la habana - La cultura y el arte sufren en España “una pérdida inmensa generación tras generación” porque gobierna el sector desde los despachos una “élite mediocre que solo quiere enriquecerse vía concurso televisivo”, afirmó el músico español Santiago Auserón, quien cree que “hay que luchar contra eso”.

“España se ha dejado llevar en lo artístico y lo musical, como en todos los terrenos, por esa mentalidad de la especulación financiera y riqueza fácil”, consideró el artista en una entrevista con Efe en La Habana, donde acudió al foro Cubadisco y actuó en el Teatro Bellas Artes.

Para Auserón, quien no considera la música “ligera y fácil” una enemiga, programas como el televisivo Operación Triunfo ilustran el afán de “controlar a la cantera”.

“Cuando la música está regida por los intereses del negocio, cuando se doblega y quien comanda es el tipo que está en los despachos, generalmente medio sordo a la calidad musical pero muy ávido de ganar dinerito fácil, tenemos una pérdida cultural de gran importancia”, sostuvo.

Esa falta de circuito para los músicos sin éxito inmediato lleva, a su juicio, a que desde los años 60 se haya perdido el talento de quienes aportaban algo interesante pero abandonaron “los trastos” porque no podían ganarse la vida.

Una exigencia comercial también aplicable al reguetón, cuya “simplificación comercial conlleva un empobrecimiento”.

El exlíder de la mítica Radio Futura y Juan Perro, doctor en Filosofía y eterno estudioso de las raíces musicales, esquiva la crítica fácil hacia el género que arrasa en Latinoamérica, al que considera “una simplificación excesiva y reiterada de algo muy importante, la matriz del ritmo sincopado”.

Así, propone no usar esa “humilde célula rítmica” solo para “perrear y mover el culo (con perdón) y decir barbaridades machistas y provocaciones sexistas”, sino “como un pequeño caleidoscopio a través del que mirar más lejos”.

Eso fue lo que Radio Futura hizo en 1984, cuando discutían en su furgoneta “cómo hacer sonar el verso en castellano de manera fluida y natural, que el rock sonase bien en nuestra lengua natal” y acabaron viajando a Cuba, “donde se produce ese encuentro natural entre la lengua y el ritmo”.

Comenzó entonces una íntima relación de ida y vuelta entre la isla y Auserón, hoy uno de los mayores investigadores y divulgadores del son y los ritmos afrocubanos cuya pulsación encuentra ligada al rock. - D.N.