rojo, atrevido, divertido, arriesgado, inclasificable... Éstos son solo algunos de los conceptos que Sterlina ha ligado a Shangai, un disco alejado de etiquetas que a ratos suena a rock, en otros a britpop, y que abraza desde el pop y folk hasta el postpunk. El trío integrado por Eneko del Castillo -batería-, Mikel Lizaso -bajo- y Carlos Rodríguez -guitarra y voz- afirma haber arriesgado, y mucho, con esta colección de canciones, esa que desde el pasado mes de mayo les está haciendo girar por Navarra y parte del Estado. Sin atarse a ningún estilo, bromean con que lo suyo es un diálogo entre vanguardias y clásicos musicales. Y razón no les falta.

Con una trayectoria que se remonta al 2016 y tras editar el pasado año su primer trabajo, Oceans of silence, Sterlina se presenta en este 2018 con formación renovada: Mikel Lizaso ha sustituido a Oskar Mart al bajo. Una novedad que, según apuntan, ha aportado a la banda cambios en cuanto sonido, en base a efectos que han otorgando “más solidez y que hacen que los temas suenen más redondos”, apunta Eneko del Castillo.

Porque en Shangai, además de alejarse del rock más convencional, concreta Carlos, han introducido “un montón de efectos en el bajo”, además de dar “matices nuevos a la guitarra que no existían en Oceans of silence, que era más clásico... Hemos buscado esa parte más experimental, no hay ninguna canción igual en todo el disco”.

La inclasificable propuesta de Sterlina cuenta con influencias de los años 70 y 80, vestidas de sonidos más actuales. Clásicos y vanguardias desde un enfoque más bailón que han dado a las canciones, como un estilo propio que “llega a distintos tipos de públicos y edades”, comenta Mikel.

grabación con fernando macaya La grabación del disco se desarrolló durante el pasado mes de marzo en Santander, en Moon River Estudio, con Fernando Macaya a los mandos. Unos estudios a los que llegaron de la mano del fotógrafo Maxi del Campo, también cántabro y amigo de la banda. En cuanto a esta etapa, Carlos desgrana que fueron cuatro días “a piñón”, ya que aunque son un trío, “había muchos elementos que introducir y mucha posproducción”. El planteamiento de la grabación fue con la banda tocando a la vez -“prácticamente un directo”-, en busca de un sonido fresco, para vestirlo después con sintetizadores y otros elementos.

El resultado es un disco cuyo título, Shangai, alude a un concepto creativo que planea sobre las canciones. “Queríamos crear algo que llamara la atención y estamos muy contentos. La canción Shangai -que da nombre al disco- define el estar en un sitio lejos, también Shangai significa “frente al mar” y veníamos de Oceans of silence...”, repasa Carlos. Fuzzy rats, A Man on the Moon, The year of the dragon o The Sun Also Rises -guiño navarro a Hemingway- son algunas de las canciones que recoge el compacto, cuyo hilo conductor es un viaje hacia el optimismo.

”Hay una evolución tanto en la forma de las canciones como en el propio mensaje. Empieza con Shangai, como un sitio perdido y no totalmente propio, y el disco se va volviendo cada vez más positivo”, apunta Eneko, además de reivindicar cómo esa evolución se ve plasmada “tanto en la melodía de las canciones, como en el mensaje”.

presentaciones en directo Tocar, tocar y tocar. Desde que Sterlina editó Shangai, han ofrecido varios conciertos en la Comunidad Foral, además de una presentación en Madrid. Por el momento, su siguiente fecha será el 31 de julio en Isla (Cantabria). Una pequeña gira de la que se muestran satisfechos, ya que el directo “combina mejor esa parte de contundencia del sonido con el tema bailable que hemos querido introducir en el disco”, concluyen. Y para comprobarlo, nada mejor que Sterlina en concierto.

El disco. Grabado en Moon River Estudio (Santander) con Fernando Macaya a los mandos de producción, mezcla y máster. El disco recoge nueve canciones y puede adquirirse en las plataformas digitales o en la página del grupo.

“hemos buscado esa parte más experimental, no hay ninguna canción igual en todo el disco”

El arriesgar más respecto a su anterior disco ha sido uno de los motores de Sterlina en Shangai.