‘El rey tuerto’ lleva el conflicto social y la reflexión al Festival Ópera Prima de Tudela
Marc Crehuet traslada a la pantalla su obra de teatro del mismo título que triunfó en los escenarios de Barcelona y Madrid
tudela - Una mesa a la que se sientan dos parejas para cenar. Una pareja, molesta con el sistema político de élites y el poder económico que todo lo corrompe, y otra que simplemente vive la vida sin pensar en nada más allá que cómo se hace un puré de guisantes para que parezca un plato moderno. Uno de los novios aparece con un ojo tapado porque se ha quedado tuerto por el impacto de una pelota de goma en una manifestación. El novio de la otra pareja es Policía Nacional y disparó la pelota de goma que dejó tuerto a su invitado.
Con este punto de partida, El rey tuerto, escrita y dirigida por Marc Crehuet (presente ayer en Tudela para presentar su película al festival Ópera Prima), va mucho más allá de lo que podría parecer una película que retrata los años más convulsos de la crisis y de agitación social. Sin buenos ni malos, el guión y la historia va mostrando distintas formas de ver el problema como si de un caleidoscopio se tratara, en el que se aleja de una verdad panfletaria para convertir ese laberinto en una comedia negra que ya triunfó durante varios años en Cataluña y Madrid como obra de teatro, también de Marc Crehuet. La película consigue otorgar a la historia la misma sensación de claustrofobia que viven los personajes que ven cómo están sumergidos en una situación de la que no saben cómo salir.
el origen Con el éxito a sus espaldas de haber conseguido llenar teatros, el director catalán decidió pasar su historia a la pantalla porque “no teníamos la obra registrada ni siquiera en vídeo y veíamos que funcionaba muy bien. La gente se reía mucho. Creíamos que era una pena que no pudiese llegar a más gente. El detonante fue el director de cine catalán Joaquím Oristrell que me quiso conocer y me dijo ‘veo una peli clara y si no la haces tú la hago yo’. Eso me acabó decidiendo”, comentó ayer en Tudela Crehuet entre risas. Una vez que tomó la decisión, el primer impulso fue crear un guión nuevo, teniendo su historia como núcleo. “La primera versión que escribí de la obra me planteé tener localizaciones, hice una versión de guión en la que había exteriores, nuevos personajes, compañeros de antidisturbios, pero se perdía la sensación de claustrofobia de cuatro personajes en cerrados en un espacio; algo esencial de la obra”. Por este motivo, al darse cuenta que perdía fuerza la historia, rodándola como si se tratara de una película normal, decidió volver a los orígenes. “No quería estropear el texto y decidí finalmente dejarlo igual. Me acordé de referencias de Polanski o La huella, que se habían inspirado en textos teatrales y que se rodaron en un sitio cerrado”.
Uno de las razones de su éxito es que no se queda en un mensaje establecido y maniqueo sino que deja que el espectador se posiciones en un lado y en otro e incluso cambie de posición a lo largo de la película, sin que haya buenos ni malos ni una razón única ni verdadera. “ No se quiso hacer un juicio de buenos y malos. Era un tema para que cada espectador lo moviera y lo situara donde él estaba más cómodo. Si entras a juzgar el hecho la película se acaba en el minuto uno. Lo importante para nosotros era explorar el conflicto. Cuatro personas con visiones tan opuestas de la realidad te hacen replantearte tus propias convicciones”.
los actores En la película de Crehuet, destaca el trabajo con los actores (Alain Hernández, Miki Esparbé, Betsy Túrnez y Xesc Cabot) que llevan el peso de la trama en una acción circunscrita a un salón. Estos mismos actores dieron vida a sus personajes en la obra que se estrenó en 2013 en los teatro s de Barcelona, algo que facilitó el trabajo de dirección. “Ayuda que se conozcan porque tenían rodado el texto. Habían estado dos años con la obra y lo tenían tan asumido que a veces incluso se emocionaban al oír una palabra porque sabían cuál debía ser su reacción, como el perro de Paulov. En algún caso fue un inconveniente porque costaba cambiar cosas pero permitía concentrarte en los detalles. Solo tenía que mejorarlo y adaptarlo”.
El final de El rey tuerto juega con la participación del espectador y en ese sentido ha mantenido el mismo tipo de final que se hacía en la obra de teatro. El personaje traspasaba la representación teatral hasta el extremo de sentarse con el público para terminar su diálogo cuando se daba cuenta de que estaba siendo observado por miles de personas. Ese mismo juego se traslada a la pantalla en la película pero con el juego de las cámaras y los espejos. “En un momento pensamos que acabara y se diera cuenta que estaba dentro de un teatro pero mis ayudantes me convencieron de que perdía realidad e intensidad dramática”. Pese a que mantiene durante toda la película una línea de comedia, por momentos el espectador se sumerge en la realidad, se mira hacia dentro, y es entonces cuando la risa se le congela.
Como en todas las películas de situación la solvencia de los actores es la que marca la credibilidad o no de la historia y en El rey tuerto ese aspecto se supera con creces y se adentra en un género, el del retrato social de un momento de la historia del país, que ha sido poco retratado en las pantallas.
La fotografía. Uno de los elementos que más destacan es el trabajo del director de fotografía Xavi Giménez y la directora de arte Sylvia Steinbrecht. Juntos tomaron la decisión de dar a la película un look dramático, envolvente porque a pesar de tratarse de una comedia, en el fondo hay un drama serio y querían que eso se trasladas en el tono visual de la cinta.
Programa de hoy. Hoy se proyecta Pasaje al amanecer, dirigida por Andreu Castro, que estará presente en Tudela junto con la actriz Lola Herrera. La película se proyectará a las 18.00 horas y a las 20.15 horas. Por la noche a las 22.30 horas se podrá ver de nuevo El rey tuerto.
marc crehuet “en la primera versión que escribí de la obra para el cine me planteé tener localizaciones y personajes nuevos, pero se perdía la sensación de claustrofobia de los cuatro personajes encerrados y eso es algo esencial”
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