concierto de india martínez

Fecha: 09/02/2018. Lugar: Baluarte. Incidencias: Entradas agotadas, con público de todas las edades (bastantes niños). India Martínez trajo una banda excelente, formada por Álvaro Ruiz (guitarras), Rafa Díaz (bajo), Luis Carlos Curiel (batería), Chico Gallardo (guitarra flamenca), Rubén Vargas (percusión), y Antonio Bejarano (piano y dirección musical).

en los albores de su gira, India Martínez llegó a Pamplona y cantó para un Baluarte abarrotado. Presentaba su último disco, Te cuento un secreto, publicado en 2016 y que aún la mantiene en el candelero. El éxito le llegó hace casi diez años, cuando vio la luz su segundo álbum, Despertar, con el que consiguió una nominación a los premios Grammy Latinos como mejor artista revelación, aunque fue con el tercero (Trece verdades, 2011) con el que se produjo la explosión de ventas y popularidad. Gran parte de culpa la tuvo la canción Vencer al amor, que se convirtió en todo un fenómeno viral. Desde entonces se han ido sucediendo los discos de oro y los conciertos abarrotados, y eso se traduce en un espectáculo que, aparte de los meramente musicales, tiene muchos ingredientes para captar la atención del público. Pudo verse desde el comienzo: con pocos minutos de retraso sobre la hora prevista, las luces de la sala principal de Baluarte se apagaron, mientras que desde el escenario comenzaron a dispararse fogonazos sobre el público a ritmo de una sintonía épica. Poco después, apareció la banda y, en último término, la artista principal, que emergió sobre una plataforma situada en la parte trasera.

Antes de terminar la primera canción, India ya había bajado las escaleras y se paseaba muy cerca de las primeras filas. Allí mismo cantó, con mucha fuerza, Te cuento un secreto, el tema que da título al disco y a la gira. Hubo algo solemne, como de folclórica, en su forma de saludar. Confesó que acababa de regresar de un viaje por Nepal, pero se mostró encantada de estar en Pamplona. Continuó con la rumbera Si te quiero, también de su último disco. Cogió después su acústica, momento en el que se escuchó alguna risa entre el público; quizás, en un desliz de machismo soterrado, alguien pensó que una chica guapa no puede saber cómo se maneja una guitarra. Craso error. India, con amabilidad y sin perder la sonrisa, aclaró que la toca desde siempre, y lo demostró en Corazón hambriento, a la que siguió una emocionante interpretación de Ángel, nuevo single del disco. “Vamos a venirnos arriba”, dijo antes de elevar bruscamente el ritmo con 20 días. Bromeó la artista con que algunos todavía no se sabían las canciones nuevas, cosa que no sucedió con Hoy, unánimemente coreada. Fue entonces cuando una espontánea se acercó al escenario y le entregó un pañuelo de San Fermín.

Nuevamente cambiaron de tercio, y en formación de trío flamenco (guitarra, cajón y voz), llegaron Vencer al amor y Solo tú, que contó también con un gran juego de luces. Del acento andaluz pasaron al pop rock de Todo no es casualidad, en cuya coda final la banda se empleó a fondo (especialmente la guitarra eléctrica). Pidió al público que encendiese sus móviles y el Baluarte se convirtió en un enjambre de estrellas para que la cordobesa se luciera con Olvidé respirar, uno de sus temas más conocidos. En cuanto sonó la melodía de piano del comienzo, el público estalló en una ovación y se levantó para aplaudir a su término. No terminó ahí la colaboración popular, pues también se encargó de los coros en Gris. Presentó a los músicos de su banda (que se mostró precisa durante toda la actuación), disparó la vitalista Aguasanta.

En los bises, India interpretó al piano 90 minutos para arrancarse después, a capella, con algunas de las viejas coplas que le cantaba su abuelo. Se ha mencionado la excelencia técnica del show, pero esta no funcionaría sin el carisma y la voz de India, que volvieron a quedar patentes en Los gatos no ladran, canción con la que se despidieron, dejando entre el público un excelente sabor de boca.