PAMPLONA. En una nueva vuelta de tuerca a su trabajo artístico de carácter político, el pamplonés Abel Azcona protagoniza esta tarde, en el vestíbulo del Círculo de Bellas Artes de Madrid una performance que consiste en poner a disposición de sus detractores una pistola cargada por si quieren dispararle. Durante dos horas, el artista permanecerá sobre una peana con el arma en frente. Y mañana, porque espera que nadie actúe contra él y le dispare, más que nada "porque esta gente mata por detrás", publicará un manifiesto sobre esta y otras acciones que ha llevado a cabo en los últimos años y le han granjeado no pocas amenazas.

Preguntado por los motivos para realizar esta performance, Azcona comentó que el Festival Eñe de literatura le invitó a participar en su jornada de inauguración y decidió diseñar una pieza nueva en la línea de lo que viene haciendo últimamente, es decir, una creación sencilla, minimalista en la forma, pero de una "gran carga conceptual". Y política, por supuesto. "No estoy nervioso, estoy como siempre", declaraba esta mañana el creador, que subrayaba que lo suele pasar "mucho peor" con proyectos que conllevan abuso sexual que con los que, como este, abordan directamente la cuestión de la muerte. Esta iniciativa viene a ser "una respuesta" a la cantidad de amenazas e insultos que recibe cada día a través de las redes sociales y por otras vías. Reacciones de colectivos y personas ante proyectos como el que realizó en torno a la pederastia, que se expuso en Pamplona y en el que escribió la palabra con hostias consagradas que recogió asistiendo a diversas eucaristías, o como el que tituló Eating a Koran y en que, como su nombre indica, se comía las páginas del libro sagrado de los musulmanes. Sin olvidar Enterrados, en el que rendía homenaje a las víctimas de la guerra civil asesinadas por el bando nacional y desperdigadas en tumbas sin nombre y cunetas olvidadas. "En mis trabajos siempre estoy yo, está mi cuerpo, y en este caso pensé por qué no exponerme voluntariamente como un proceso de empoderamiento político" y dentro de una dinámica "de enfrentamiento", dice. Y sigue: "En este país estamos viviendo tiempos de represión por parte de la extrema derecha, por parte del catolicismo, de la religión, y por parte de muchos entes que intentan que los artistas no podamos expresarnos y crear y creo que es importante que nos plantemos. La extrema derecha se basa en el miedo, se les vota por miedo -ETA, Cataluña- y la religión atemoriza con el infierno y esas cosas, y pienso que hay que enfrentarse a ese miedo para acabar con esa lacra".

Una parte importante del proceso de creación de esta performance ha sido la preparación, redacción y envío de cartas de invitación a asistir a la cita de hoy a los enemigos de Azcona que se han manifestado claramente en contra de su trabajo. "Se ha enviado carta postal a todos los que se podía porque teníamos su dirección", casos de Abogados cristianos, Hazte Oír, Arzobispado de Pamplona y Tudela, VOX, Ciudadanos, el PP, la Fundación Francisco Franco, el Front Nacional francés... Y también ha contactado con grupos terroristas como ISIS o Al Qaeda, "que resulta yo no lo sabía, pero tienen direcciones verificadas en las redes".

El artista lamenta el "tratamiento amarillista" por parte de algunos medios, cuando en lo que en definitiva consiste esta pieza es en "un posicionamiento político". "Sé que va a venir mucha gente por todo lo que ha salido publicado, "pero no creo que pase nada, y, además, eso es lo bueno, porque la ausencia, el silencio también dirán mucho en el sentido político". "Yo no quiero morirme ahora mismo, tengo muchos proyectos y cosas por hacer, pero quería mostrar lo que pienso ante lo que está sucediendo" y esta pieza "también es una forma de dejar una miguita en todo lo que voy dejando como resultado de mis experiencias".

EXPOSICIÓN Y MANIFIESTO

Como ha hecho en otras ocasiones, de esta creación surgirá una exposición futura en la que se exhibirán todos los materiales -cartas, sellos de envío, respuestas, fotografías de la puesta en escena, etcétera- generados por La muerte del artista. Pero antes, mañana mismo, sábado 20 de octubre, Abel Azcona publicará un manifiesto titulado Presunción del artista como sujeto radical y desobediente tanto en vida como en muerte en el que incluirá esos elementos y se referirá a los más de 25 proyectos "que han acabado mal, o en tribunales, o con amenazas, con cierres, con agresiones..." Este texto incluirá varios puntos clave referidos a "entender la muerte como proceso artístico" o a "empoderar al artista que muere dentro del proceso" y otras inquietudes y opiniones que tiene a nivel personal.

Como curiosidad, la pistola que se empleará en la performance de esta tarde pertenece a una armería. "El director vino con una maleta y ha tenido que intervenir una persona con permiso de armas, y la pistola por supuesto que está cargada, era imprescindible, si no, no tiene sentido. No creo que nadie se ponga a jugar con esa pistola; si alguien quiere hacer algo, vendrá a gritar o algo así". Azcona comenta que le han escrito alumnos de universidades de Cataluña , Murcia y otras comunidades solo para ver la pieza, y espera que el vestíbulo se llene de medios de comunicación y de público.

Después de la experiencia de esta tarde y de mañana, Abel Azcona visitará la semana que viene la Seminci para presentar el documental 'Serás hombre', en el que Isabel Ocampo analiza distintas masculinidades. Posteriormente, tiene prevista una extensa gira por Latinoamérica.