“Montar un festival como el Arrikurock de forma autogestionada es para quitarse el sombrero”
El hijo pródigo vuelve a casa por el Arrikurock. Iker Alduntzin, otrora en Attikus Finch y Habeas Corpus, regresa a su tierra como batería de Riot Propaganda
pamplona - El navarro Iker Alduntzin es uno de lo bateristas más reputados del Estado. Tras pasar por bandas locales como Attikus Finch, decidió emigrar a Madrid para vivir de la música como batería de Habeas Corpus. Ahora toca en Riot Propaganda, formación que ofrecerá sus últimos conciertos este mes antes de decir adiós a los escenarios. Pero a Iker no le faltan proyectos y en octubre arrancará con otra banda...
¿Como ha vivido un baterista navarro el hecho de estar metido en un fregado en el que han confluido dos de las bandas más combativas y comprometidas del Estado, y de estilos casi antagónicos; una aventura que comenzó allá por 2013 y que está a punto de terminar?
-Si en Riot Propaganda me siento cómodo, casi como en casa, es precisamente porque compartimos muchas cosas, sobre todo a nivel político y social. A día de hoy, todavía no sabemos cómo se produjo el pelotazo de Riot. Esto surgió como una colaboración entre dos bandas amigas, que compartían oficina, y el resultado ahí está, no hay más que ver cómo ha salido todo.
Cuando los Eagles se separaron en 1980 afirmaron que no volverían a tocar juntos a menos que el infierno se congelara... Catorce años después, volvieron a los escenarios con un concierto y un disco titulado ‘El infierno se congeló’. ¿Estamos ante la despedida definitiva de Riot Propaganda?
-Esto ya sabes como funciona, mucha gente dice que se retira, y al tiempo vuelve, bien por intereses económicos o por inquietudes musicales. En el caso de Habeas Corpus (50% de Riot Propaganda, el otro 50% son Los Chikos del Maíz), planteamos que no íbamos a volver y te puedo asegurar que es definitivo. Aunque sí te puedo decir, porque lo comentamos como excepción, que haremos un bolo cuando palme Esperanza Aguirre... En cuanto a Riot, es una cuestión diferente porque hay dos bandas involucradas: Habeas Corpus y Los Chikos del Maíz. Cuando empezamos este proyecto no sabíamos cuál iba a ser el funcionamiento real, iban a ser cuatro bolos y grabar cuatro temas, y al final salió lo que salió, y nos cambió el plan a todos. Este es un proyecto que ya tiene el trabajo sucio, por decirlo de alguna manera, hecho, porque la gente ya te tiene en cuenta, no necesitas ni hacer publicidad ni promo, simplemente se trata de sacar un disco y girar.
En cualquier caso, os habéis marcado un Muguruza en toda regla, dejando a la banda parada en su momento más dulce.
-Riot Propaganda no nació con la idea de ser algo continuo o de intentar vivir de ello, simplemente nos apeteció en su momento. Como decía, Los Chikos del Maíz tienen su propio camino y nosotros, al margen de Habeas, también tenemos proyectos que, de momento, nos van a permitir seguir viviendo de la música; de esta forma, es más fácil gestionar un grupo como Riot y no quemarlo y, sobre todo cuidarlo, sin girar como locos. Así, si dentro de tres o cuatro años volvemos, o no, que no los sabemos, retomaremos un proyecto que no has quemado.
Actuáis mañana en el Arrikurock, que se ha convertido en uno de los festivales más apreciados del Estado por artistas y músicos, un evento al que le habéis cogido un cariño especial, ¿por qué?
-Imagínate lo que significa, siendo navarro, tocar en el Arriku; para mí, tocar en cualquier lugar de Nafarroa es como tocar en casa, siempre es especial porque tienes amigos, familia, y ¡coño!, es tu pueblo. Pero, al margen de eso, yo tengo admiración por el Arrikurock y la gente que lo organiza porque es un festival autogestionado. Y eso, para mí, hoy en día tiene mucho mérito, es la hostia, para quitarte el sombrero, porque, entre otras cosas, el ser autogestionado le limita mucho económicamente. Yo voy siempre encantado a tocar porque, además, el trato a los músicos es exquisito, por lo que es una auténtico placer ir a un festival de estas características. Y encima siendo en Nafarroa, pues ya ni te cuento.
En cuanto al concierto propiamente dicho, ¿será especial en cuanto a repertorio o colaboraciones?
-Riot solo tiene dos discos cortos editados, de seis temas cada uno, que son la base del concierto. En su día, en la gira de salas, metíamos una especie de batalla de bandas, que funcionó muy bien. Pero en los festivales, que tienes el tiempo limitado, nos ceñimos a lo de Riot, que es lo que quiere la gente. Y, básicamente, será el mismo repertorio de los últimos conciertos, nada especial en este sentido.
Iker, como músico navarro, hizo una apuesta al irse a Madrid para intentar vivir de la música; apuesta que le ha salido bastante bien. Pero ahora acaba Riot y...
-Proyectos tengo varios, algunos en el tintero y otros son un hecho. Con Riot terminamos el 28 de septiembre y en octubre ya empalmo con otro grupo que próximamente anunciaré, pero que está confirmado, una banda que me va a permitir no solo girar por el Estado sino también por Europa y Sudamérica. Además, en Madrid tengo un proyecto de música instrumental, totalmente diferente al circuito al que estaba acostumbrado. Y, como digo, hay otras historias que pueden salir a medio plazo y que nos permitirán seguir viviendo de la música. Pero acabaré volviendo a Nafarroa porque la cabra tira pa’l monte, aunque ahora es época de currar y aprovechar este momento.
Los próximos días 4 y 5 de octubre Amaia Romero actúa en el Teatro Gayarre, ¿vendrás a verla?
-No... Después de ver los bochornosos conciertos que están emitiendo por internet, no creo. Y eso que al batería lo conozco y es un capo.
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