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Documental ‘Córtate el pelo’, el rock de los 60 en Navarra

Marino Goñi está a punto de terminar un documental que recoge y recorre la sobresaliente y pionera escena de conjuntos de rock que sembró Navarra de música en los años 60.

Documental ‘Córtate el pelo’, el rock de los 60 en NavarraPatxi Cascante

Un bajo, sin marca ni dueño reseñable, rescatado de los desaparecidos estudios de Soñua en la Chantrea, es el punto de partida del documental Córtate el pelo. El rock de los 60 en Navarra, dirigido y realizado por el imprescindible Marino Goñi, director de discográficas como Soñua, Oihuka o Gor, de las que salieron los primeros discos de grupos como Barricada, La Polla Récords, Hertzainak o Berri Txarrak.

Vista su apabullante trayectoria profesional, cuando muchos podían pensar, por lógica, que se destaparía con un repaso al rock radical vasco, del que fue principal impulsor, Goñi ha rescatado la desconocida y sobresaliente escena del rock en los 60 en Navarra, un arduo trabajo de recopilación, investigación y entrevistas con varios de los protagonistas de la época que se desarrolla de forma cronológica con la historia del citado bajo como hilo conductor. "De los ochenta que hagan otros, yo ya fui participante de aquello. El documental lo he hecho por dos razones, la primera porque fue mi época de adolescente, que es cuando vives la música con más intensidad, con 14 o 15 años. Yo era un asistente a festivales y fan absoluto de la mayoría de la gente que he entrevistado. Y luego, porque veía que iban pasando lo años y nadie contaba con esta historia... y se estaban perdiendo los protagonistas, hasta el punto de que ya solo cuatro gatos sabían de qué estábamos hablando. Incluso gente que tiene mi edad, pero que, por las razones que fueran, no estaba en la onda de los festivales, no se acuerdan de nada. Y me parecía una injusticia que se recuerden los 80, que todo el mundo conozca a Barricada, Marea, Berri Txarrak o Izal, pero no se conozca a Los Condes, Los Junior s, los Zara s o Los Rebeldes".

Pamplona

Pionera del rock en los 60Las radios libres inglesas

Al margen de estas dos razones propias y particulares, si algo deja claro el documental es que Pamplona, dentro del Estado, fue pionera y puntera en lo que a grupos y escena se refiere en los años 60, por delante incluso de Madrid y Barcelona. "Sí, así es. Yo fui a Madrid en el año 71 a estudiar y me encontré cosas curiosísimas, como el hecho de que apenas había grupos, o por lo menos no existía un movimiento de bandas como el que tenía Pamplona. Pero no solo es eso. ¿Por qué Pamplona es importante? Primero, porque está a lado de la frontera con Francia, y es nos hace permeables a según que cosas. Pero sucede, además, que los primeros rockeros en España están en Zaragoza, Madrid y Andalucía porque era donde estaban las tres bases americanas. Yo me acuerdo que cuando llegué a Madrid, solo conocían a los grupos yankis, no sabían nada o muy poco de los britesánicos. Pero nosotros, en Pamplona, somos fans de los Kinks, de los Rolling, de los Beatles y también conocemos algún grupo americano. Pero aquí, básicamente, la influencia es británica. ¿Por qué? Por las radios piratas inglesas, que representan toda un revolución musical en Europa, y que llegaban a Pamplona a través de la Onda Media. A partir de las seis o siete de la tarde, cuando ya oscurecía, la Onda Media entraba muy bien, de hecho, yo recuerdo que nosotros estudiábamos con Radio Caroline, una radiofórmula que ponía los últimos discos editados, con lo que estabas perfectamente enterado de lo que sucedía en el mundo al momento". Unas radios piratas que nacieron debido a que en los 60 la BBC tenía el monopolio de la radio, por lo que no existían las radios privadas y, además, era muy reacia a emitir rock, por lo que nacieron varias emisoras instaladas en barcos que salían a aguas internacionales y desde allí emitían en Onda Media. "Así, cuando nacen grupos como los Beatles, la BBC pasa de todo. Es entonces cuando varios DJ, con su punto mafioso, ven el negocio y montan varias radios en barcos que se alejan hasta aguas internacionales para poder emitir. La primera de éstas fue Radio London pero la más famosa es Radio Caroline, son emisoras que se oyen por toda Europa pero en el Estado solo se escuchaba en Pamplona y Donosti, creo. En Madrid, por ejemplo, nadie sabía de qué estaba hablando cuando les contaba lo de Radio Caroline". Y, como consecuencia de esta influencia, principalmente, "Pamplona se convirtió en capital del rock, sin saberlo, además. En este sentido, nosotros vivimos una especie de movimiento autónomo que, como ha sido mitificado, está bastante sano. No es que dé en el documental mi versión subjetiva, es que fue así".

Contexto social

Los 60, principio y finalMúsica bajo una dictadura

El documental abarca únicamente la década de los 60, sin saltar a los 70, "por una razón que es parte de mi tesis al acabar el documental. Y es que la situación cambia radicalmente en los 70, de hecho en el 69 ya empieza a cambiar. Es decir, el fenómeno de los conjuntos, tuvo un principio y un final; empieza en año 60 o 61 y acaba como fenómeno en el año 69. Y toca a su fin por dos razones: porque los conjuntos se convierten en orquestas, dando por terminado el fenómeno ye-yé y porque estilísticamente se da paso a lo que ahora se conoce como rock, es decir, Jimi Hendrix, Cream, Led Zeppelin, Eric Clapton...". Los diferentes testimonios musicales, que se suceden ordenados cronológicamente, se entrelazan con diversos apuntes sobre el contexto social y político que vivía Iruña en los 60. "Son apuntes necesarios porque cuando se habla de música se intenta quitar siempre el peso sociológico. Pero es que en los 60 el contexto social es fundamental. Habrá gente que me dirá que los grupos ye-yé no tenían nada que ver con la política. Pues claro que no tenían nada que ver, pero la gente era la misma... La gente que organiza los conciertos, que monta Comisiones Obreras, Vanguardia Obrera Social o se mete en la primera ETA eran los mismos. Aunque también es cierto que algunos se mantuvieron ajenos a todo movimiento político y social, ya que para ellos todo se reducía a la música y a trabajar. Pero, ¿por qué es importante el cambio de los 60 a los 70? Porque Pamplona dio la vuelta de blanco a negro, basta apuntar que en 1965 el Seminario contaba con más de 600 seminaristas y en el año 68 solo quedan 50, y los mandan a vivir a pisos, de tal forma que desaparece el Seminario. Y la Iglesia, que tiene tanta fuerza, a todos los niveles, es la que hace los cambios: es decir, los movimientos obreros apostólicos son los que dan la vuelta a Navarra, son los que hacen que del 70 al 75 haya 5 huelgas generales".

La escena

Nacimiento y desarrolloDiscofilia y los festivales

Pero no solo las radios piratas ejercieron como germen que dio lugar al nacimiento de los grupos, el caldo de cultivo estaba conformado por muchos otros elementos. "El rock and roll nace a mediados de los 50 y va llegando a sitios tan extraños y lejanos como Pamplona a mediados de los 60, aunque a principios de la década ya empiezan a surgir algunos grupos. Y es entonces cuando nace Discofilia, un programa juvenil que se emite los lunes a la noche en Radio Requeté, la emisora de los Carlistas. Don Goyo, que es el que mueve el programa, pide que la gente le escriba cartas sobre música, y los oyentes responden, generándose auténticas trifulcas entre, por ejemplo, seguidores de Elvis y de Paul Anka, unas discusiones que cuando aparecen los Beatles y los Rolling se elevan al cubo". Dado el éxito cosechado, Discofilia comienza a hacer festivales porque los estudiantes montan grupos y quieren tocar. Se organizan conciertos sobre todo en los colegios y en los institutos: las Dominicas, el Ximenez de Rada, los Maristas... En los Jesuitas no se hacían porque al padre Ciriano no le gustaba que la gente se subiera encima de las butacas, que pasaba. Pero, además de festivales, se empiezan a montar concursos, de forma que todo se realimenta entre sí". Una realimentación que tuvo un empujón muy importante con la entrada en juego de los Beatles, "que fueron muy importantes, mientras que Elvis era minoritario. Basta apuntar, como se cuenta en el documental, que, cuando llegó a los cines la película Qué noche la de aquel día había mucha gente que iba a verla casi todos los días, y es que, como dice El rata, nosotros creíamos que eran nuestros amigos y que podíamos ser como ellos . Y raíz de esa película todo el mundo empieza a montar grupos, porque los Beatles eran cuatro pelaos y si ellos lo podían hacer, nosotros también". Bien por los Beatles, bien por las radios libres, bien por Discofilia o por las propias inquietudes de los jóvenes navarros, se creó una escena para nada underground, más bien todo lo contrario, popular. "Imagínate si era popular que, además de los institutos, se montaron festivales en el cine Eslava de Burlada, en el Labrit, en el cine Amaya de la Rochapea, en el Teatro Gayarre, en el salón Antequera, en el Tenis, en clubes deportivos como el de la Chantrea y en el Natación, además de los mini clubes que había entonces como Los Portales, el Cavilla, el Yellow... Y todos programaban grupos, por lo que había muchísima actividad, no era cuestión de cuatro colgaos. Es más, en los periódicos salían continuamente entrevistas a grupos nuevos. Y, además, no era una escena que se quedó restringida a Pamplona y sus barrios, sino que se extendió a toda Navarra, porque en Tudela estaban los Flyers, los Rangers en Azagra, los Zara s eran de Tafalla... El caso es que en los años 60, solo en la comarca de Pamplona funcionan 40 o 50 grupos de música moderna en todas sus variedades. No voy a decir que viéramos un festival cada semana, pero sí dos al mes, y en cada uno tocaban tres o cuatro grupos", resalta Marino, a la par que su memoria le lleva inevitablemente al que fue el garito más importante de la escena, el Disco Club 29, sito en la calle Navarrería, 29. "¿Qué tenía de diferente el Disco Club con respecto a todos los garitos citados anteriormente? Que era más moderno y oscuro, aunque oscuros eran todos. Curiosamente, en los 60 en Pamplona, que tanta importancia tenía la religión, había unos garitos importantes y todos contaban con música en directo. Pero, por encima de todo, está el baile del Labrit, como así se destaca en el documental. Es un baile que empieza sobre el 64 o 65 y dura hasta el 69, y que era para gente menor de 18 años, que no podíamos ir a otro sitio que no fuera ese. Así que todos los domingos, en el Labrit, se juntaban entre 1.000 y 2.000 jóvenes, con acceso al alcohol, se podía fumar, había ligue... y siempre tocaban uno o dos grupos, con Los Breks casi como residentes pero donde también tocaron Los Rebeldes o Los Condes". Unos festivales que generaron, además, excursiones en manada a lugares fuera de Navarra, como el que los discofilistas montaron en Zarautz. "Como nadie tenía coche, se planteó desde Discofilia hacer excursiones. La primera fue a Roncal a visitar la tumba de Gayarre. Y tuvo tanto que éxito que se montó otra a Zarautz. Estamos hablando que fueron unas 500 personas en un montón de autobuses con la idea de que Los Condes tocaran en un salica de allí. Lo que fue imposible, así que pidieron permiso al alcalde para tocar en el kiosko de la plaza de Zarautz, que se vio invadida por medio millar de navarros menores de 18 años".

Los grupos

CronologíaDe Los Tótem y Los Duendes a Desertores

"Los dos primeros grupos son Los Tótem, capitaneados por Pedro Montero, y Los duendes, liderados por Txus Durruti, que nacieron en el 61 o 62 y duraron hasta el 66 o 67. Entre ellos, además, se dio cierta rivalidad. Pero, inmediatamente, empezaron a salir otros grupos que convivieron con estos dos, bandas como Los Sioux, que empiezan tocando en el Antequera, un garito muy importante para la escena que estaba donde el campo de San Juan de Osasuna. Y ya en el 64 o 65 nacen grupos como Los Junior s (con Carlos Esparza), Los Condes (liderados por Txufi Salinas), Los Breks... Y cito a estos como referencias más importantes, aunque hubo otros muchos grupos menores, pero digamos que todavía eran grupos formalitos, hasta que, de repente, va y aparecen, en el 65, Los Rebeldes, capitaneados por El Rata, que para nuestra generación fueron muy importantes. Todos estos conjuntos, junto a otros como los Huesos o los Anakos, representan la época dorada, que tiene su punto álgido en el 66, porque, aunque salen más grupos, como Los Jafans, Los Brujos o Los Átomos, a partir del 68 la cosa empieza a decaer hasta llegar a los Desertores, capitaneados por Salva Los Arcos, aunque en el documental hemos hablado con el cantante, Alberto Ollo. A los Iruñako no los incluyo porque nos son un grupo rockero, o al menos no hacían rock aquí, de hecho no tenían batería ni meten ruido, que para mí es algo fundamental", explica Marino Goñi. Aunque en todo momento se habla de rock, lógicamente no es un rock como el que se estila ahora, aunque algunos grupos tienen mucho de garage, pero principalmente navegan bajo la etiqueta ye-yé. "Tocan básicamente canciones de moda, extranjeras, pero traducidas al castellano. Los primeros, es decir, Los Tótem y Los Duendes, cantan en inglés y francés, e incluso en italiano, pero luego, cuando ya llega la ola española de Los Brincos, Los Pekenikes, Los Sirex, hacen básicamente las versiones en castellano de esos grupos. Y hasta que no llegan Desertores, a finales de los 60, con la moda underground, no se vuelve a cantar en inglés, al igual que otros grupos como Memory Gent o Los Celtas, que hacen versiones", cuenta Marino, quien también hace especial hincapié en el documental en las influencias principales de las que bebieron los grupos navarros. "Además de los ya citados, tanto estatales como internacionales, en Pamplona tuvieron especial influencia Los Flecos, de Madrid, y Los Cheyenes, catalanes, que eran los que llevaban las melenas más largas y, además, hacían rhythm and blues muy cañero y barriobajero para la época, tocado y cantado más fuerte de lo normal. Digamos que aquí se hacía una especie de pop rock hasta que llega este ryb, que coincide sobre todo con los Rolling Stones; y, posteriormente, el soul, con Ottis Redding, Areta Franklin o Wilson Pickett, ya a partir del 65, hasta el punto de que todos los bailes se hacen con música soul, que coincide con el momento en el que grupos como Los Rebeldes o Los Huesos empiezan a tocar un poco más guarrete".

Córtate el pelo

Más que una modaTradicionalistas contra progresistas

"Cuando me planteé el documental, quería sacar un nexo de unión para toda la década y que, a su vez me sirviera de título. La historia del bajo no me daba ni para titular ni para explicar lo que estaba pasando. Y de pronto me acordé de la canción que empiezan cantándosela al Cordobés, que junto con los Beatles, eran los melenudos más famosos; vamos, que los que odiaban a los melenudos odiaban a esos personajes. Lo de los pelos empieza a ser ya muy importante a partir del año 64. Yo me acuerdo que iba al instituto y solo dos alumnos de 42 llevamos el pelo un poco largo, y venía el profesor de Formación del Espíritu Nacional y, a traición, por detrás, nos pegaba un estirón de pelo diciéndonos: ¡Maricón, maricón! . Estaba muy mal visto porque los pelos eran de las mujeres y se estaba perdiendo la virilidad de los navarros. Pero cuanto más nos prohibían el pelo largo, más nos lo dejábamos. Era una pelea no solo con nuestros padres, sino en el instituto o en la calle. Eso llegaba incluso a que te dieran una paliza, como le pasó a Josecho L Obelix, que lo relata en el documental. Y es que había gente que vivía aquello como una agresión personal, de hecho, en el filme se refleja en otros dos momentos, los almohadillazos al Cordobés, que no volvió a torear en Pamplona, y las pancartas de varias peñas, que arremetían contra los melenudos; y es que las peñas representaban la tradición, y en aquel momento defender la tradición era a atacar a los de los pelos, porque eran los que querían cambiar todo. El caso es que te hostiaban a la menor, sobre todo si te pillaban solo", rememora Marino, haciendo hincapié en que casi todos los grupos llevaban el pelo largo, de ahí el título, y enlazándolo con la historia de las bandas callejeras juveniles, que también se dieron en Pamplona en los 60. "Sobre todo recuerdo a los Navajos, que eran de diferentes barrios pero se movían por el Casco Viejo con su centro de en el Catachú, que era el baile de los barriobajeros, con grupos que tocaban allí y grupos que no tocaban allí. Y los Navajos llegaron a enfrentarse con los del Tenis en un batalla campal, detrás de Los Caídos, que sale en los periódicos y en la que tuvo que intervenir la Policía". Al hilo de esta reyerta, Goñi especifica que, "respecto a la clase social, en la primera parte de la década están los grupos de los ricos, como Los Duendes o Los Breks, y de los barriobajeros, con grupos como Los Condes, Los Tótem o Los Rebeldes. Una disputa que desaparece al final de la década porque, como he dicho antes, ya hay otros sitios por los que encarrilar las inquietudes". Pero antes de acabar la década, también se dieron otros episodios si bien no vinculados con el pelo largo, si con la estética de algunos grupos, como fue el caso de la actuación de los Pop Tops en el Larraina en el año 69. "Salían con el cuerpo pintado y con un taparrabos. Era el momento de la psicodelia, tocaron en varias capitales, sin problemas, hasta llegar a Pamplona, donde los mismos que atacaban a los melenudos reventaron la actuación, persiguiendo, agrediendo e insultando a sus integrantes, salvados en última instancia por los porteros y los directivos de club. En el fondo, todo esto no refleja si no la lucha entre las dos fuerzas que hay en Navarra: la de los progresistas y los tradicionalistas... porque no solo les pasó a los Pop Tops, también a Ramoncín o a Massiel".

Las estrellas

María Ostiz y Los Junior sDe Pamplona a la fama estatal

Además de los Zara s, que sin duda fueron el grupo más internacional que nació de la escena navarra, María Ostiz y Los Junior s fueron los que más fama alcanzaron, en el sentido de que consiguieron vivir de la música y grabaron varios discos. "Primero fue Lita Ostiz, luego se puso el nombre artístico de Lorella, y finalmente se dio a conocer como María Ostiz explica Marino, y la verdad es que su historia da para otro documental, ya que prácticamente es la única mujer en este mundo, la que se planta ella sola en los festivales de conjuntos a cantar. Cuando nadie conseguía grabar, excepto Los Junior s, ella consiguió que RCA le editara dos discos como Lorella, pero en plan anticuado. El caso es que vuelve a intentarlo y cae en manos de Hispavox, donde la entroncan con el sonido Torrelaguna, en el que militaban Miguel Ríos o Karina. Y, de pronto, a esa Lorella, que era una cursi, la convierten en María Ostiz, una tía moderna que se convierte en un fenómeno no solo estatal sino europeo, e incluso internacional". En cuanto a Los Junior s, "fue el grupo navarro que triunfó en Madrid". Su lanzamiento nace con un "festival que se organizó en Tudela, en el que participan grupos de toda España, y que ganan Los Junior s. Ganar aquello no era moco de pavo, y fueron a tocar a Barcelona, Mallorca hasta que acabaron en el Hilton de Madrid. Estuvieron a un gran nivel hasta que dentro de ellos surgió la eterna discusión: dinero o rock and roll. Gano el rock and roll y el grupo desapareció".

Joaquín Luqui

La radiofórmula"Quiero hacer de Pamplona una pequeña Liverpool"

"La historia de Joaquín Luqui es muy curiosa. Era un tipo de Caparroso, muy tímido, pero con una pasión: la música. Para ayudarse en los estudios, trabajaba como corrector de pruebas en El Pensamiento Navarro, a los que convence para publicar una sección que se llama Ritmorama, en el año 62, con una pequeña lista de éxitos, novedades y sus propios comentarios. Aquello funciona hasta el punto que los de Discofilia lo fichan. La cosa sigue creciendo hasta que consigue un programa para el solo en Radio Requeté, Requeteritmo, en el que le ayuda mi hermano Josemari como técnico. Y hacen un programa copiando a las emisoras piratas inglesas y poniendo los estrenos que grababan el día anterior de la Onda Media. Y empiezan a hacer un estilo de radio que, como nadie les vigila, es una majarada total y que tiene un tirón terrible en Pamplona, pero no pasa de ahí. Hasta que llega un momento en el que el cantante Manolo Díaz, que llegó a ser director de CBS, en uno de sus viajes a Pamplona descubrió Requeteritmo. Y cuando volvió a Madrid les habló a los de la central de la SER del programa, y en el verano del 68 les llamaron para que fueran a hacer una prueba. Fueron, les dejaron flipaos y los ficharon: mi hermano tendría 19 años y Luqui, 22. Ellos fueron los que dieron forma a lo radiofórmula en España, lo que luego vino a ser Los 40 Principales. Pero Luqui, a la vez, organiza todo el lío de la revista Disco Expres, que se edita promovida por los mismos dueños de Disco Club 29, Javier Osés y Fernando Saez, junto a Luqui y José Luis Turrillas (hijo del maestro Turrillas). La revista, de tirada estatal, es una copia del New Musical Express, semanal, sobre noticias del rock del momento, algo que no existía en España. Aquello duró dos años, hasta que Luqui deja la revista, más o menos".