¿Y si pasara aquí? Es la pregunta que lanzaba ayer la actriz Eva Azpilikueta a los niños que asistieron a una sesión de prueba de La casa más pequeña, el nuevo montaje de la compañía Yarleku, la única navarra que estará presente en Feten, la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas, que se celebrará en Gijón entre el 17 y el 22 de febrero. Este último día tendrá lugar el estreno del espectáculo que dirige Rosa Díaz, Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud en 2011 por el trabajo de su compañía, La Rous.

Maialen Díaz es la autora de este texto que arranca con Bettina, una niña que, con una maleta y un pequeño manzano como único equipaje, deja atrás el ruido de las bombas y el miedo para llegar a un sitio donde nada es como imaginaba. Norma, otra niña en su misma situación, será quien la acompañe en esta cruda historia en la que, a veces, un abrazo puede ser sinónimo de hogar. David Lainez, productor del espectáculo, llevaba tiempo queriendo montar una obra sobre este tema. “Aunque es una situación muy dura, creo que es necesario explicar a los niños lo que están viviendo chavales de su misma edad en los campos de refugiados”, explica. Y para hacerlo “engañé a Rosa”, bromea, y subraya la admiración que siente hacia el trabajo de esta albaceteña vecina de Granada que se dejó engañar encantada. Díaz está acostumbrada a sacar adelante proyectos “arriesgados”. Los temas que suele abordar son “duros de pelar”, por eso le parece valiente el giro que Lainez ha dado con Yarleku. “No todo el mundo dentro de la profesión está de acuerdo con que se traten estos asuntos con los niños, con argumentos de tipo ‘no saben’, ‘no pueden’... A veces les sobreprotegemos demasiado, porque ellos en la televisión, el cine, las redes o los cómics ven muchas más cosas de las que creemos. No entiendo a qué viene tanto miedo”, afirma la directora, que insiste en que no hay que temer “hablar con total franqueza” con este público. Y pone como ejemplo el comentario que ayer les hizo una de las escolares que vio el pase en El Punto Gunea-Centro Navarro de Creación, en Berrioplano. “Nos ha dicho que hacer este tipo de espectáculos es totalmente necesario, sobre todo porque ellos se sienten muy respetados, tratados como personas”. Además, cuenta que dos niñas “se han emocionado mucho”, y eso “es un regalo”, ya que, en definitiva, “cuando finalizo un trabajo, la conclusión con la que me quedo es si ha llegado o no”.

En el caso de La casa más pequeña parece que así ha sido. Y en parte es porque “se ha cuidado hasta el último detalle” y “se le han dado muchas vueltas al texto para no herir, para no ir de manera muy bestia, sino que haya una de cal y una de arena y que dentro de la risa haya un hilo de fondo que siempre está ahí”, agrega Díaz, que agradece la “enorme generosidad” de la autora para ir adaptando su guion durante el proceso de creación. “En todo momento se mostró dispuesta a hacer los cambios que hicieran falta”, siempre en favor del propósito último, que es mostrar una situación “que afecta a millones de niños hoy en día”.

DESDE LAS TRIPAS Eva Azpilikueta es Bettina, “una niña que ha tenido que escapar de su tierra y llega sola a este nuevo lugar muy ilusionada, creyendo que, como le dijeron sus padres, se iba de vacaciones”. En el campo se encuentra con Norma (Laura Villanueva”, que al principio no la recibe muy bien, acostumbrada como está a vivir a su aire y endurecida por las circunstancias. Bettina intenta ganársela y poco a poco lo conseguirá, aunque pronto recibirá una bofetada de realidad que le hará madurar y comprender. Norma, por su parte, experimentará el cambio al revés, es una niña que ha sufrido mucho, pero del rechazo inicial pasará “a encontrar en Bettina cosas que necesita”. Para ambas actrices, este proyecto supone “una gran responsabilidad” por la historia que cuenta, pero a la vez ha sido un aprendizaje. “El trabajo con Rosa está siendo una maravilla porque te hace empaparte e implicarte al máximo. Va hilando fino y nos va transportando a otra forma de hacer, ha sido una vuelta a las tripas”, dice Azpilikueta. “A la verdad profunda, sin máscaras, a sacar desde lo que tenemos dentro”, añade Villanueva.

Música. Compuesta por Asier Fernández y Eneko Anaut. La escenografía y el vestuario, parte de un todo. La torre donde se refugian las niñas ha sido creada por David Lainez y el vestuario es de Aiora Ganuza (Hari&ari).

Tecnología, en 4 idiomas. La compañía ha creado una aplicación de traducción simultánea en cuatro idiomas (euskera, castellano, inglés y francés) que se descarga gratuitamente mediante un código QR. Los auriculares se regalan.

Quiero Teatro. Es la distribuidora que trabaja con Yarleku.

El 17 de marzo, en Artica. Será la primera función en Navarra en castellano. La obra también se representará en euskera.