“La física cuántica nos enseña que las canciones pueden contener en apenas tres minutos continentes enteros”
El concierto de ambos artistas, incluido en el Festival de las Murallas, se celebrará hoy a las nueve de la noche en la Ciudadela. La entrada es libre
pamplona - Bajo la denominación de El pimiento indomable se han juntado dos almas gemelas que hacen de la realidad cotidiana canciones geniales, que llegan a los corazones más recónditos por su sencillez literaria pero también por su exquisito trabajo melódico y musical. La Ciudadela será hoy el escenario de tan particular propuesta. Libertad y originalidad a partes iguales.
¿Qué le sucede a las canciones cuando nacen en la cocina? ¿Saben mejor?
-Kiko: Ahora mismo estamos en la cocina preparando un gazpacho...
-Martín: Lo que tiene es que componer una canción y cocinar es muy parecido, son muchas más las similitudes que las diferencias en la elección de los elementos o en esas recetas antiguas a las que cada uno le pone su singularidad y cosita propia... Así como en toda la charla que se da cuando se cocina, se come y, sobre todo, en la sobremesa.
“Cuando las cosas funcionan no se pueden explicar”, habéis afirmado, ¿solo queda por tanto escuchar y que cada uno saque sus propias conclusiones?
-Kiko: Así dicho parece una cosa mística, pero sí que se puede explicar. Esto es trabajo, se trata de buscar las oportunidades, de inventarse la melodía, la letra, buscar ritmos y situaciones en las que nos encontremos los dos aprendiendo uno del otro, aportando y construyendo algo nuevo. Lo que sucede es que nosotros le damos mucho misterio a nuestro trabajo, que lo tiene, pero básicamente se trata de saber acercarse y trabajar.
-Martín: Lo que sucede es que si Kiko te explica una canción y te dice que es para bailar, si tu la escuchas y te quieres acostar, también está bien. La canción la siente como cada uno es.
¿Qué papel juega la fantasía en esta indomabilidad?
-Kiko: La fantasía es un trabajo imaginativo que nos ayuda a recrear un mundo musical, lleno de nadadores salvadores y personajes, que son los mismos del mundo real pero con una pequeña diferencia... Pero es que yo no tengo muy clara la diferencia entre fantasía y realidad, y tal y como está el mundo, cada vez lo tengo menos claro.
Perogrullo, ese gran personaje manido al que nadie le había concedido un protagonismo como el que alcanza con Kiko y Martín. ¡Ya era hora!
-Kiko: ¡Claro, coño, pero si hay presidente en España! Perogrullo es veinte veces más inteligente que Rajoy. Y más honrado, además.
Siguiendo con el perogrullo, ‘América es más grande’, pero como habéis conseguido reducirla a una canción.
-Kiko: Eso es una entelequia, solo es el título de una canción, América es más grande todavía.
-Martín: Y la física cuántica nos enseña que en un espacio muy reducido pueden habitar fuerzas muy poderosas. Las canciones, no sé si la nuestra es así, pero contienen en tres minutos continentes enteros.
En una confluencia de tal calado, en la que todo ha fluido, el resultado es al 50% o la impronta principal va por canciones. ¿Qué ha aportado cada uno al compendio final?
-Martín: Intentamos que en todas las canciones estemos involucrados ambos tanto en la letra como en la música. Los dos coincidimos en que no son canciones como las hubiéramos hecho cada uno en solitario, pero eso es lo que buscábamos, porque entonces no hubiera tenido gracia hacer un disco a dúo. Pero, dicho esto, Kiko tiene una facilidad instantánea para la palabra; y como yo soy más joven que él, y lo he escuchado mucho, las letras acaban teniendo una impronta venenosa, por un lado porque está Veneno y porque yo mamé mucho de él.
-Kiko: Como ves, sigue sin contestarte (risas). Así que lo voy a hacer yo. A mí lo que me interesa de él, como persona y como músico, son cosas que yo no tengo, eso es lo bonito... Por ejemplo, su rollo armónico o los instrumentos que tienen allí en Río de la Plata. Ellos están como a nuestro mismo nivel pero tienen mucho más conocimiento de las estructuras armónicas y de los acordes. Por ejemplo, el movimiento y la capacidad rítmica de Martín es impresionante. Y la tercera cosa que me interesa es su fantasía y su propia personalidad, que dentro del mundo uruguayo, con esa armonía y complejidad, él tiene su propia visión de las canciones única y original. Y ahora contéstale, Martín.
-Martín: Además de lo que ya saben allá de él, Kiko es un cocinero insigne. Y como el universo se mueve en fractales, si miras un partido de fútbol puedes ver como se desenvuelve el mundo y la humanidad, y si ves un plato de comida puedes asociarlo con cualquier otra circunstancia de la vida. Kiko lleva a sus canciones cualquier hecho cotidiano, y eso influye en todo lo que hemos hecho.
Aunque no venga mucho al caso, y parafraseándoos un poco, ¿tan solo sois dos locos que se aman en la oscuridad de un estudio que buscan contar las cosas que pasan, la verdad...?
-Kiko: Como dice un filósofo actual, a mí la verdad no me interesa; el que busca la verdad es un tonto. Porque buscar la verdad es muy difícil, muy presuntuoso y muy soberbio. Yo me conformo con seguir un camino en el que uno busca conocimiento y saber captar las cosas de la realidad, más que la verdad, porque además puedes llegar a encasillarte en ella. Aquellos que dicen que buscan la verdad realmente tratan de ocultarla y van a mostrar la parte de la realidad que les interesa para mantenernos manutiesos como estamos. En este estado de mi vida, lo de buscar la verdad lo veo como muy infantil, de lo que se trata es buscar y enseñar la realidad.
-Martín: Hay una cosa que decía Oscar Wilde, y es que el objeto del arte no es la verdad simple sino la belleza compleja.
¿Por qué el pimiento y no cualquier otra hortaliza para denominar esta música?
-Kiko: Porque el pimiento mantiene el sabor a pesar de toda la química y los productos.
-Martín: Es un ejemplo de vida. Otros productos de la huerta lucen divinos pero a cambio de esa apariencia perdieron su esencia... Pero algunos resisten, como la aldea gala, el pimiento es un ejemplo, un héroe... Estaría bueno levantarse por las mañanas y lavarte los dientes frente a un pimiento en lugar de un espejo, porque si te ves ahí, ¡bien!
¿Este pimiento indomable es el paradigma de lo que debe ser la libertad en la música?
-Kiko: Nosotros no vamos de justicieros de la música, pero sí hacemos lo que nos apetece y lo que nos parece. Pero sí es verdad, que una vez que lo hemos hecho, decimos con orgullo que hemos hecho lo que nos ha dado la gana.
-Martín: Era la única manera de hacerlo, natural, sin formar. Pero quizá el paradigma de verdad sea la música, en sí misma, que es mucho más libre y vasta que cualquier dúo de músicos, es inagotable.
¿Cómo se entrelazan en directo unas canciones estilísticas tan dispares? ¿Os dejáis tentar por los respectivos temas de cada uno?
-Martín: No tocamos nada de nuestros respectivos repertorios, tocamos las canciones del disco, alguna nueva que hemos hecho y también alguna versión de artistas que nos gustan mucho como John Lennon o Los Panchos. Pero en las versiones, lo que intentamos reproducir es el espíritu, no las notas, los arreglos y los sonidos concretos, para eso ya esta el disco. Y esa es la gracia que tiene tocar en directo, porque dentro de 20 años este disco nuestro va a sonar igual. El que va a cambiar, si todo sigue como debe ser, es uno mismo. El directo lo que tiene es que depende de cómo están las voces, la gente o de lo qué comiste... Es único.
De nuevo parafraseándoos, lo malo de Dios es que estaba solo, otra historia hubiera corrido si hubiera tenido una cuadrilla de amigos...
-Kiko: ¡Claro, hombre! Porque tal y como nos cuenta la religión esto es el patriarcado absoluto, y eso es la guerra, pelear y pelear. Ese es el destino del hombre bajo el patriarcado. Por eso nosotros decimos que al hombre le falta la compañía de la mujer que le sujete esas ansias de guerra.
Martín, defina a Kiko
-Martín: Kiko es la madre todos los pimientos indomables.
Kiko, defina a Martín.
-Kiko: Martín es un músico súper completo, activo, brillante, tiene toda la música, la armonía, el ritmo, la actitud, la melodía, el folklore, el rock...