"No estaba preparado para Pamplona en diciembre. ¡Qué delicia!". Es el post que el pianista británico James Rhodes ha publicado en su perfil de Instagram. Una publicación acompañada de nada menos que 17 fotografías tomadas el domingo 28 que dan cuenta del recorrido que el músico realizó por distintos enclaves de la capital navarra, como varias calles del Casco Antiguo o la Ciudadela, entre otros.

A través de imágenes muy cuidadas, generales y de detalle, en blanco y negro y a color, el pianista, que se define a sí mismo como un "gallego bético nacido en Londres", muestra la fascinación que le ha generado la ciudad en estas fechas.

'Manía'

Rhodes, calificado como "el enfant terrible de la música clásica", debutará en Baluarte estas Navidades. El pianista conocido por su carisma, talento y estilo de stand-up en el escenario, ofrece una experiencia distinta a los recitales tradicionales.

En sus conciertos, Rhodes interactúa directamente con el público, hablando de las obras que interpreta, por qué las eligió y el contexto en el que se compusieron. Además, comparte la historia de su vida y cómo la música, en especial la de Bach, le ayudó a superar obstáculos. En su concierto en el auditorio pamplonés, que forma parte de su gira Manía, interpretará piezas de compositores como Chopin, Brahms y Rachmaninov. Sobre la razón por la que ha elegido a estos creadores ha manifestado: "Hay tantos compositores de altísimo nivel… solo con Mozart necesitas una vida entera para grabar sus obras", 

James Rhodes es un apasionado de la música clásica que se ha convertido en un importante divulgador a nivel mundial. Su carrera despegó en 2009, cuando su primer mánager lo animó a grabar su primer CD. Desde entonces, ha publicado numerosos álbumes y libros, incluyendo su exitoso libro Instrumental. Memorias de música, medicina y locura y actualmente tiene su propio programa el La SER , En Clave De Rhodes.

Estilo personal

Su particular estilo le ha permitido atraer a nuevos públicos, actuando en festivales de música pop y recintos poco convencionales, así como en las principales salas de conciertos internacionales: Koerner Hall (Toronto), Elbphilhamonie (Hamburgo), The Queen Elizabeth Hall (Londres), El Liceu (Barcelona), Musikverein (Viena), Teatro Real (Madrid), The Barbican (Londres) y muchos más desde Australia hasta Hong Kong.