pamplona - La gastronomía es una de las partes fundamentales de la literatura y, por tanto, de la literatura negra. Podría decirse que, incluso, es un elemento fundamental. En muchos casos, el lector se nutre de sensaciones, olores o momentos gracias a la descripción de las comidas más típicas de un personaje o las bebidas que habitúa tomar. Por eso, el festival Pamplona Negra decidió apostar fuerte por la gastronomía y ayer ofreció, a través de la periodista y escritora Yanet Acosta, una sesión sobre la función de la gastronomía dentro de la novela negra. Asimismo, la canaria estuvo acompañada por el cocinero navarro Enrique Martínez, quien impartió un show cooking en el que preparó en directo algunos platos inspirados en el género negro y que el público pudo degustar posteriormente.
“La gastronomía es una de las tantas herramientas que hay para construir una novela”, aseguró Acosta, autora de El chef ha muerto, para quien “el comer, que se hace más de tres veces al día, y el beber, que se hace muchísimas más veces, son actos muy cotidianos y muy de la acción que permite a los escritores describir al personaje en acción”. Para la escritora, a través de las palabras se pueden sugerir olores, sensaciones e incluso sonidos, como el de una fritura.
Pero para Yanet Acosta, además de la comida, la bebida cobra una gran importancia dentro de la literatura negra. “El whisky es una de las bebidas fundamentales dentro de la novela negra; es un elemento muy recurrente”, subrayó. Pero también dio otros ejemplos de bebidas muy utilizadas por los autores, como lo son el cóctel Singapore Sling o el champán. Asimismo, mostró a través de ejemplos cómo el café es una bebida fundamental, especialmente dentro de la novela estadounidense, aunque el té también le hace una competencia sana. Por otro lado, señaló las claras diferencias entre las novelas mediterráneas, las americanas o las del norte de Europa, puesto que en cada una de ellas se transmiten unos sabores “bien distintos”.
Por su parte, el cocinero navarro creó en directo dos platos -el primero, de salmón marinado, pasta negra y aire de cardamomo y el segundo, una hamburguesa de chipirón y potro navarro- que abrieron el apetito a todos los espectadores y recordaron a algunas escenas típicas de la novela negra. - A.R.O.