pamplona- Los pasados 21 y 22 de junio de 2014, Luar Na Lubre cumplió un sueño, su sueño, al grabar en directo, junto a la Sinfónica de Galicia, Torre de Breoghán, una aventura en la que su trayectoria musical se abrazaba con una de las leyendas más singulares de la tradición gallega. Ahora, meses después, presentan en Pamplona este ambicioso proyecto, en versión reducida pero con el mismo espíritu y pasión.

Siempre es una alegría y un placer que Luar Na Lubre visite Pamplona, pero, en esta ocasión, parece que nos van a dejar con la miel en los labios, en el sentido de que no podrán presentar Torre de Breoghán en todo su esplendor...

-Bueno, vamos a hacer una cosa intermedia... Presentar Torre de Breoghán en todo su esplendor es complicado porque necesitaríamos contar con una orquesta sinfónica y con una sala un poco más grande... Pero, en cualquier caso, Torre de Breoghán, y bastantes de los temas que aparecen en este trabajo, serán tocados y explicados, no con sinfónica pero sí desde la perspectiva de Luar Na Lubre.

Si el anterior trabajo del grupo eran tres compactos y un DVD (Sons da lubre nas noites de luar) este se presenta casi como un proyecto todavía más ambicioso, con su propia película, dirigida por Jorge Coira, y un libro con textos del poeta coruñés Xabier Corda, entre otras muchas cosas... ¿Quién dijo crisis?

-Yo digo crisis (risas)... Es cierto que es un proyecto arriesgado, incluso temerario diría yo, pero al mismo tiempo valiente en el sentido de que las cosas hay que hacerlas y olvidarse un poquito del contexto en el que estás viviendo. Es cierto que estamos pasando unos momentos duros para la música, pero también es cierto que el que no da pasos se queda estancado e incluso tiende a desaparecer, que es lo que está pasando un poquito en la música gallega... De hecho, creo que casi somos una de las últimas bandas grandes de música que queda aquí. Y creo que, precisamente, lo que nosotros tenemos es ese punto de riesgo, de apostar por lo que creemos y de llevarlo a cabo. Y, en este sentido, Torre de Breoghán, aunque probablemente hubiese un momento mejor para sacarlo, en el futuro, la realidad es que no sabemos si va a llegar o no... Por lo tanto, lo que hicimos fue, directamente, meternos con él y, aunque sea temerario, hemos cumplido un sueño, no de ahora, sino de hace años, ya que creo que es la primera vez en Europa que se hace una producción de estas características. Y es que Torre de Breoghán tiene casi carácter de superproducción, ya que detrás hay un documental que todavía no ha salido, un libro y un trabajo audiovisual muy importante; además de, por supuesto, un proyecto sinfónico grabado en directo. No fue barato, pero de otras más gordas se ha salido, y de esta saldremos también... Ahora ya estamos pensando en el próximo disco, que tenemos la idea de presentarlo este mismo año porque Torre de Breoghán tiene un recorrido de futuro, y haremos conciertos puntuales, pero no es algo con lo que se pueda girar. Nuestra idea es dejarlo como un trabajo en cierta medida histórico dentro de la música folk.

La Xunta, la Diputación de A Coruña, el Ayuntamiento de A Coruña, las tres instituciones oficiales apoyaron el trabajo Luar Na Lubre, un grupo de música, ¡voy a frotarme bien los ojos!

-Bueno, tiene truco porque yo no digo que moralmente no hubieran apoyado, pero económicamente no lo hicieron... Hay determinadas ayudas que no son económicas por las que esta gente aparece ahí... Lo cierto es que si esto se hubiera hecho hace 15 años, probablemente las tres entidades estarían plenamente integradas en el proyecto, pero en la situación en la que estamos no hay dinero para la música. La cultura y la música están pasando momentos difíciles y dentro de esta última, la música folk todavía lo sufre más.

Centrándonos ya en el concierto que ofrecerán en Pamplona, y teniendo en cuenta el punto de partida sinfónico de Torre de Breoghán, para su adaptación al formato de sala, ¿las canciones digamos que han sufrido un proceso de deconstrucción?

-No, para nada. Hay que tener en cuenta que el proyecto está basado en nuestra música sin apenas tocarla, lo único que se ha hecho es una adaptación sinfónica de temas que ya estaban hechos. Por lo tanto, la Torre de Breoghán que escucharéis en Pamplona estará fragmentada, porque faltan los interludios y la obertura, la sinfónica, al fin y al cabo. Pero eso es lo referido al disco 2, que es una sinfonía sobre la leyenda, pero el disco 1 es de canciones. En resumen, lo que escucharéis en Pamplona será una recopilación de más de dos horas que abarca desde nuestro inicios hasta la actualidad, pero no de forma cronológica, ya que la idea es hacer diferentes partes. Nuestra música tiene una gran variedad y en ese sentido habrá una parte de lírica contemporánea, otra centrada concretamente la lírica galaico-portuguesa, algo de música medieval, mucha música tradicional, composiciones propias y, por supuesto, una parte final festiva en la que queremos que el público participe con nosotros.

¿Qué le sucede al folk cuando se deja tocar por la música clásica?

-Que coge otra dimensión, pero como cualquier otra música. Yo creo que el folk y la música clásica no están muy alejados, teniendo en cuenta que el folk es la madre de todas las músicas, y la más cercana a la música tradicional porque de alguna manera nos inspiramos en las melodías tradicionales y trabajamos con instrumentos similares. La música clásica tiene otra dimensión completamente distinta, de música culta, pero, en cualquier caso, siempre inspirada en melodías tradicionales y en la raíz. La conexión entre la clásica y cualquier otra música es relativamente sencilla, pero con el folk es un poquito más fácil. En este sentido, no fue complicado unir nuestro proyecto con la Sinfónica de Galicia, pero es que además contamos con una figura clave, Nani García, que fue el arreglista y quien hizo las partituras para que cada uno de los músicos trabajara en función de nuestra forma de armonizar. Eso sí, ellos respetaron absolutamente nuestras canciones, lo único que hicieron fue incorporar la dimensión sinfónica.

El núcleo de este proyecto es la peculiar historia de la invasión de Irlanda por parte de los milesianos desde la ciudad de Brigantia (actual A Coruña). ¿Cómo llegó Luar Na Lubre a esta leyenda y cómo ha fabricado su particular viaje musical?

-En Galicia es una leyenda bastante conocida porque se recuperó a finales del siglo XIX, principios del XX. Es una historia que escribieron los monjes irlandeses en el siglo XI, recogida de la tradición oral, en la que se cuentan las diferentes invasiones que fueron llegando a la isla de Irlanda. La última de ellas fue la de los milesianos, que llegaron desde Brigantia, la actual A Coruña, donde levantaron la Torre de Breoghán, que probablemente sea la actual Torre de Hércules. Dice la leyenda que el hijo de Breoghán subió a la torre un tarde invierno y divisó la isla de Irlanda; algo que no es posible, pero lo que sí pudo suceder es que divisara las islas Sisargas, que están cerca de A Coruña, y cuando echara sus barcos a la mar para llegar a ellas, las brutales corrientes que hay aquí le llevaran a Irlanda. Todo esto es una leyenda, y como tal tiene su parte de fantasía pero también una importante de realidad. Y lo que hemos hecho nosotros ha sido musicar toda esa trayectoria desde que los milesianos salieron del mar Negro, su llegada a Galicia, la edificación de Brigantia, el erguimiento de la Torre de Breoghán, el avistamiento de Irlanda, la llegada a Irlanda, el contacto entre los milesianos y los habitantes de la isla, que en principio fue pacífico hasta que mataron a Ith, hijo de Breoghán, y se desencadenó la invasión hasta el punto de que, siempre según la leyenda, los actuales habitantes de Irlanda son los milesianos. Yo no me atrevería a decir tanto, pero sí es cierto que fue un pueblo que pasó por aquí y dejó huella.

Al final, esas corrientes marítimas que enlazaron Galicia e Irlanda se han mantenido en el tiempo como corrientes culturales, ya que ambos pueblos cuentan con un amplio folklore hermanado.

-Los lazos son estrechos, sí, ya que se trata de culturas con muchas características comunes, desde el clima y el paisaje hasta determinados comportamientos sociales, lo que al final conforma una forma de hacer, y una de esas formas de hacer es la música, en la que existe una relación importante a través de los celtas o los milesianos que nos hermana. Irlanda siempre ha sido una referencia para los gallegos, igual que Portugal. De hecho, la música celta es un modo de hacer música que nos enseñaron los irlandeses, básicamente, que en Galicia cuajó y que, actualmente, dentro la música folk, quizá sea la más desarrollada.