pamplona - La ENT tiene previsto celebrar el Día Mundial del Teatro intensamente, con una programación que incluye danza-teatro, drama, realismo mágico y música, una oferta “completa que hace referencia a lo que es el teatro hoy, lo que ha sido y lo que va a ser”, según Javier Pérez Eguaras, responsable de la sala de la calle de San Agustín.

La fiesta arrancará mañana con tres pases (13.30, 19.00 y 20.30 horas) de P, montaje que culmina dos meses de investigación de los alumnos de último curso en torno a Pina Bausch, pero también sobre el teatro del absurdo y gestual, así que la propuesta, que dura unos 40 minutos, tiene un poco de todo: de besos, de copiar y crear, de pausa, de púgil, de pagano... Y también de soledad, de juego, canción, caricia... Y de encuentros y desencuentros y de juegos entre los intérpretes, que son Estíbaliz Balda, Alazne Corral, Irati del Valle, Sergio Izpura, Xabier López, Andrea Pazos, Samuel Quel y Garazi San Martín. Han coordinado la puesta en escena Javier Pérez Eguaras y Amelia Gurutxarri. Las entradas cuestan 3 euros.

Al día siguiente, sábado 28, Atikus Teatro estrenará Maravilla en el país de las miserias con dos actores jovencísimos, Ane Sagüés Abad, de 17 años, y Jon Muñoz Capellán, de 13, bajo la dirección de Ángel Sagüés. Las entradas cuestan 7 euros (5 anticipadas y para parados).

niños en tiempos de guerra En este caso, el autor y director navarro se ha movido por cuatro estímulos. Por un lado, la posibilidad de “dar una oportunidad” a estos intérpretes que, pese a su juventud, llevan años formándose en artes escénicas. Además, Sagüés quiere denunciar de algún modo las situaciones tan duras que se están viviendo en distintas zonas del mundo, en Siria y en Palestina, por ejemplo, donde los niños sufren más que nadie, y pensó que el teatro es “un antídoto maravilloso contra el embrutecimiento y la mentira y, sobre todo, contra la soledad”. Por último, su admiración por Juan Rulfo y sus deliciosos textos y por Alicia en el país de las maravillas terminó de dar forma a esta historia que narra el encuentro entre un niño y una niña que viven en un lugar en guerra y cómo en ese contexto “son capaces de sobrevivir y de adoptar una mirada divergente que les permite ver el mundo de una forma novedosa”, añade el director. Ane Sagüés reconoció que al principio le parecía imposible “llevar el peso de una obra de 45 minutos”, pero “superar todos los retos está siendo una experiencia muy bonita”. Su compañero, Jon Muñoz, que lleva años estudiando danza en la Escuela del Gobierno de Navarra, destaca que lo más importante ha sido “imaginar el mundo del personaje”, ese que no aparece en escena, pero que es vital para dotarlo de carne y sangre. Y de la obra indica que refleja algo tan natural como que, en momentos de conflicto, “los niños lo único que quieren es jugar, así que crean un mundo de maravillas”. Para Muñoz, que participa en los talleres y las propuestas de Atikus desde que era muy pequeño, actuar es un sueño, ya que te permite ser un montón de cosas diferentes en la vida. Por su parte, Sagüés confiesa que hasta los 13 años quiso ser veterinaria, pero que entonces se percató de que el teatro no solo le gustaba, sino que “me sentía capaz de hacerlo en serio”. Y para Ángel Sagüés, este proyecto ha sido “un regalo”. “Viendo como ellos empiezan, he podido volver a empezar, recordar qué me movía, por qué quise hacer teatro, y replantearme cosas; ha sido increíble”.

‘pequeña suite emocional’ Por último, el domingo 29 llegará Roger Álvarez, actor navarro que se fue a Madrid a estudiar teatro en 1974 y que desde allí ha trabajado en obras, películas y series, además de dedicarse a la composición musical. “Nos llamó para decirnos que quería hacer un espectáculo unipersonal aquí y para nosotros es un gusto”, señaló Pérez Eguaras. En Pequeña suite emocional, Álvarez interpretará fados, habaneras, canciones orientales... En su regreso a casa, cantará y contará y hablará con el público.