pamplona - La primera fotografía realizada en papel a partir de un calotipo en el Estado, la imagen más antigua sobre este soporte de la que se tiene constancia, se encuentra desde ayer en el Museo Universidad de Navarra (MUN), aproximadamente dos semanas después de que el coleccionista valenciano Juan José Díaz Prósper la adquiriera y cediera en depósito al centro artístico pamplonés para que este la incorporara a su exposición El mundo al revés: el Calotipo en España. La imagen, datada en 1848, es un retrato de 10,2 cm. de altura y 7,6 cm. de ancho del maestro de la música valenciano Pascual Pérez y Gascón y está firmada por el fotógrafo, también valenciano y de nombre similar, Pascual Pérez Rodríguez, considerado a partir de ahora como el primer calotipista del Estado que logró fijar una imagen.
La fotografía está hecha sobre un papel a la sal a partir de un negativo de papel (calotipo). Sobre ella está realizada una cuadrícula, lo que lleva a suponer que la imagen fue realizada para reproducirse en forma de dibujo o cuadrado. Con respecto a su datación, en el dorso de la imagen está la fecha 1848 escrita en cliché de papel y, además, existen unos grabados de Pérez Gascón de comienzos de 1850 donde se ve su efigie, posiblemente sacada de esta misma fotografía. Hasta ahora, se pensaba que la fotografía más antigua realizada a partir de un calotipo era Plaza d’Isabella, una vista de Cádiz efectuada por el autor inglés Claudius Galen Wheelhouse en 1849 y perteneciente a la colección del museo.
Según explicó Rafael Levenfeld, miembro del Comité de Dirección Artística de la exposición junto a Valentín Vallhonrat, el hallazgo de esta nueva imagen es importante por dos razones: por tratarse de un retrato hecho a partir de un calotipo, ya que este género fotográfico era más común llevarlo a cabo a partir de un daguerrotipo (la otra técnica fotográfica de la época, más extendida entre la población general); y porque el autor es español, ya que los calotipistas eran en su mayoría viajeros franceses e ingleses que retenían en sus imágenes monumentos y escenarios de sus viajes.
“Es muy difícil encontrar daguerrotipos de escenas, apenas existen diez en el Estado. Lo que han sobrevivido son sobre todo retratos comercializados en galerías. En cambio, en el calotipo ocurre al revés. Además, para un calotipista, es más difícil realizar este tipo de fotografías porque es necesario un mayor tiempo de exposición”, señaló. “También es muy importante la aparición de esta fotografía porque casi todas las imágenes de la exposición están hechas por autores extranjeros, ya que los calotipistas eran franceses e ingleses en su mayoría, viajeros que recorrieron España fotografiando, y existen muy pocos calotipistas españoles”, añadió.
“es un hijo más” Para Juan José Díaz Prósper, el coleccionista que adquirió la imagen, este hallazgo es “un hijo más”, que junto a otras 11 fotografías completa una colección de calotipos de Pascual Pérez Rodríguez que consiguió hace dos semanas. “Al principio no le presté demasiada atención pero cuando le di la vuelta y vi la fecha me quedé muerto”, relató Díaz, que explicó que la labor del coleccionista es “constante y bastante complicada” y que “no se puede conservar todo”. “Es un trabajo en el que no puedes estar de vacaciones ni tienes horarios porque puedes perder una imagen. La mayoría de las veces te encuentras con fotografías secundarias pero nunca se sabe”, resumió.
un pionero de la fotografía
Pascual Pérez Rodríguez. Nacido en Valencia en 1804, fue novicio en las escuelas Pías, profesor de Humanidades en el Colegio de Zaragoza y fundador del Diario Mercantil valenciano en 1833. Se inició como daguerrotipista con el Doctor Monserrat, rector de la Universidad de Valencia, y fue uno de los introductores de esta técnica en España. Con respecto al calotipo, en 1847 obtuvo sus primeras pruebas con éxito, siendo uno de los primeros fotógrafos del Estado en comercializarlo. Una fotografía suya fue la primera en aparecer en la prensa escrita estatal.
un pedagogo de la música
Pascual Pérez y Gascón. Nacido en Valencia, fue el encargado de la actividad musical de la Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia desde 1845, y su mayor aportación a la música fueron sus innovaciones pedagógicas, centradas en su adopción temprana del sistema Bocquillon-Wilhem, en el que se unían el aprendizaje del solfeo y la práctica del canto. Fue también profesor de música en el Colegio Real de San Pablo de Valencia y a finales de 1850 fue nombrado director de la recién creada Escuela Popular de Música.