sitges - El debutante cineasta argentino afincado en Madrid José Skaf construye en su ópera prima, Vulcania, un filme de ciencia ficción con trasfondo social que imagina una comunidad futura dominada férreamente por dos familias.
La película, proyectada ayer dentro de la sección oficial Fantástico del Festival de Cine de Sitges, se sitúa en un futuro inmediato e imaginado en el que la sociedad, tal como la conocemos, está destruida en favor de una nueva forma de estructura social, o quizá no tan nueva. Un aparente accidente hace que enviuden los dos personajes protagonistas, Jonás (Miquel Fernández) y Marta (Aura Garrido), y las ganas de saber qué ha pasado llevará al primero a buscar la explicación de quiénes son los líderes de la comunidad, cuáles son sus oscuros intereses y qué hay detrás de los límites, en el exterior.
En la presentación, Skaf reconoció que tuvieron más presente al afrontar el proyecto la película El bosque, de M. Night Shyamalan. “En el caso de Vulcania no contamos la historia de un futuro, el filme es atemporal y está deslocalizado expresamente, para poder transmitir una historia lo más universal posible”, explicó Skaf, que contó con un reparto de lujo completado por José Sacristán, Ana Wagener, Ginés García Millán o Silvia Abril.
ciencia ficción y política El veterano del grupo, José Sacristán, recordó ayer en Sitges que “ya en la época de Byron Haskin, con títulos como La guerra de los mundos, la ciencia ficción era una metáfora de la Guerra Fría, e incluso filmes como King Kong o Independence Day demuestran esa relación entre ciencia ficción y su traslación a cuestiones sociales y políticas”. Ginés García, que elogió al director por “su pulso de autor”, subrayó que Vulcania “habla del miedo que nos ha tocado vivir en la sociedad en la que vivimos”.
Precisamente, el protagonista, remarca Miquel Fernández, invita a despertar a una sociedad dormida y destinada únicamente a producir y, sobre todo, a no pensar, y para ello el mejor ejecutor de los designios de los poderosos es una especie de líder religioso, encarnado por Sacristán.
A Sacristán lo que más le atrajo del guion fue “el punto de partida y la abstracción, en qué tiempo y lugar ocurre eso no es importante, pero al final todo remite a la condición humana”. Para Sacristán, “era difícil encontrar el equilibrio adecuado con una atmósfera difícil de identificar para luego seguir a los personajes en sus problemas, en sus anhelos”.
El veterano actor definió su personaje como “alguien que parece tener la autoridad, pero que en realidad forma parte de una servidumbre, como los otros, de los poderes de la comunidad”. Ana Wagener, que encarna al único rol femenino con poder real en la élite de la comunidad, se sintió atraída por “todo lo que hay por debajo, lo que no se dice, esos silencios, esos matices, que invitan al espectador a colocar las piezas que faltan”.
Skaf descarta hacer una secuela o una precuela de la misma historia, porque “la historia queda bien cerrada”, pero sí le gustaría volver a trabajar con todo el equipo. En este punto, Wagener dijo que Skaf “es un director maravilloso, tranquilo, que crea un clima agradable en el rodaje, y eso da un colchón fantástico a los actores”. - Efe
la vuelta del clásico gore
‘Baskin’ y sangre. Con la película turca Baskin llegó ayer a la sección oficial Fantástico del Festival de Cine de Sitges el clásico gore que desparrama sangre por la platea del Auditorio. Baskin, ópera prima de Can Evrenol, está basada en su más laureado cortometraje del mismo título, con el que el cineasta hizo su presentación en sociedad. En la cinta, una unidad policial viaja a un edificio abandonado en una zona deprimida en la que se encontrarán con la celebración de una misa negra. “Desde un principio, intentamos crear un contraste, hacer un experimento que cruzara una película realista turca y con la atmósfera de películas como En los límites de la realidad (The Twilight Zone)”, dijo Evrenol, quien además no se basó en el folclore local para que “no se identificara con la cultura popular, sino que hay elementos de otras culturas”.