Maravillosos años Aquellos. En el Casino de Elizondo
Entre los años 1993 y 2002, el Casino de Elizondo se convirtió en cita obligada para la mayoría de los grupos de música de Navarra y buena parte del resto de Euskal Herria. Como recuerdo de aquella gloriosa época, el Casino ha comenzado a colgar en su perfil de Facebook una buena selección de imágenes que certifican el paso de los diferentes grupos y artistas por su pequeño pero bullicioso escenario. Imágenes que inevitablemente retrotraen a tiempos pasados que será mejores o peores, siempre según el color de cristal con el que mire cada uno, pero que en cualquier caso fueron intensos, efervescentes y forjadores de proyectos que ahora viven su esplendor, como Marea o El Columpio Asesino.
Un poco de historia Mientras en Pamplona y su comarca bares como el Black Rose de Burlada o el Terminal del Casco Viejo se convertían en referencias inevitables para la música emergente que quería mostrarse en directo, tres locos decidieron que Elizondo también podía ejercer como parada y fonda de una escena que bullía con numerosas formaciones y en la que el rock, tan apegado a esta tierra, abría sus brazos a otros estilos. José Miguel González Jomi, Rafa Leiza y Jose Motosfueron los tres melómanos que se lanzaron a la piscina y comenzaron a programar en su bar, el Casino. “Nos gustaba la música y nos propusimos organizar algún concierto de vez en cuando, pero la bola fue creciendo rápidamente y los grupos nos empezaron a llamar a nosotros en lugar de nosotros a ellos, y al final nos encontramos programando conciertos todos los viernes, excepto en verano o cuando tocaba alguna fiesta en el pueblo”, apunta Jomi.
Una de las claves del éxito de su propuesta, además de, evidentemente, la positiva respuesta de sus convecinos y el trato que brindaban a los grupos, fue el hecho de que no cerraron su programación a uno o varios estilos concretos. “Hacíamos de todo y llegó un momento en el que, si había hueco, al grupo que llamaba le decíamos que sí, casi sin haberlos escuchado. Pero trajimos grupos de todos los estilos: punk, rock, mejicanas... Eso sí, hicimos especial hincapié en contar con los grupos locales y de la zona. En total pasaron más de doscientos grupos por nuestro escenario a lo largo de los nueve años que duró esta programación”, explica Jomi.
Condiciones, anécdotas y éxitos José Miguel González apunta que las condiciones para todos los grupos eran prácticamente las mismas. “Les dábamos la cena y unas 25.000 pesetas para los gastos. La mayoría no hacían noche, venían, tocaban y después del concierto se marchaban”.
En cuanto a los grupos que más éxito de público cosecharon, Jomi no duda en citar a “Mal de ojo, que eran de Donosti y que se hacían unos conciertos de casi cinco horas; o Iguana y los Jumiles, que hacían tex mex, algo que siempre ha gustado mucho por aquí, así que cada vez que venían se reventaba el bar”.
Pero como todo lo bueno se acaba, llegó el año 2002 y la aventura musical casi tocó a su fin. “Tampoco se acabó del todo, de hecho, actualmente todavía hacemos algún concierto, unos cinco o seis al año... Pero es que, al final, para el pueblo se convirtió en una especie de monotonía, como una costumbre de la que se fueron aburriendo, y empezó a venir menos gente, hasta el punto que lo fuimos dejando. Pero en los años buenos, acudía muchísima gente, no solo de Elizondo y la zona, sino incluso de Pamplona y otras localidades; de hecho, hubo grupos que incluso montaron autobuses para traer a sus seguidores”.
Bandas Entre los grupos que actuaron, figuran bandas como Ajariguán, Bol, Arriskua, Desoreka, Discípulos de Dionisos, El Color de la duda, El Columpio Asesino, Doctor Kronismo, Glitter Soul, Grey Souls, Half Foot Outside, Konfusion, Jousilouli, La Patera (ahora Marea), Los Insoportables, Los Roslis, Mala Fama, Rokanrolaris, Ritual de lo Habitual, Sindrome del Norte o Wichita.