Cuando el arte crea energía
El artista navarro Josetxo Santos y un grupo de ingenieros de la UPNA han creado la muestra ‘Ingeniarte’, un proyecto que convierte en imagen y sonido la vibración de piezas escultóricas, y que ahora expone el Centro Huarte.
“El arte no reproduce aquello que es visible sino que hace visible aquello que no siempre lo es”. Con esta frase de Paul Klee, el escultor navarro Josetxo Santos define su último proyecto, realizado en colaboración con ingenieros del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), y que convierte en imagen y sonido la vibración de esculturas de Santos. Bajo el nombre de Ingeniarte, esta obra se expone en el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte hasta el 21 de junio.
La muestra, que se enmarca dentro del Año Internacional de la Luz y de las Tecnologías basadas en la Luz (2015); celebración a la que se han unido la UPNA y el Centro Huarte, tiene como objetivo conocer “la profunda relación que existe entre la luz, el arte y la cultura”, tal y como señaló ayer Eloísa Ramírez, vicerrectora de proyección universitaria de la UPNA, en la presentación del proyecto. Se trata además de una iniciativa colaborativa, según destacaron tanto el director del centro artístico, Javier Manzanos, como el propio escultor Santos. “La chispa artística que hizo saltar toda esta energía fue Josetxo, pero es un trabajo colaborativo entre el artista, jóvenes ingenieros y doctores”, apuntó Manzanos.
Precisamente chispas, rayos, sonidos, vibraciones y distintas luces son algunos de los elementos que se hacen visibles en esta obra, que sirve además para demostrar que el mundo del arte puede acercar la ciencia y generar conocimiento en la sociedad. En este sentido, el proyecto está conformado por Ingeniarte I, realizado por Iñigo Galdeano Echeverría (25 años) y Manel Sanmartí (33 años) y dirigido por Arantxa Villanueva Larre (profesora de Teoría de la Señal y Comunicaciones); e Ingeniarte II, obra de Vicente Senosiain Miquelez (profesor de Ingeniería Eléctrica).
interacción y conexiones La primera instalación, Ingeniarte I, traduce la vibración de una escultura de Santos en sonido, luz e imágenes, a través de una proyección de vídeo, la iluminación y el propio sonido. Se trata de un proyecto interactivo, en el que si el visitante toca la escultura, vibra y su movimiento se registra con un acelerómetro y una cámara de vídeo, produciendo distintos sonidos a partir del procesamiento de datos en un programa informático, y diferentes colores a partir de las imágenes captadas. “Es una obra participativa, en la que el público puede jugar”, señaló Santos. “Los ingenieros jugaron con las esculturas de Josetxo, y ahora es el público el que puede jugar con los proyectos”, añadió Manzanos.
En la segunda, Ingeniarte II, se recogen en imágenes y en una proyección visual las descargas eléctricas y las conexiones que se producen entre distintas esculturas cuando entran en contacto con un campo eléctrico provocado por una bobina de Tesla (elemento que puede alcanzar los 500.000 voltios). “La forma de lograrlo es con un campo eléctrico, que dependerá de cuántos voltios hayamos aplicado al objeto y de su geometría. Las esculturas, al entrar en contacto con la bobina, reciben descargas que, tal y como se muestra en el vídeo y en las fotografías, se pueden apreciar en las puntas, permitiendo interconectar unas piezas con otras”, explicaron.
La diferencia entre ambas, según Villanueva, es que esta segunda instalación se mueve en un terreno “más físico”. La profesora de la UPNA, comentó que se sorprendió cuando Santos le propuso este proyecto, por su “originalidad”, pero que vio en la iniciativa “una manera de ofrecer arte a la sociedad”. “Nosotros estamos trabajando mucho con empresas, ya que a la UPNA le interesa establecer estas sinergias y llegar a muchas personas, y este proyecto me pareció una manera de hacerlo”, añadió.
En este sentido, el escultor navarro relató que la idea surgió a través de un concepto que buscaba representar. “Siempre trabajo a partir de conceptos o ideas. En este caso, las esculturas fueron creadas buscando las vibraciones de la propia naturaleza: desde los terremotos hasta el movimiento de los árboles”, explicó, y apuntó que este proyecto podría ser pionero a nivel mundial. “No conozco este tipo de montaje y creo que no se ha hecho en ninguna parte del mundo”, concluyó.
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