‘Un otoño sin Berlín’ o cómo lograr aceptarse a uno mismo

tudela - “La felicidad tiene mucho que ver con la aceptación, con aceptarnos a nosotros mismos y a la gente de nuestro alrededor tal y como somos”. Para la directora guipuzcoana Lara Izagirre, llegar a esta conclusión la lanzó a su primer largometraje, Un otoño sin Berlín, presentada ayer en el marco de la quinta jornada del Festival Ópera Prima de Tudela. Dotando a su historia de ese tono “intangible y mágico que hace que las películas sean diferentes y personales”, la joven realizadora hace girar la trama en torno a June, una chica de 28 años (Irene Escolar), de aspecto frágil, pero con un gran instinto de supervivencia, cuyo camino cruza con el de Diego (Tamar Novas), escritor poco social y con una sensibilidad singular que le hace vivir al margen del mundo y sin mostrar apenas su cara amable. “La película no se centra en la trama, en las acciones dramáticas y no es solo una consecución de hechos”, explicó Izagirre, dejando claro que “yo buscaba transmitir una sensación concreta de un momento de la vida; un sentimiento que tiene mucho que ver con la vuelta al pueblo natal y la mitificación que hacemos de esa vuelta en nuestra mente”. Sobre esta intención, el personaje protagonista cumple la función del guión (también de Lara Izagirre) al volver a su localidad de origen de tras vivir un tiempo fuera, intentando recuperar su lugar en la familia y retomando su sueño de juventud de viajar con Diego a Berlín. “A la protagonista le cuesta aceptar las cosas y las personas tal y como son. Por eso intenta cambiarlas y solucionar los problemas rápido, hasta que se da cuenta de que eso no sirve para nada. Creo que es el mayor aprendizaje en la historia”, consideró la directora.

El Festival Ópera Prima proyectará hoy la sexta película a concurso, Requisitos para ser una persona normal, de Leticia Dolera. El invitado que se encontrará con el público será el productor Oriol Maymó. - N.A.