congela la carrera de los mozos perseguidos por los toros. El atractivo de las fiestas se observa a lo largo de los tres meses de verano cuando las calles del recorrido del encierro se llenan de viajeros que desean conocer por dónde transitan los toros.
Alejados de las fiestas más internacionales, en Pamplona se encuentra uno de los complejos bélicos mejor conservados de España: las murallas de estilo renacentista que fueron declaradas Monumento Nacional. Por este motivo, quien visite Pamplona tiene una paseo casi obligado por este complejo defensivo, que además durante el mes de agosto, gracias al programa Ciudadelarte, se ofrecen distintas actividades y visitas guiadas para amenizar el paseo.
Fortificaciones no faltan en Pamplona y es que la Ciudadela es la fortaleza pentagonal más antigua del mundo. Considerada por los expertos como una joya de la arquitectura militar del siglo XVI.
Más allá de Pamplona y cerca de los Pirineos, están las cuevas que han dado la vuelta al mundo de la mano de Mario Casas y Hugo Silva gracias al filme Las brujas de Zugarramurdi. La zona media está determinada por el Palacio Real de Olite, corte de los reyes navarros hasta su anexión a la corona de Castilla. El monasterio de Leyre es otro de los enclaves turísticos más demandado por los turistas que se acercan a la ciudad de Pamplona.
En la zona de la Ribera, considerado desde 1931 Monumento Nacional está el primer monasterio que la Orden del Císter construyó en la Península. Esta joya arquitectónica de la Edad Media está en Fitero, un pueblo que casi linda con La Rioja.
El gobierno aporta datos de la primera mitad de año en los que se observa un aumento de los visitantes y las pernoctaciones pero, ¿realmente apuestan por la cultura como punto de atracción turística? ¿Es todo esto suficiente para que se interesen por el atractivo cultural de Navarra?
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