PALENCIA - El escritor, arquitecto y dibujante José María Pérez, Peridis, rescata a la reina Berenguela de Castilla en su última novela, La Reina sin reino, para dar “una lección” sobre el valor de la figura femenina a través de mujeres que la Historia ha ocultado y silenciado y que han sido extraordinarias.

“Esa época es toda una lección de valoración de la figura de la mujer”, afirma el escritor, que presentó ayer en la Biblioteca Publica de Palencia su última novela, La Reina sin reino, con la que cierra la trilogía de novela histórica iniciada en 2014 con Esperando al Rey.

El escritor quiere saldar así la deuda que tiene la Historia con “dos reinas que nadie conoce” y que fueron “mujeres extraordinarias”: Leonor de Plantagenet, protagonista de su segundo libro La maldición de la Reina Leonor, y la hija que tuvo con Alfonso VIII, Berenguela de Castilla, protagonista de La reina sin reino.

Considera que había motivos para dedicar dos libros a estas dos reinas, porque “la historia nos las oculta y fueron dos grandes protagonistas” ya que Leonor apoya constantemente a su esposo Alfonso VIII y Berenguela “es clave en el reinado de Fernando III” en el momento del máximo apogeo de la Reconquista. “Berenguela es un fenómeno”, afirma. Una mujer con fuerza para vencer las adversidades de una Historia que, según Peridis, no habría sido la misma si su voz no se hubiera silenciado. Por eso, ha querido traer al presente toda una lección sobre “el realce del papel de la mujer en la familia, la vida, el amor y en la continuidad de las tradiciones”.

papel del matrimonio Pero La Reina sin reino esconde otra moraleja a través del “papel fundamental” que desempeña Berenguela en la unión de los reinos de Castilla y León y en la relación de Castilla con Aragón, que en aquella época se hacía a través del matrimonio.

“La política de la época es de casamiento y a través de Berenguela se cosen relaciones importantes con Francia y Aragón”, relata Peridis. En su novela ha querido reflejar el modo en que Berenguela y otras como ella “reinaron en la sombra” y movieron los hilos con gran habilidad para ensanchar las fronteras de sus reinos porque siempre procuraban evitar las guerras. - Efe